CARACAS – Fuerzas de seguridad interceptaron violentamente en plena vía a la líder de la oposición en Venezuela, María Corina Machado, minutos después de que, desde la clandestinidad, hizo una cinematográfica aparición este jueves 9 en medio de una multitud de sus seguidores en esta capital.
Machado “fue interceptada y tumbada de la motocicleta en la que se trasladaba. En el suceso detonaron armas de fuego. Se la llevaron retenida por la fuerza. Durante el periodo de su secuestro fue forzada a grabar varios vídeos y luego fue liberada”, indicó el comando de su partido Vente Venezuela en la red social X.
La detención con características de secuestro por decenas de efectivos fuertemente armados, y su liberación poco después, indicaría dudas o contradicciones dentro de las estructuras de poder acerca de cómo conducirse ante quien es desde el año pasado la principal figura que enfrenta al presidente Nicolás Maduro.
Machado salió de la clandestinidad donde se halla desde agosto, para acompañar por unos minutos a la manifestación en un céntrico punto de Caracas, donde había indicado que participaría en la manifestación que ella había convocado.
En tanto, representantes del gobierno y medios oficialistas calificaron el episodio como un «falso positivo» y aseguraron que si fuerzas el gobierno la hubiesen detenido, así seguiría.
Maduro va a asumir este viernes 10 un tercer período de gobierno de seis años, tras ser proclamado por el poder electoral como vencedor de la elección presidencial del pasado 28 de julio, con 53 % de votos frente a 43 % de su principal contendor, Edmundo González, cuya campaña condujo Machado.
González, exiliado en España, recorrió esta semana varios países de América Latina y Estados Unidos, se encuentra en República Dominicana y anuncia su disposición de venir a Venezuela para asumir la presidencia.
En cuanto a la crisis de varias horas sobre la situación de Machado, lo calificó como «muy grave» en X. Y añadió: «Que María Corina esté libre, no minimiza el hecho de lo que sucedió, fue secuestrada en condiciones de violencia».
El gobierno ha dicho que apenas ponga un pie en el país será detenido para juzgarlo para traición a la patria y otros delitos. También había anunciado el propósito de arrestar a Machado.
La oposición, con apoyo de gobiernos de América y Europa, asegura con actas en la mano que González ganó la elección de julio con 67 % de los votos frente a solo 30 % de Maduro.
El país ha vivido una semana plena de nerviosismo, con despliegue de fuerzas militares y policiales en las principales ciudades y la detención de dirigentes políticos como el ex candidato presidencial opositor Enrique Márquez y el periodista y defensor de derechos humanos Carlos Correa.
Son parte, según Maduro y su ministro de Interiores, Diosdado Cabello, de un intento de golpe de Estado que estaría en marcha para tratar de sabotear la nueva investidura del actual gobernante.
Machado convocó para este jueves a una jornada de protesta en las calles, seguida por varios miles de sus partidarios en Caracas y centenares en distintas ciudades de provincia, a pesar del precedente de represión vivido tras la elección de julio.
El anuncio de que Maduro había triunfado fue seguido por unas 300 manifestaciones de protesta -algunas degeneraron en desórdenes- que fueron severamente reprimidas, con saldo de al menos 25 muertos, decenas de heridos y más de 2000 detenidos, incluyendo más de 150 menores de edad.
A pesar de que en diciembre fueron excarcelados centenares de detenidos, prosiguió el arresto de dirigentes y activistas políticos y de organizaciones civiles.
En ese contexto, entidades de derechos humanos han exigido el cese de la represión, y las alarmas se dispararon apenas se supo que Machado había sido interceptada y detenida.
La líder dijo a sus seguidores durante su breve aparición que “no tenemos miedo” y “esto se acabó”, en referencia a la permanencia en el poder, el último cuarto de siglo, del fallecido ex presidente Hugo Chávez (1999-2013) y su sucesor Maduro.
En cambio, Maduro ha dicho que el primer decreto de su nuevo mandato será llamar a una reforma constitucional que consolide a la actual conducción del país.
A la investidura de Maduro deben llegar representaciones de gobiernos aliados en América Latina -Bolivia, Cuba, Honduras y Nicaragua-, y de fuera de la región como China, Irán y Rusia, así como los de Brasil, Colombia y México, que dudan de su elección pero están decididos a sostener las relaciones bilaterales.
Otro grupo de países de América Latina, Canadá, Estados Unidos y la mayoría de Europa sostienen que González ganó la elección y varios le han reconocido como presidente electo.
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