La violencia de las pandillas sigue devastando Haití

Entrada a la comuna Kenskoff, al sur de Puerto Príncipe, donde viven personas de los sectores con mejor nivel de vida en Haití, y que también ha sido alcanzada por la violencia desatada por las pandillas. Un informe de las Naciones Unidas destaca la persistencia de la violencia criminal que el año pasado cobró más de 5600 vidas y ha obligado a huir de sus hogares a más de un millón de personas. Imagen:; Rrss

PUERTO PRÍNCIPE – La violencia de pandillas en Haití sigue teniendo un impacto devastador en la población, destacó un nuevo informe del Buró Integrado de las Naciones Unidas en ese país (Binuh), mientras emergen cifras y datos sobre el más reciente ataque de grupos criminales a una zona residencial de esta capital.

Varios de esos grupos trataron en los días finales de enero de tomar por la fuerza el control de la comuna de Kenscoff, un área de colinas al sur de Puerto Príncipe donde reside parte de la élite haitiana, mientras que en las zonas bajas habitan los sectores más pobres, en barriadas que en su mayoría están bajo el dominio de pandillas.

Según las autoridades, al menos 40 personas murieron en los enfrentamientos entre pandilleros y fuerzas policiales, y varias viviendas resultaron incendiadas en la comuna, pero no se ha publicado un balance oficial completo.

Pero Marie Yolène Gilles, de la organización de derechos civiles Fondasyon Je Klere, dijo este miércoles 5 que, de acuerdo con testimonios de residentes, unas 150 personas resultaron muertas debido a los ataques, hay un número aún no precisado de desaparecidos y al menos un centenar de casas resultaron incendiadas.

La violencia de las pandillas que han controlado desde hace varios años muchas zonas de la capital y se han extendido al norte y sur de Haití -27 800 kilómetros cuadrados y 11,5 millones de habitantes- han agravado la crisis estructural de pobreza, hambre y sus secuelas en este país caribeño.

El nuevo informe de Binuh destaca que al menos 5626 personas murieron y más de 2213 resultaron heridas en el último año debido al accionar de las bandas armadas. Esas cifras muestran un marcado aumento de más de 1000 muertes en comparación con 2023.

El ataque a la comuna de Kenskoff muestra que se mantiene la beligerancia de los grupos criminales a pesar de que al país llegaron ya unos 900 efectivos de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, en su mayoría de Kenia (unos 700), y también de Bahamas, Belice, El Salvador, Guatemala y Jamaica.

En el último trimestre de 2024 se produjo un aumento alarmante de ataques mortales relacionados con pandillas, y al menos 1732 personas murieron y 411 resultaron heridas, debido a la violencia de grupos armados, unidades de autodefensa y operaciones de aplicación de la ley, indicó el informe de Binuh.

El informe destaca tres masacres a gran escala que resultaron en más de 300 muertos, siendo el ataque más grave el ocurrido en el barrio Wharf Jérémie de Puerto Príncipe.

Entre el 6 y el 11 de diciembre, al menos 207 personas fueron asesinadas por una banda liderada por Monel Felix, conocido como “Micanor”, quien acusó a las víctimas, principalmente ancianas, de practicar vudú (religión y prácticas mágicas de origen africano) y ser responsables de la muerte de su hijo.

La banda armada ejecutó a personas en sus casas y en un lugar de culto local antes de quemar o desmembrar los cuerpos para ocultar pruebas. No se informó de ninguna intervención de las fuerzas del orden durante el ataque, que duró cinco días.

Atrocidades similares tuvieron lugar en Pont Sondé y Petite Rivière de l’Artibonite, departamento al norte de la capital, donde ofensivas coordinadas de pandillas dejaron al menos 170 personas muertas a principios de diciembre.

Los asesinatos provocaron represalias por parte de grupos de autodefensa, intensificando aún más la violencia, lo que subraya la brutalidad implacable que afecta a la nación.

Las fuerzas de seguridad de Haití también han estado implicadas en graves violaciones de los derechos humanos. El informe documenta más de 250 ejecuciones llevadas a cabo por la policía en 2024, con dos niños entre las víctimas.

Muchas personas fueron ejecutadas después de ser detenidas, mientras que otras, incluidos vendedores ambulantes y conductores de mototaxis, fueron fusiladas por no proporcionar identificación.

El fiscal de Miragoâne también fue citado por seis ejecuciones extrajudiciales, lo que eleva a 42 el total de asesinatos cometidos por los fiscales en 2024.

A pesar de los llamamientos a la rendición de cuentas, las investigaciones sobre los abusos policiales siguen en gran medida estancadas. Binuh señaló que ningún agente ha sido sometido a investigación de antecedentes desde junio de 2023, lo que refleja una profunda falta de supervisión.

Haití también ha experimentado un aumento de 150 % en los secuestros y las pandillas atacan cada vez más a los niños, y el informe alertó sobre la violencia sexual generalizada, con al menos 94 casos de violación y explotación sexual documentados solo en el último trimestre de 2024.

Además, la trata de niños y el reclutamiento forzado por los grupos armados siguen aumentando. Y a pesar de la magnitud de la crisis, el sistema judicial de Haití sigue paralizado.

Más de un millón de personas son desplazadas forzosas, pues se e han visto obligadas a huir de sus hogares para escapar de la violencia.

A-E/HM

 

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