Brasil, Egipto y Portugal ganan premio de la Unesco

El mejoramiento profesional y de las condiciones de trabajo de los docentes en todo el mundo es fundamental para evitar una "catástrofe educativa" como una de las secuelas de la pandemia covid-19, declararon la Unesco y la OIT. Foto: Shutterstock/Unesco
El mejoramiento profesional y de las condiciones de trabajo de los docentes en todo el mundo es fundamental para evitar una "catástrofe educativa" como una de las secuelas de la pandemia covid-19, declararon la Unesco y la OIT. Foto: Shutterstock/Unesco

Programas de mejoramiento magisterial en Brasil, Egipto y Portugal ganaron la edición 2020 del premio Unesco-Hamdan, que recompensa resultados ejemplares en mejorar la eficacia del profesorado, se anunció en esta capital al celebrarse este lunes 5 el Día Mundial del Docente.

El galardón, otorgado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), cuenta con el auspicio del jeque Hamdan Bin Rashid Al Maktoum, de Emiratos Árabes Unidos.

En Brasil fue premiada la Plataforma Escolas Conectadas, de la Fundación Telefônica Vivo, que promueve la integración de los educadores en la cultura digital, fomenta en el alumnado la adquisición de competencias del siglo XXI y, con 38 cursos a distancia, había llegado en 2019 a 65 000 docentes en todo el territorio.

En Egipto, el programa School Transformation Journey de la Fundación Edúcame, se propone capacitar a los profesores para que lleguen a ser expertos en la pedagogía del siglo XXI, con hincapié en la cultura de la autonomía personal. El programa ha llegado a 6000 docentes de 430 escuelas públicas en siete provincias.[pullquote]3[/pullquote]

Y en Portugal, el programa Apps for Good, del Centro de Inclusión Digital, insta a docentes y alumnos a elaborar aplicaciones informáticas para tabletas o teléfonos de última generación. En seis años llegó a13 080 estudiantes y 1133 docentes de 448 escuelas, quienes elaboraron más de 1000 soluciones tecnológicas.

Por contraste, un documento conjunto de la Unesco, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Internacional de la Educación reconoció que, principalmente en el Sur en desarrollo, gran cantidad de maestros aún carecen de las calificaciones mínimas requeridas para una enseñanza de calidad.

En el mundo,  81 ciento de los maestros de primaria y 86 por ciento de los de secundaria apenas tienen las calificaciones mínimas requeridas para desempeñar sus funciones, y persisten variaciones considerables entre las regiones.

Por ejemplo, esas condiciones mínimas apenas las reúnen 65 por ciento de los docentes de primaria y 51 por ciento de los de secundaria en África subsahariana, así como 74 y 77 por ciento, respectivamente, en Asia meridional.

El documento señaló que “para reforzar la resiliencia del profesorado en tiempos de

crisis, todos los docentes deberían adquirir las competencias digitales y pedagógicas necesarias para enseñar a distancia, en línea y mediante métodos de aprendizaje mixtos o híbridos, cualquiera que sea el nivel de tecnología disponible”.

Por ello se pide invertir más en el profesorado y en su formación, y la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, dijo que “si no se adoptan medidas urgentes y no se incrementan las inversiones, la crisis del aprendizaje podría convertirse en una catástrofe educativa”.

La crisis generada por la pandemia covid-19 y el cierre de escuelas, se recordó, afectó a 1600 millones de alumnos, más de 90 por ciento de la población escolar matriculada en el mundo, así como a 63 millones de docentes.

Entretanto, se calcula que, en el mundo entero, se necesitarían 69 millones más de docentes (25 millones en la enseñanza primaria y 44 millones en la secundaria), casi duplicar su actual número, para alcanzar la educación universal en 2030, de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

Guy Ryder, director general de la OIT, exhortó a los gobiernos a no sólo incrementar la plantilla de docentes sino también a “proteger su seguridad, salud, bienestar y empleo, a mejorar sus condiciones laborales e implicarlos, junto con sus organizaciones, en el enfoque adoptado para responder a la pandemia”.

“Ahora es el momento de reconocer la función de los docentes que contribuyen a garantizar que una generación de alumnos pueda desarrollar todas sus capacidades, así como la importancia de la educación para la reactivación a corto plazo, el crecimiento económico y la cohesión social”, dijo Ryder.

A-E/HM

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