A la mexicana Olga le dijeron que todo el que venía hasta esta frontera, en la norteña Ciudad Juárez, y decía a los ‘gringos’ “venimos a pedir asilo, de volada (inmediato) lo dejaban pasar” a Estados Unidos.
“Ya vemos que no es así”, dice la mujer de 45 años, que lleva más de una semana durmiendo al aire libre, en un banco de la calle David Herrera Jordán, en el tramo que colinda con el Puente Internacional Paso del Norte, en esta fronteriza Ciudad Juárez, junto a decenas de desplazados que llegan, en su mayoría, de los estados de Michoacán, Guerrero y Zacatecas.
Huyó de la violencia en su comunidad, conocida como La Ruana, del municipio de Buenaventura, en Michoacán, acompañada de dos hijos, una hija y su yerno. Solo traen lo que llevan puesto y una bolsa con sus documentos oficiales.
“Teníamos miedo de que nos dieran un pinche balazo”, dice Olga mientras permanece sentada sobre colchonetas y cartones, con uno de sus hijos, de 13 años, recostado sobre sus piernas.
La mujer comenta que ha subido con sus hijos como siete veces a la joroba del puente –ubicado en la zona centro–, hasta donde se encuentran oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, en inglés), pero los regresan, les piden que esperen de este lado, no saben cuánto tiempo.
Junto a ella hay hombres, mujeres, adolescentes y niños. Permanecen día y noche, bajo el sol o la lluvia, sentados o acostados sobre colchones delgados y cobertores que les han otorgado oficiales del Grupo Beta, del Instituto Nacional de Migración, personal de la Cruz Roja y grupos ciudadanos.
Comen en la calle lo que les regalan o lo pueden comprar, pagan hasta cinco pesos (0,20 dólares) por usar un baño público y desconfían de los que se acercan para conocer su situación. Tienen en su contra el clima, que en esta temporada la temperatura se pone fría por la madrugada y hay días con lluvia.
Este mismo panorama se observa en calles aledañas a las garitas de los puentes Córdova-Américas y Zaragoza, a donde los desplazados de zonas del interior del país, asoladas por la violencia, han arribado e instalado su campamento en espera de cruzar a Estados Unidos.
Huyen de la violencia, de la inseguridad y denuncian que el gobierno no los protege en sus comunidades, asegura Cristina Coronado Flores, de la Casa del Migrante e integrante de la Iniciativa Juárez que está enfocada en atender a los migrantes mexicanos que buscar salir del país por esta frontera.
En esa condición se estima que hay unos mil migrantes mexicanos apostados en los accesos a los puentes internacionales, de acuerdo con datos proporcionados por Enrique Valenzuela Peralta, coordinador general del Consejo Estatal de Población (Coespo).
El éxodo de connacionales ha sorprendido y rebasado a las autoridades de los tres niveles de gobierno en México (municipal, regional y nacional), quienes el sábado 21 fueron convocadas por grupos de la sociedad civil que se unieron y autodenominaron Iniciativa Juárez, para que ayuden atender la situación que consideran se ha convertido en una crisis.
“En los últimos días, el arribo de migrantes mexicanos instalados cerca de los puentes se ha triplicado y convertido en una crisis, por lo que se busca cómo colaborar para que mexicanos tengas derecho que merecen”, expone Oscar Cantú, vocero de Iniciativa Juárez en la conferencia de prensa ofrecida este sábado.
“Se busca trabajar entre sociedad civil y tres órdenes de gobierno para atender esta situación emergente de casi 1.000 desplazados y hemos llegado a un acuerdo”, menciona el también dueño del periódico Norte Digital.
Lo hace tras la reunión en la que estuvo Juan Carlos Loera de la Rosa, coordinador estatal del Gobierno Federal en Chihuahua, Ariadna Montiel, subsecretaria de Bienestar; Enrique Valenzuela Peralta, de Coespo; así como representantes del municipio y del Congreso del Estado. El coordinador de la iniciativa es Manuel Sotelo, empresario transportista, se informó.
Loera de la Rosa asegura que el problema es complejo, principalmente porque los migrantes no quieren retirarse del área de los puentes internacionales y no se les puede obligar que se trasladen a un refugio, se les tiene que respetar su libertad de tránsito.
Los compromisos establecidos este sábado son atender a los migrantes mexicanos con recursos del fondo emergente creado para atender la crisis de migrantes extranjeros, proveerles de un techo y atender las causas que origina este flujo, comenta.
Los orígenes del desplazamiento son diversos, dice Loera de la Rosa, y explica que además de la violencia, está el engaño por parte de traficantes de personas y las intenciones de muchos de ellos de reunificarse con familiares que están establecidas del otro lado de la frontera.
Los integrantes de la Iniciativa Juárez pidieron a los representantes de los gobiernos intervenir con los gobernadores de los estados de origen de los desplazados para que atiendan la problemática.
Cantú dice que por ahora se van a concentrar en proveer a los migrantes mexicanos colchones, comida, agua, baños portátiles y de servicios médicos.
“Estamos atendiendo la parte humanitaria… como mexicanos tiene derecho y su límite es el borde (fronterizo)”, explica a su vez Coronado.
“No quieren dejar el puente, siendo mexicanos, no se les puede obligar a que estén o vayan a determinado lugar, no quieren retirarse porque no quieren perder el turno en el que ellos piensan que serán atendidos, pero no existe un mecanismo formal por parte de CBP que permita a nosotros tener una administración de los flujos y ordenar adecuadamente para que no se salga esto de control” agrega Cantú.
Hace unas semanas, la Coespo dio a conocer que había un cambio en flujo de migrantes que llegan a esta frontera, donde disminuyó el arribo de extranjeros, pero repuntó la presencia de connacionales que buscan refugio en Estados Unidos.
Incluso los mexicanos se convirtieron en la segunda nacionalidad que más demanda la protección del país vecino, solo por debajo de los cubanos, de acuerdo con datos proporcionados por el Consejo Estatal de Población.
Sobre esa tendencia migratoria, Rodolfo Rubio, investigador en el Colegio Chihuahua (Colech) y estudioso de movimientos de migrantes, asegura que hay una preocupación, porque ese grupo no estaba contemplado en el esquema que se activó para atender a las personas que llegan de otros países para solicitar asilo en Estados Unidos.
Por eso, dice, actualmente ese fenómeno es analizado por un grupo interdisciplinario de académicos e investigadores sociales y autoridades de tres niveles de gobierno para establecer estrategias de atención a mexicanos que buscan cruzar a Estados Unidos.
Hasta ahora las autoridades dicen que desconocen si hay un esquema bajo el cual sus contrapartes estadunidenses reciben a los mexicanos.
Pero algunos de los migrantes entrevistados en las calles aledañas a los puentes, donde han instalado campamentos improvisados, aseguran que muchos han cruzado, los han dejado pasar cuando llegan hasta donde están ‘los gringos’ y les dicen que quieren asilo, aunque también los regresan para que esperen su turno de este lado.
Cuentan que los oficiales de Estados Unidos les manda llamar con gente que está en los puentes, van y los dejan pasar, pero no es siempre.
Algunos de las personas que llegaron de comunidades del interior del país dicen que no se quieren mover del lugar porque cuando lo han hecho, para ir a pasar la noche con la Casa del Migrante, al regresar al puente se dan cuenta que se dejó pasar a unos y ellos pierde su lugar.
Debido a ello se han organizado y levantan una lista donde se apuntan conforme se suman al campamento en los tres cruces internacionales. Tal y como ocurrió en octubre pasado con los migrantes extranjeros y que, de acuerdo con el documento, que ahora administra la Coespo, al 9 de septiembre sumaban 18.866 anotados, de los cuales 6.214 aún aguardan aquí para cruzar. El tiempo de espera estimado para ellos es de 260 días, se informó.
Hasta ahora, las autoridades estadunidenses no han comunicado de manera oficial nada sobre este flujo de migrantes mexicanos que arriba hasta sus garitas para solicitar asilo.
Sin embargo, el Fideicomiso de Puentes Fronterizos de Chihuahua informó a través de un comunicado que el director de Operaciones de Campo de Aduanas y Protección Fronteriza en El Paso, Héctor A. Mancha, les dio a conocer que en los próximos días, sin precisar la fecha, se iniciará con la atención de familias mexicanas solicitantes de asilo y que para ello se utilizarán exclusivamente las oficinas que tiene a su cargo en el Puente Internacional Paso del Norte.
Este artículo fue publicado originalmente por En el Camino, un proyecto de Periodistas de a Pie . IPS-Inter Press Service tiene un acuerdo especial con Periodistas de a Pie para la difusión de sus materiales.
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