PINAR DEL RÍO, Cuba – Dayana López asegura sentirse útil y con mayor autonomía desde que se incorporó a Ecoble, una pequeña empresa privada en Cuba que prioriza la contratación y los servicios a personas y grupos en desventaja social.
“Estaba en casa cuidando a mis hijos, el varón de año y medio y la niña de nueve años, con una discapacidad físico motora. Una trabajadora social me informó sobre la propuesta de trabajo. Me incorporé en noviembre”, explicó López a IPS.
“Hago algo que me gusta, con comodidad, y recibo ingresos sin abandonar mi casa. Una vez en la quincena acudo a entregar los pedidos. Soy costurera y confecciono muñecas. Es también una forma de rescatar tradiciones y oficios”, complementó.
Ecoble prioriza acciones afirmativas en la prestación de servicios, “porque para nosotros es fundamental respaldar a mujeres y, sobre todo, a personas con discapacidad”, enfatizó al conversar con IPS Francisco González, director y uno de los dos socios de la pyme privada, aprobada en diciembre de 2021. El otro socio es su hijo Frank Abel, un ingeniero mecánico.
Este emprendimiento se especializa en servicios de restauración y reparación de muebles. Desde agosto de 2022 incorporó el servicio de lavandería.
Tiene su sede en la ciudad de Pinar del Río, una urbe de unos 190 000 habitantes a 157 kilómetros al oeste de La Habana. Es la capital de la provincia de igual nombre, la más occidental de las 15 que componen el archipiélago cubano.
“Es más frecuente encontrar lugares de venta de muebles nuevos, que un lugar donde los arreglen. Ahí encontramos un nicho de mercado. Prestamos más de 250 servicios de reparaciones mensuales. Personas vienen con sillones casi en piezas, muy deteriorados, y se los llevan armados. Podemos intervenir incluso mobiliario con valor patrimonial”, dijo González, economista y profesor.
“Para nosotros es fundamental respaldar a mujeres y, sobre todo, a personas con discapacidad”: Francisco González
Para la confección de artesanías, incluidos juguetes, utiliza materiales reciclados, lo cual favorece el medio ambiente y se adscribe a modelos de producción y consumo más sostenibles y circulares.
“Casi 99 % de nuestras materias primas se obtienen en el territorio. Usamos papel, cartón, tejidos o madera que descarta la industria. Junto con la estabilidad, permite que los costos no sean elevados, mantener precios y estimular a los trabajadores con mejores ingresos”, apuntó.
Manufacturados con papel maché, pequeños caballos con un balancín sobresalen entre los juguetes más demandados. En el proceso de elaboración intervienen personas ciegas y sordas, a partir de vínculos con un taller aledaño donde laboran otras con discapacidad, según González.
Puntualizó que alumnos de las enseñanza politécnica y especial encuentran en Ecoble una oportunidad para sus prácticas labores y hallar empleo, una vez graduados.
Contexto
Desde septiembre de 2021 el gobierno cubano dio luz verde para constituir micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), bajo la figura de Sociedades de Responsabilidad Limitada.
Tal posibilidad se mantuvo vetada durante medio siglo, desde 1968, como parte del proceso de estatización de la economía en este país insular caribeño, con un sistema político declarado socialista.
El resurgir de estas formas de gestión privada ocurrió como parte de un plan de reactivación económica, dirigido a incrementar la producción de alimentos y de otros bienes y servicios.
La creación de mipymes, tanto estatales como privadas, se limita a sectores no estratégicos. Su actividad, junto con la de cooperativas y de trabajadores autónomos, se considera complementaria a las de la empresa estatal socialista catalogada como el sujeto principal de la economía nacional.
En dependencia del número de trabajadores empleados se clasifican en microempresas, (de una a 10 personas); pequeñas empresas (de 11 a 35); y medianas empresas (de 36 a 100 personas.
Hasta el 8 de diciembre, en la isla se autorizaron más de 9700 mipymes, en su mayoría privadas.
En Pinar del Río estaban aprobadas 383 mipymes hasta el 30 de noviembre, corroboran datos de la Dirección provincial de economía y planificación del territorio.
Aunque generan empleos, diversifican producciones y servicios, y varias aportan soluciones tecnológicas e innovaciones, los nuevos actores económicos encuentran críticas a su gestión, además de obstáculos que impiden un mayor despegue en un contexto económico desfavorable.
También en la última década cobraron importancia los proyectos de desarrollo local (PDL), a partir de cambios en el modelo socioeconómico y el proceso para la descentralización y fortalecimiento de las competencias de los gobiernos de los 168 municipios del país.
Considerados una forma de emprendimiento económico y cultural en función del desarrollo socioeconómico, los PDL responden con productos y servicios a cubrir necesidades territoriales, aprovechar recursos endógenos, crear empleos y aportar ingresos.
Ecoble es, además de una mipyme, un PDL con igual nombre e idéntica vocación inclusiva.
Servicio necesario
“Trabajamos todos los días, a veces hasta dos turnos. El salario mensual promedio ronda los 12 000 pesos (unos 46 dólares). Un quinto de los ingresos se destina al pago de salarios. Se garantiza un mes de vacaciones remuneradas al año”, detalló González.
El salario medio mensual en Cuba equivale a unos 35 dólares, el salario mínimo a 17,5 dólares y las pensiones mínimas 12,7 dólares, teniendo como referencia la tasa oficial (120 pesos por dólar).
Pero la cotización actual del mercado informal (unos 260 pesos por dólar), que pauta la formación de los precios de muchos alimentos, bienes y servicios a los cuales accede la población para satisfacer necesidades de consumo, reduce el salario medio a 16 dólares, el salario mínimo a ocho dólares y las pensiones más bajas a 5,90 dólares.
De los 28 trabajadores de la mipyme, 19 son mujeres, seis de ellas con menos de 35 años. En el caso de los hombres, cuatro de los ocho empleados tienen alguna discapacidad.
Mientras doblaba la ropa recién secada José Carlos Hernández confirmó a IPS que “trabajo aquí desde hace dos meses. Me siento bien”. De acuerdo con González, este joven con discapacidad intelectual “es capaz de asumir varias tareas; es muy disciplinado y respetuoso”.
Un grupo de 13 lavadoras y secadoras modernizadas respaldan los servicios del local al cual acuden, diariamente, un promedio de 70 personas.
“Esto era una tintorería, con máquinas paralizadas por más de dos años. Lo obtuvimos tras una licitación. Trajimos del extranjero las tarjetas de memoria de las lavadoras, las reparamos y están todas aptas”, indicó González.
Precisó que “el cliente puede aportar sus productos o lo ponemos nosotros. Buscamos que los precios sean asequibles. Un lavado convencional de cuatro kilogramos de ropa sale en 100 pesos (unos 38 centavos de dólar)”.
Una de las clientas, la estudiante y modelo Marianeris Cabrera, comentó a IPS sentirse “muy complacida con el servicio; la relación calidad precio me parece estupenda. Estudio y trabajo, a veces no tengo tiempo de hacer el lavado en casa. Vienes por la mañana y en la tarde entregan la ropa. Ojalá sigan funcionando durante mucho tiempo”.
María Laura Aroche, al frente del equipo de la lavandería, señaló que también “vienen muchos hombres, personas que viven solas, así como personas de la tercera edad”.
Tales servicios resultan muy necesarios en un país marcado por un significativo éxodo migratorio, sobre todo de jóvenes, en un contexto de agudizada crisis económica.
Por otro lado, casi 23 % de los 11 millones de residentes en la isla sobrepasan los 60 años, como resultado de un acelerado envejecimiento demográfico.
Decenas de miles de personas adultas mayores, en su mayoría con enfermedades crónicas, discapacidades y necesidades de cuidados viven solas o permanecen sin compañía la mayor parte del día en las viviendas, reflejan investigaciones.
Estudiante de tercer año de psicología del curso para trabajadores en la Universidad de Pinar del Río, Aroche reconoció al dialogar con IPS que ha encontrado facilidades “para estudiar y trabajar a la vez. El sábado que asisto a la universidad, me pagan el día normal”.
Nuevas prestaciones
Ecoble ha recibido respaldo financiero del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), así como de la Universidad de Pinar del Río, “mediante cursos para emprendedores en los cuales se aportan herramientas y habilidades”, puntualizó González.
Hacia el futuro, planea instalar paneles solares fotovoltaicos para hacer más sostenibles los flujos productivos.
A inicios de diciembre inició un servicio especial para el lavado de la ropa de profesionales de la salud pública, los sábados en la tarde y domingos, con un 30 % de descuento.
“Prevemos dos puntos de lavado más dentro de la ciudad. Para ello importaremos cinco máquinas nuevas. Las responsables de recoger la ropa en uno de nuestros medios de transporte son madres con tres o más hijos. Ellas obtienen un empleo y pueden trabajar desde sus casas”, valoró González.
Asimismo, “proyectamos un servicio similar para recoger la ropa a personas encamadas, con un 40 % de descuento”, agregó.
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Meses atrás, la mipyme devolvió la vitalidad a las lavadoras de uno de los hogares de ancianos de la urbe pinareña.
“Para febrero de 2024 queremos certificar ese servicio por las normas del Ministerio de Salud Pública; sería la primera mipyme con encadenamiento con el sector de la salud que logre ese objetivo”, significó González.
Para potenciar la alianza público privada, la pequeña empresa aspira, mediante una licitación, a asumir la limpieza jardinería, mantenimiento y otras actividades del referido hogar de ancianos. *****
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