El exguerrillero salvadoreño David Henríquez, deportado de Estados Unidos en 2019, muestra la calidad del desinfectante que acaba de producir, en su pequeño taller artesanal, en San Salvador. Sin posibilidades de encontrar un empleo formal, luego de la deportación, se esforzó por montar su negocio de desinfectantes, como una forma de generar ingresos. Foto: Edgardo Ayala / IPS