LA PAZ – La radio como medio tecnológico cobra vigor en la defensa de los pueblos originarios de la Amazonia, pero periodistas y comunicadores advierten que Internet es una red que puede distorsionar los hábitos y la cultura de los habitantes que ocupan la cuenca, que comprende a ocho países y un territorio aún colonial de Sudamérica.
Son conclusiones contenidas en un estudio realizado por la Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana (WACC) y presentado en La Paz, la capital política boliviana, por el gerente de la organización, Lorenzo Vargas, junto a comunicadores radiales de países de la cuenca amazónica que colaboraron con la investigación y son parte de la Red Panamazónica de Comunicadores.
“La radio sigue siendo el medio fuerte”, concluyó Lorenzo Vargas, durante un foro organizado por el Servicio de Capacitación en Radio y Televisión para el Desarrollo (Secrad) de la Universidad Católica Boliviana, como actividad paralela al IX Foro Social Panamazónico (Fospa), que se realizó en Rurrenabaque, a 425 kilómetros al norte de La Paz, entre el 12 y el 15 de junio.
En el estudio participaron diferentes organizaciones, entre ellas la Red Latinoamericana de Radio Educación (Aler), la Red de Noticias de la Amazonia (RNA) de Brasil, el Grupo Comunicarte de Colombia y la Coordinadora de Medios Comunitarios Populares y Educativos del Ecuador (Corape).
En la investigación se pone en el centro sobre los medios comunitarios “para cerras las brechas de comunicación e información que impiden que las comunidades locales en el Amazonas participen en la formulación de políticas ambientales”.
Vargas se mostró optimista sobre un mayor protagonismo de la radio en la comunicación entre comunidades indígenas diseminados en la cuenca, pero también dejó entrever el temor de los encuestados para el estudio por los efectos adversos en la cultura y una destrucción del tejido social.
La Amazonia incluye territorios de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Suriname y Venezuela, junto con parte de la Guayana Francesa, que en conjunto engloban 7,6 millones de kilómetros cuadrados y una población estimada en 33 millones de personas.
La radio tiene mayor alcance
La radio es el principal medio donde la televisión y la red Internet no llega, comentó el periodista Jorge Arteaga, un productor de programas en la Voz del Upano, una radio localizada en Macas, la capital de la provincia Morona Santiago, en el sureste de Ecuador.
En diálogo con IPS, el periodista describió la fortaleza de la radio comunitaria como el medio que “visibiliza a la zona rural”, y citó su papel influyente para rechazar la construcción de plantas hidroeléctricas que afectarían el curso del río Santiago, en la región suroriental del Ecuador, y amenazarían la subsistencia de pueblos pescadores.
Activistas y defensores de la naturaleza lograron así alertar sobre la tala de árboles, el desplazamiento de poblaciones, la destrucción de tierras productivas en comunidades del pueblo shuar arutam, en el sur de la Amazonia ecuatoriana.
Arteaga rescata la consigna de los pueblos indígenas de su país que durante sus grandes movilizaciones en el año 2019, reivindicaron su papel como productores de alimentos: “Si el campo no produce, la gente no come”.
En ese país sobreviven 10 millones de indígenas pobres y el contraste emerge cuando se menciona que el 32,76 % de la superficie que corresponde a las comunidades produce petróleo, y el 37,9 % se explota para la extracción de minerales, y 0,2 % es deforestada, según los datos del periodista que también es integrante de la Corape.
La práctica de una comunicación interactiva que va más allá de los medios tradicionales, apoyada por la difusión en redes digitales, rompe la lucha solitaria y contribuye a generar una estrategia para demandar la atención gubernamental a la lucha contra los daños ambientales, comentó el coordinador de la Corape, Javier Jaramillo.
La representante de la brasileña Red de Noticias de la Amazonia, Jessica Santos, reveló que en la encuesta realizada a 200 emisoras privadas y de la Iglesia Católica, los actores de la comunicación mostraron preocupación porque los responsables de la deforestación, la explotación minera y otras formas de agresión a la naturaleza “tienen influencia política”.
Una defensa de alto riesgo
En Colombia, los resultados de la investigación entre comunicadores y emisoras afiliadas a Comunicarte, dejaron expuesta la preocupación por las amenazas y asesinatos de defensores de la naturaleza, el suicidio de jóvenes habitantes de las comunidades y la prostitución de niños indígenas, según el informe presentado por Alma Montoya.
La representante colombiana confía en que los proyectos comunicacionales servirán en la defensa de sus espacios de vida que presentan problemas muy similares a los de otros de la región sudamericana.
La extracción del oro, del coltán empleado en la fabricación de dispositivos electrónicos, la explotación petrolera, el tráfico de animales silvestres y el narcotráfico, están en la lista de problemas que afectan a pueblos originarios en la cuenca amazónica.
En la lucha por reafirmar las costumbres, las tradiciones, la cultura y la historia de 130 pueblos que habitan la zona amazónica de Colombia, el comunicador y facilitador Brayan Arismendy habla con satisfacción por los resultados alcanzados con la grabación de historias cortas de cada grupo indígena.
Con el nombre de Cumare, Voces de los Pueblos de la Amazonia, “esta experiencia permitió hallar pueblos que se desarraigan de sus costumbres, mitos y pierden su base originaria”, explicó Arismendy a IPS.
Cada programa rescata un breve relato de una tradición, un poco de historia y costumbres que se graban y distribuyen en medios digitales. Los propios creadores de los contenidos y los pueblos distribuidos en la geografía amazónica reciben una copia y difunden la producción en espacios radiales.
“La red de comunicadores permite visibilizar nuestra propia cultura amazónica”, refiere. La producción de orígenes, comidas, música, creencias, espacios naturales como lagos y tierra, también está disponible para todos los públicos en el sitio radial Cumareamazonia.
La Voz de la Selva, una radio comunitaria que emite su señal desde la ciudad de Iquitos, la capital de la provincia Maynas, en el noreste de Perú, denuncia a la minería ilegal, la destrucción de los bosques y la contaminación de los ríos, relató a IPS el periodista Cristian Pérez.
Minería ilegal en avance
El comunicador participó en La Paz de la actividad académica e informativa organizada por el Secrad y habló de las preocupaciones de los pueblos amazónicos que observan la contaminación del río Nanay, un afluente del río Amazonas que atraviesa el departamento de Loreto, y es el medio de vida para unas 40 comunidades localizadas en toda la cuenca.
La zona es invadida por dragas ilegales que extraen minerales del río y los habitantes de la zona frecuentemente realizan protestas sin hallar hasta ahora respuestas del gobierno.
Pérez explicó que el uso de productos químicos en las operaciones de extracción y refinación de minerales contamina las aguas que representan la principal fuente hídrica para el medio millón de habitantes de la ciudad de Iquitos.
Por las experiencias recogidas, el director del Secrad, José Luis Aguirre, concluye que es necesario pensar más allá de los medios y concentrar el interés en los “procesos que tienen que ver con la cultura” que en el caso boliviano comprenden a más de 30 poblaciones de origen indígena amazónico.
“Debemos recuperar sus lógicas comunicacionales, de sus medios y recursos que tuvieron ancestralmente, y a partir de ellos comenzar a hablar de comunicación”, explicó a IPS.
Pidió ser “altamente sensibles para entender las dinámicas sociales, culturales de los pueblos amazónicos en su construcción simbólica y de trasmisión del conocimiento” practicada incluso antes de la colonia española.
Las noticias que alertan sobre los daños al medio ambiente no son del agrado de “alcaldes, prefectos, gobernadores que de una u otra manera intimidan al director de la radio”, recuerda el periodista Arteaga.
El comunicador advierte que los funcionarios consideran a las radios comunitarias como extensión de los medios estatales, y muestra su inquietud al igual que la colombiana Montoya que reportó amenazas y asesinatos de los defensores del medioambiente.
“Si se mete a soldado, sabe que la guerra será difícil”, sentencia Arteaga para significar el coraje de los comunicadores amazónicos ante los riesgos de alertar sobre la destrucción de la naturaleza.
ED: EG