La incautación de cocaína y otras sustancias ilícitas a bordo de contenedores en terminales aéreos, marítimos y terrestres creció durante 2020, a pesar de las dificultades asociadas a la pandemia covid-19, señaló un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
El programa de control de contenedores de la ONUDD y la Organización Mundial de Aduanas consiguió incautar 106 toneladas de cocaína mediante 961 capturas en un centenar de países, por encima de las 800 incautaciones de 2019 y las 765 de 2018.
Casi la totalidad de la cocaína incautada, 104,9 toneladas, se obtuvo en 247 procedimientos en la región de América Latina y el Caribe, en tanto que otras drogas ilícitas, como la heroína, fueron detenidas en áreas ribereñas del mar Negro, el Cáucaso y Asia central.
La marihuana (cannabis) fue poco hallada en la revisión de contenedores en aduanas –solo 685 kilogramos-, mientras que se consiguieron 1100 toneladas de precursores químicos, dos toneladas de heroína, 249 kilos de drogas sintéticas, 51 toneladas de alcohol ilícito, además de armas, municiones y dinero en efectivo también ilícito.
A la cabeza de las incautaciones de cocaína estuvieron Colombia, con 32 toneladas, Ecuador con 23,5 y Brasil con 16 toneladas, todas con destino a los mercados europeo y asiático.
También destacó la Unodc, la sigla en inglés por la que también se conoce a ONUDD, las incautaciones de cocaína en América Central, que involucraron varias operaciones descubiertas y envíos a América del Norte.
Unidades antinarcóticos en Paraguay reportaron su mayor incautación de cocaína en la historia, cuando autoridades en coordinación con la Unidad de Control Portuario incautaron un cargamento de droga, escondido en varios contenedores que transportaban un cargamento de biocarbón (carbón de biomasa).
La carga de alrededor de 2300 kilogramos, tenía como destino Israel y otros países de Medio Oriente, con previo tránsito marítimo por puertos de Argentina y Bélgica.
Asimismo, en diciembre de 2020 se incautaron en Bolivia 16 000 litros de precursores químicos. El envío procedía de Chile, disfrazado de un envío de aceite de motor de marca registrada que contenía acetona, materia prima para la producción de cocaína y para la fabricación de explosivos.
Los principales puertos en los que opera el programa de la Unodc y que se utilizan con mayor frecuencia para el transbordo de estupefacientes y sustancias ilícitas desde la región son Santos (Brasil), Buenaventura y Cartagena (Colombia) y Guayaquil y Bolívar (Ecuador).
En América Latina y el Caribe hubo 470 operaciones de incautación de ilícitos en el tráfico de contenedores, seguida de la región del mar Negro y el Cáucaso con 78, Asia central con 74, el sur y sureste de Europa con 63, África del sur y oriental con 55, Afganistán, solo, con 52, y Asia del sur con 44.
Según la ONUDD, la acción del crimen organizado en el suministros de bienes ilegales (drogas, precursores químicos y otras sustancias ilegales, productos médicos falsificados, ilícitos de la pesca y la vida silvestre, armas y explosivos) no han disminuido a pesar de las aparentes limitaciones resultantes de la pandemia.
“La adaptabilidad de los grupos del crimen organizado transnacional a las circunstancias actuales indica que los cierres parciales y controles más rigurosos entre fronteras, así como dentro del entorno portuario internacional, representan solo un obstáculo relativo y temporal”, según la Unodc.
En el campo de su programa, el organismo indicó que solo dos por ciento de los contenedores que viajan por el mundo por aire, mar, carreteras y ferrocarriles, son inspeccionados adecuadamente para la detección de ilícitos.
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