NACIONES UNIDAS – A más de 100 días de guerra en Gaza y sin una tregua a la vista, los líderes de varios organismos de las Naciones Unidas unieron sus voces este lunes 15 para urgir a un mayor y más rápido acceso a la ayuda vital a ese territorio palestino, ante temores de hambruna y propagación de enfermedades.
“La gente en Gaza corre el riesgo de morir de hambre a pocos kilómetros de camiones llenos de alimentos”, advirtió la directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Cindy McCain.
La ONU y sus socios de ayuda distribuyen alimentos a la población de Gaza desde que Israel implementó un bloqueo casi total en esa Franja, de 365 kilómetros cuadrados y 2,3 millones de habitantes, como respuesta a los ataques de la milicia islámica Hamás el 7 de octubre sobre el sur israelí.
Esa incursión costó 1200 vidas y la captura de unos 240 rehenes, según Israel, y el contrataque del ejército israelí en la Franja produjo en 100 días la muerte de más 23 000 personas, 60 000 heridos, miles de desaparecidos y el desplazamiento de sus hogares de 1,9 millones de personas, han indicado fuentes gazatíes.
Israel cortó las posibilidades de obtener regularmente agua potable, alimentos, electricidad, comunicaciones y servicios de salud y enseñanza, y ese bloqueo más los bombardeos y combates hacen escaso e intermitente el ingreso de auxilios humanitarios, desde Egipto y solo a través de la ciudad fronteriza de Rafah.
Además, el llamado conjunto del PMA, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), señaló que “la ayuda humanitaria por sí sola no puede satisfacer las necesidades esenciales del pueblo de Gaza”.
McCain expresó que se necesitan medidas urgentes para impulsar las entregas de ayuda, pues en el territorio toda la población depende de la asistencia humanitaria para sobrevivir y “cada hora perdida pone en riesgo innumerables vidas”.
“Podemos mantener a raya la hambruna, pero solo si podemos entregar suficientes suministros y tener acceso seguro a todos los necesitados”, recalcó McCain.
Mientras numerosos camiones con alimentos, agua, medicamentos y otros productos aguardan el lado egipcio ante Rafah, las tres agencias de la ONU pidieron abrir nuevas vías de entrada para permitir que más vehículos pasen por los controles fronterizos cada día.
También demandan garantizar menos restricciones al movimiento de los trabajadores humanitarios y la seguridad de las personas que acceden y distribuyen la ayuda.
Las últimas evaluaciones de inseguridad alimentaria en Gaza, reconocidas internacionalmente, indicaron que cerca de 2,2 millones de personas están en crisis o en niveles peores de inseguridad alimentaria aguda.
Prácticamente todos los palestinos en Gaza se saltan comidas todos los días, mientras que muchos adultos pasan hambre para que los niños puedan comer, según la OMS.
Unicef presentó proyecciones sombrías sobre el resultado esperado de los daños a infraestructuras y servicios esenciales de agua, saneamiento y salud para tratar la desnutrición grave y los brotes de enfermedades.
Los 335 000 niños menores de cinco años de Gaza son especialmente vulnerables, señaló Unicef, y estimó que en las próximas semanas la emaciación infantil, la forma de desnutrición infantil que más amenaza la vida de los niños, podría aumentar en 30 % respecto de las condiciones antes de la crisis y afectar a unos 10 000 niños.
“Los niños corren un alto riesgo de morir por desnutrición y enfermedades. Necesitan tratamiento médico, agua potable y servicios de saneamiento, pero las condiciones no nos permiten llegar de manera segura a esos pequeños y a las familias necesitadas”, explicó la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell.
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, dijo también este lunes 15 ante la prensa que “nada puede justificar el castigo colectivo del pueblo palestino” y que por ello “necesitamos un alto el fuego humanitario inmediato”.
“Un alto el fuego es la solución para garantizar que llegue ayuda suficiente a Gaza, facilitar la liberación de los rehenes tomados por Hamás el 7 de octubre, y para sofocar las llamas de una guerra más amplia”, expuso Guterres.
El domingo 14 se publicó un nuevo vídeo sin fecha en el que tres de los 250 rehenes capturados por Hamás –unos 130 siguen cautivos, según fuentes israelíes- piden su regreso seguro y el fin de la violencia en Gaza.
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