Más multilateralismo en favor del medioambiente pide el Pnuma

La producción y el consumo de combustibles fósiles, con su carga de gases de efecto invernadero que calientan el planeta, es una preocupación constante del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. En su último informe, y a contravía de recientes medidas dispuestas por el gobierno de Estados Unidos, reclama mayores esfuerzos en favor del multilateralismo y la acción ambiental. Imagen: Paul Langrock / Greenpeace

NAIROIBI – Un llamado a reforzar los acuerdos multilaterales y a aumentar drásticamente la ambición y la acción medioambiental hizo este martes 18 el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), al presentar su informe anual correspondiente al año 2024.

La directora ejecutiva de la agencia, Inger Andersen, afirmó que “incluso en tiempos geopolíticos complejos, la colaboración a través de las fronteras y de nuestras diferencias es la única opción para proteger la base de la existencia de la humanidad: el planeta Tierra”.

Ello tras admitir que “la realidad es que el multilateralismo ambiental a veces es complicado y a veces arduo”.

El informe se divulga en plena ola de decisiones desde el nuevo gobierno estadounidense que van a contravía de acuerdos multilaterales en materia medioambiental y climática.

En particular, las órdenes ejecutivas del nuevo presidente, Donald Trump, para retirar a su país del Acuerdo de París destinado a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, que calientan la atmósfera, y para alentar la producción de plásticos de un solo uso y nuevos emprendimientos de producción y consumo de hidrocarburos.

Por contraste, el Pnuma presentó los esfuerzos realizados durante el último año para aportar ciencia y soluciones ante los crecientes desafíos ambientales, convocar y apoyar acuerdos y negociaciones multilaterales, alinear la financiación con los procesos y ayudar a los Estados miembros a cumplir sus compromisos.

En 2024 se celebraron importantes negociaciones ambientales, entre ellas la sexta Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA-6) en Kenia, la Conferencia de la ONU sobre la Diversidad Biológica (COP16) en Colombia, y la Conferencia de la ONU sobre el Clima (COP29) en Azerbaiyán.

También la quinta sesión de negociaciones sobre un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos en Corea del Sur, y la16 Conferencia de la ONU sobre Desertificación (COP16) en Arabia Saudita.

Admite el Pnuma que en todas esas reuniones quedaron cuestiones clave sin resolver, pero precisamente por eso se requiere “que las naciones trabajen más estrechamente -y con más determinación- para garantizar el acuerdo y la implementación de medidas que acerquen al mundo a un planeta más sostenible y justo”.

Así, el informe del Pnuma sobre la disparidad en las emisiones advirtió que las naciones deben cerrar las enormes disparidades en sus nuevos compromisos climáticos y adoptar medidas inmediatas, o perderán el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global.

En París en 2015 se pactaron compromisos para que la temperatura media del planeta no exceda de 1,5 grados centígrados hacia el año 2050, con respecto a los niveles de la era preindustrial (1850-1900) ni más de dos grados al finalizar este siglo.

El Informe sobre la Brecha de Adaptación 2024 concluyó que sigue existiendo una enorme brecha entre las necesidades de financiación para la adaptación al cambio climático y el financiamiento pública internacional actual disponible.

El informe presenta muestras puntuales de trabajos y logros del Pnuma, como movilizó en 2024 fondos en cofinanciación con socios que permitieron a distintos países centrarse en la movilidad eléctrica, la eficiencia energética, la energía renovable y los edificios de bajas emisiones.

Se espera que esas iniciativas beneficien a más de 17 millones de personas y reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero en casi 300 millones de toneladas, el equivalente a retirar 65 millones de automóviles de las carreteras.

En Gaza, una evaluación ambiental preliminar realizada por el Pnuma concluyó que el conflicto ha causado niveles de contaminación sin precedentes, con aguas residuales, escombros y municiones tóxicas que contaminan el suelo, el agua y el aire, con riesgo de que se trate de daños irreversibles.

El Pnuma también está proporcionando datos cruciales para ayudar a los países y las empresas a tomar medidas sobre las emisiones de metano, uno de los gases de efecto invernadero que calientan la atmósfera.

El Sistema de Alerta y Respuesta al Metano, parte del Observatorio Internacional de Emisiones de Metano del Pnuma (un sistema de datos satelitales y aprendizaje automático que identifica las principales fugas de metano) ha enviado más de 1000 notificaciones a gobiernos y empresas en los últimos dos años.

Las alertas llevaron a tapar importantes fugas en Argelia y Nigeria, evitando la liberación de gases de efecto invernadero equivalentes a los que produciría un millón de automóviles en un año.

Andersen dijo que el Pnuma “hace un llamamiento a aumentar drásticamente la ambición y la acción el año que viene”.

Afirmó que las naciones “deben prometer y cumplir enormes reducciones de las emisiones de gases de efecto invernadero en la próxima ronda de contribuciones determinadas a nivel nacional”.

Asimismo “deben empezar a proporcionar la financiación necesaria para la adaptación al cambio climático y para la lucha contra la desertificación y la biodiversidad. Y deben trabajar para acordar un instrumento sólido para poner fin a la contaminación por plásticos antes de diciembre”, añadió.

A-E/HM

 

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