Zona boscosa en el estado de Oaxaca, en el sur de México. La estrategia nacional de protección de la biodivesidad desdeña la salida progresiva del consumo de combustibles fósiles, a pesar de su influencia en el surgimiento de sequías y el aumento de la temperatura en el país y que perjudican el patrimonio natural. Imagen: Emilio Godoy / IPS