La municipalización y descentralización territorial se va a profundizar con la nueva Constitución de Cuba, en una de las reformas más importantes que se perfilan en el texto y con la que se pretende impulsar el desarrollo socioeconómico interno.
El anteproyecto, actualmente sometido a un proceso de consulta popular, confiere mayor autonomía al municipio, incluida la elección de sus autoridades y facultad para decidir sobre el uso de sus ingresos.
Especialistas confían que el nuevo enfoque creará condiciones para el despliegue de la descentralización municipal, el desarrollo económico y la participación ciudadana.
Este proceso es de interés para instituciones cubanas que desde hace años trabajan en el desarrollo local y para sectores de la colaboración internacional que, como la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude), ejecutan proyectos que benefician especialmente a municipios de esta nación caribeña.
“Trabajamos mucho en iniciativas que tienen que ver con el desarrollo local, y en el caso de Cuba con la agricultura local”, confirmó, en entrevista con IPS, Peter Tschumi, director residente de cooperación internacional de Cosude. “El enfoque siempre es en consulta con el gobierno cubano”, aclaró.
La Cosude, a cargo de la cooperación internacional en el Departamento Federal de Asuntos Exteriores del gobierno de Suiza, asume como principal compromiso contribuir a un mundo sin pobreza, en paz y con desarrollo sostenible. En ese contexto orienta sus esfuerzos en países de África, Asia, Europa y América.
“Desde los años 1960 y 1970, Suiza tiene un programa sustancial para América Latina. Queríamos expandir nuestra incidencia en esta región por las dinámicas político-económicas y la solidaridad hacia Latinoamérica. En el caso de Cuba, empezamos poco a poco”, indicó.
La Cosude llegó a Cuba en 1997 con iniciativas humanitarias y en el sector médico.
En el año 2000 estableció su oficina de cooperación en La Habana y pasadas casi dos décadas, su presencia abarca prácticamente todo el territorio insular cubano. Actualmente presta colaboración en 98 de los 168 municipios del país, con alcance en las 15 provincias cubanas,
El desarrollo local es un concepto general que incluye acceso a alimentos, avance económico y temas de participación, género y equidad. “En Cuba tenemos muchas iniciativas que han brindado resultados, aunque nos enfocamos aún más en esta estrategia en el período 2017-2021”, puntualizó Tschumi.
La oficina de Cosude en La Habana maneja un presupuesto equivalente a 11,7 millones de dólares anuales para sus proyectos en la isla.
En 2013, el parlamento suizo eligió a Cuba como país prioritario para la cooperación internacional y en 2016 decidió continuar ese respaldo, que acompaña el proceso de reformas iniciado en 2008 y el fortalecimiento de proyectos con énfasis en la gestión participativa e inclusiva.
“La cooperación proviene de impuestos del pueblo suizo y esa decisión es una muestra de la solidaridad con el pueblo cubano”, señaló Tschumi. Suiza reconoce a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible como marco orientador de su colaboración y entre otros objetivos propicia el mejoramiento de las condiciones de vida.
Al abundar en el tema del apoyo a nivel municipal, recordó que su país es un estado federal y exhibe una descentralización casi única en el mundo. “Desde hace años, hemos enviado delegaciones cubanas para estudiar el modelo suizo; no para exportar el modelo, sino para inspirar y ayudar a buscar su propia solución”, señaló.
El acceso a los alimentos figura entre las prioridades de las iniciativas de Cosude en Cuba. Según sus datos, entre 2010 y 2016 se registró un aumento anual medio de 10,7 por ciento en la producción agrícola de 40 municipios beneficiados con la cooperación suiza.
“Hay mucho potencial, pero hay que agilizar la agricultura. Cuba tiene objetivos sociales muy altos, nutrición infantil, de personas en desventaja y para satisfacerlos necesita una agricultura sólida. En Suiza decimos: primero hay que hornear el queque antes de distribuirlo”, señaló Tschumi.
Agregó que uno de sus objetivos estratégicos en la nación caribeña es lograr proyectos que no solo sean financiados por Suiza, sino con apoyos e iniciativas locales cubanas, para que sean sostenibles y tengan un alcance mayor.
“Tenemos muchas experiencias en estos 20 años, pero también muchas lecciones aprendidas y buenas prácticas que aplicamos en algunas provincias y municipios, las cuales se puede aprovechar más para el país, aplicar a nivel nacional y cambiar políticas públicas”, comentó.
Entre los muchos ejemplos de “buenas prácticas”, mencionó Biomás, un proyecto que demuestra que es posible combinar la producción de biocombustibles y la de alimentos.
“Somos líderes en Cuba con los proyectos que apoyamos para producir biogás y también biodiésel a partir de la Jatropha curcas (árbol cuyas semillas se extrae aceite para biocombusibles)”, afirmó el diplomático.
Desde sus diferentes iniciativas, Cosude contribuye a la equidad de género, al fortalecimiento de capacidades municipales y la gestión participativa del centro histórico habanero y estrategias locales del hábitat entre otras áreas de importancia para la sociedad cubana.
“Siempre hay interacción con los actores locales. Trabajamos con la Federación de Mujeres Cubanas, la Unión Nacional de Juristas, la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades, el Cenesex (Centro nacional de educación sexual), el Ministerio de Comercio Exterior y en temas que están en debate para la nueva Constitución”, indicó Tschumi.
En la actualidad, la Cosude trabaja con autoridades cubanas en la preparación de un vasto proyecto de formación técnico – profesional que incluye el objetivo social de capacitación y el económico de articular a los capacitados con el mercado laboral. También abarca el apoyo a la actualización de la educación técnica profesional.
En opinión del director residente, se necesita más flexibilidad y permeabilidad en el sistema para gente que sale de la educación normal, secundaria y quienes ingresan en la Universidad.
La idea también incluye intercambios internacionales, en lo cual se piensa trabajar en colaboración con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.[related_articles]
La inserción de Cosude en dinámicas y procesos nacionales relevantes para el país incluye el cambio climático, cuyo impacto es extremadamente preocupante para las naciones caribeñas. “Para nosotros es una de las orientaciones estratégicas a nivel mundial y tenemos recursos, incluido en Cuba”, dijo Tschumi.
En ese sentido, recordó que este país insular es vulnerable ante sequías y huracanes. “En la agricultura, por ejemplo, continuamente adaptamos nuestras actividades para prever y mitigar los daños”, dijo. Por medio del proyecto Hábitat, la Cosude ha apoyado la construcción de viviendas más resistentes.
Estudios científicos ratifican que el clima de Cuba es cada vez más cálido y extremo y en abril de 2017, el gobierno cubano lanzó su plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático, denominado oficialmente Tarea Vida. Esta estrategia multisectorial pone especial acento en la prevención y la resiliencia.
“En mi opinión, que Cuba sea resiliente ante el cambio climático es decisivo para el país y su desarrollo”, alertó Tschumi, quien recordó los cuantiosos daños económicos de estos eventos, de los cuales “cada vez cuesta más recuperarse (….) Hay que prever, adoptar medidas fuertes para contrarrestar los perjuicios”, indicó.
Con aportes de Ivet González desde La Habana.
Edición: Estrella Gutiérrez