México debe liberar de inmediato a los migrantes que no puede deportar a sus países de origen o se encuentran en detención arbitraria, entre otras razones por el riesgo de la covid-19, demandó este jueves 16 la organización Human Rights Watch (HRW).
Miles de migrantes que buscaron llegar a Estados Unidos “están retenidos en México en condiciones inhumanas e insalubres, en medio de una pandemia global”, denunció José Miguel Vivanco, director regional de esa organización humanitaria.
“A fin de frenar la propagación de la covid-19 dentro y fuera de los centros de detención, es absolutamente imperioso que el gobierno actúe de inmediato para liberar o encontrar alternativas a la detención para todos aquellos migrantes a los que no pueda repatriar, al menos mientras dure la pandemia”, expuso Vivanco.
El gubernamental Instituto Nacional de Migración informó a HRW que de las 4000 personas en los centros de detención de migrantes unos 2600 proceden de El Salvador y Honduras, a donde no pueden ser repatriados por las condiciones de viaje establecidas por esos países como respuesta a la covid-19.
Desde el 23 de marzo, detenidos en cinco centros de migrantes iniciaron protestas y exigieron ser liberadas, por el temor a que el hacinamiento y las condiciones insalubres de esos establecimientos las expongan a ser infectadas por el nuevo coronavirus. Hubo al menos un muerto y decenas de heridos, según HRW.
Detenidos en un centro de Tapachula, en el sudoriental estado de Chiapas, iniciaron el 23 de marzo protestas con huelgas de hambre de grupos de hondureños y salvadoreños, las que fueron reprimidas por la policía, que usó mangueras, pistolas paralizantes, bastones y gas lacrimógenos, denunció la organización.
El 31 de marzo un grupo de detenidos hondureños y salvadoreños en un centro de Tenosique, en el vecino estado de Tabasco, iniciaron un incendio como acto de protesta contra el hacinamiento. Murió por asfixia un migrante guatemalteco y 14 otros centroamericanos sufrieron heridas.
De acuerdos con los informes de HRW, en las últimas dos semanas hubo protestas similares en otros tres centros de Tabasco y en Hermosillo, en el noroccidental estado de Sonora.
HRW recordó que según el grupo de trabajo de las Naciones Unidas sobre la detención arbitraria, esa medida es excepcional y debe aplicarse por un período breve y si se justifica por una finalidad legítima, como la expulsión inminente del país.
Si ese fin resulta imposible por un motivo ajeno al detenido, “incluyendo la no cooperación de la representación consular de su país”, la persona detenida “tiene que ser liberada para evitar una detención indefinida, la cual sería arbitraria”.
HRW agregó que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) “las personas privadas de libertad posiblemente sean más vulnerables al brote de la enfermedad del coronavirus que la población general, debido a las condiciones de confinamiento en las que conviven por períodos prolongados”.
En los centros mexicanos de retención “cientos de personas duermen y comen en espacios comunes y comparten baños. Es prácticamente imposible implementar medidas básicas para evitar un brote, como el distanciamiento social y el aislamiento de quienes tengan síntomas de enfermedades respiratorias”.
Si el coronavirus se cuela en esos establecimientos “puede propagarse con rapidez e infectar a detenidos y al personal del centro, que luego llevarían la enfermedad a la comunidad circundante”, advirtió HRW en su petitorio de liberación.
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