NACIONES UNIDAS – La crisis por la pandemia covid-19 provocó el mayor descenso en la vacunación infantil en 30 años, y solo en 2021 unos 25 millones de niños y niñas no recibieron sus vacunas rutinarias, indicó un informe divulgado este viernes 15 por Unicef y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Esta es una alerta roja sobre la salud infantil. Estamos asistiendo al mayor descenso sostenido de la inmunización infantil en una generación. Las consecuencias se medirán en vidas”, dijo Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
La convergencia de una crisis de hambre –incrementada en decenas de países este año como consecuencia de la inflación y la guerra en Ucrania- con un creciente déficit de inmunización, puede provocar muchas muertes infantiles.
El porcentaje de niños y niñas que recibieron las tres dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTP3), que se utiliza como marcador de la cobertura de inmunización, cayó cinco puntos porcentuales entre 2019 y 2021, hasta 81 %.
Los 25 millones de menores que no recibieron una o más dosis de DTP a través de los servicios de inmunización de rutina en 2021 son dos millones más que los que se perdieron en 2020 y seis millones más que en 2019.
Eso pone de relieve el creciente número de niños y niñas en riesgo de sufrir enfermedades prevenibles pero devastadoras, según el análisis de la OMS y Unicef.
El descenso se debe a factores como el aumento del número de menores que viven en entornos frágiles y de conflicto; la desinformación y los problemas relacionados con la covid, como las interrupciones de la cadena de servicios y suministros, y el desvío de recursos a la respuesta y las medidas de contención de la pandemia.
Russell dijo que “aunque el año pasado se esperaba una resaca de la pandemia como resultado de las interrupciones y bloqueos por covid-19, lo que estamos viendo ahora es un descenso continuado”.
Para Russell “covid-19 no es una excusa. Necesitamos poner al día la inmunización de los millones que faltan o, inevitablemente, seremos testigos de más brotes, más niñas y niños enfermos y una mayor presión sobre los ya presionados sistemas de salud”.
De los 25 millones de menores que perdieron vacunas, 18 millones no recibieron ni una sola dosis de DTP durante el año. La gran mayoría de ellos viven en países de ingresos bajos y medios, siendo India, Nigeria, Indonesia, Etiopía y Filipinas los que registran las cifras más altas.
Además, se ha perdido más de una cuarta parte de la cobertura de las vacunas contra el virus del papiloma humano que se logró en 2019, que ya era baja con solo 15 % de vacunados con la primera dosis.
Se esperaba que 2021 fuera un año de recuperación. En lugar de ello, la cobertura de la DTP3 retrocedió a su nivel más bajo desde 2008. El descenso en otras vacunas básicas aleja al mundo de las metas fijadas para 2030 en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, comprendidos en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
“Esta es una alerta roja sobre la salud infantil. Estamos asistiendo al mayor descenso sostenido de la inmunización infantil en una generación. Las consecuencias se medirán en vidas”: Catherine Russell.
La cobertura de la primera dosis de sarampión cayó a 81 % en 2021, el nivel más bajo desde 2008. Eso significa que 24,7 millones de menores no recibieron su primera dosis, 5,3 millones más que en 2019, y 14,7 millones no recibieron la segunda dosis.
Del mismo modo, 6,7 millones más de niñas y niños, en comparación con 2019, no recibieron la tercera dosis de la vacuna contra la poliomielitis, y 3,5 millones la primera dosis de la vacuna contra el virus del papiloma humano, que protege a las niñas contra el cáncer de cuello uterino.
El fuerte descenso de los dos últimos años se produce después de casi una década de estancamiento en los progresos, lo que, según la OMS y Unicef, subraya la necesidad de abordar las interrupciones relacionadas con la pandemia y los desafíos sistémicos.
“La planificación y la lucha contra la covid-19 deben ir de la mano de la vacunación contra enfermedades mortales como el sarampión, la neumonía y la diarrea», dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
“No es cuestión de una cosa o la otra, es posible hacer ambas”, subrayó.
El retroceso histórico en las tasas de inmunización se produce en un contexto de rápido aumento de las tasas de desnutrición aguda grave. La convergencia de una crisis de hambre con un creciente déficit de inmunización amenaza con crear las condiciones para una crisis de supervivencia infantil, sostiene el informe.
Unicef y la OMS piden a los gobiernos y otros actores relevantes que tomen medidas para recuperar la vacunación y hacer frente a los retrocesos, ampliando los servicios en las zonas desatendidas, para llegar a los niños que han perdido dosis y poner en marcha campañas para prevenir los brotes de enfermedades.
Solicitan fomentar la confianza en las vacunas y la inmunización, contrarrestar la desinformación y aumentar la aceptación de las vacunas, especialmente entre las comunidades vulnerables.
Otras recomendaciones son invertir en los servicios de atención primaria, garantizar el compromiso político de los gobiernos nacionales y aumentar la asignación de recursos para reforzar y mantener la inmunización.
Finalmente, se requiere aprovechar y aumentar la inversión en investigación, para desarrollar y mejorar vacunas.