Puede resultar extraño, pero científicos y expertos aseguran que las aplicaciones nucleares en agricultura y, por lo tanto, en la producción de alimentos, promueven la seguridad alimentaria. ¿Pero cómo funciona?
Las aplicaciones nucleares en agricultura se basan en el uso de técnicas de radiación y de isótopos para combatir plagas y enfermedades, aumentar la producción, proteger los recursos hídricos y terrestres, y garantizar la seguridad alimentaria y la autenticidad, así como aumentar la producción de animales.
Tanto la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) como la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) amplían el conocimiento y mejoran la capacidad en esta área desde hace 50 años.
Cambio climático
El cambio climático, que se traduce en el aumento del nivel del mar, el derretimiento de los glaciares y la alteración de los sistemas fluviales y que exacerba la vulnerabilidad de grupos sociales particulares y de sectores económicos, altera seriamente la seguridad alimentaria.
También modifica la distribución, la incidencia y la intensidad de pestes y enfermedades de plantas y animales terrestres y acuáticos.
“La mayoría de los países en desarrollo ya están soportan una enorme carga de enfermedades, y tanto los países en desarrollo como los más desarrollados, pueden verse afectados por nuevas enfermedades emergentes”, señalan.
“Es fundamental que los sistemas agrícolas globales sean resilientes a estos cambios para colaborar con los esfuerzos globales tendientes a lograr la seguridad alimentaria global”, añade.
Las dos agencias asisten a los países a desarrollar capacidades para optimizar el uso de técnicas nucleares y hacer frente y mitigar las consecuencias del recalentamiento global en los sistemas agrícolas y en la seguridad alimentaria.
Las técnicas nucleares pueden elevar la tolerancia de los cultivos a la sequía, la salinidad o las pestes, reducir los gases de efecto invernadero y elevar el secuestro de carbono de los sistemas agrícolas.
También pueden rastrear y controlar las plagas y enfermedades animales, ajustar la alimentación animal para reducir las emisiones contaminantes y mejorar la reproducción, además de optimizar la gestión de recursos naturales a través del seguimiento mediante isótopos del suelo, el agua y los cultivos y el suministro de información esencial para evaluar los cambios de ecosistemas y para realizar modelos que sirvan a los pronósticos.
El resultado de “usar ciencias nucleares para alimentar al mundo” llevó a logros significativos, aseguran.
Siete ejemplos
La FAO presenta siete ejemplos de cómo la tecnología nuclear mejora la alimentación y la agricultura.
1. Productividad animal y salud
La tecnología nuclear y otras han marcado la diferencia en la mejora de la productividad ganadera, el control y la prevención de las enfermedades animales trasfronterizas y en la protección del ambiente.
Camerún usa tecnología nuclear de forma efectiva en la reproducción de animales, cría, inseminación artificial y programas de control de enfermedades.
Al cruzar Bos indicus y Bos taurus (dos razas locales), los agricultores triplicaron la producción de leche, de 500 a 1.500 litros, y generaron unos 110 millones de dólares de ingresos adicionales por año para los productores.
Otro programa disminuyó de forma drástica la incidencia de la brucelosis, una enfermedad contagiosa que puede transmitirse de animales a humanos, bebiendo leche sin pasteurizar o comiendo carne mal cocida de animales infectados.
2. Suelos y agua
Las técnicas nucleares se usan en muchos países para ayudar a mantener la salud de los sistemas de suelo y agua, fundamentales para garantizar la seguridad alimentaria para la creciente población mundial.
Por ejemplo, en Benin, un programa de 5.000 agricultores aumentó la producción de maíz en 50 por ciento y disminuyó el volumen de fertilizantes utilizados en 70 por ciento con técnicas que facilitan la fijación de nitrógeno.
Asimismo, las técnicas nucleares permiten a los agricultores maasai en Kenia organizar la irrigación a pequeña escala, duplicar la producción de verduras, a la vez que solo aplicar 55 por ciento del agua que normalmente se aplicaría utilizando el riego tradicional manual.
3. Plagas
La técnica de insectos estériles derivada de la técnica nuclear implica la cría masiva y la esterilización de insectos machos antes de liberarlos en las zonas infestadas.
De esa forma se suprimen y se eliminan de forma gradual las plagas ya existentes o se impide la introducción de especies invasivas, y es más seguro para el ambiente y la salud humana que los pesticidas tradicionales.
Los gobiernos de Guatemala, México y Estados Unidos usan la técnica de esterilización desde hace décadas para evitar la propagación de la mosca mediterránea de la fruta a México y Estados Unidos.
Además, Guatemala envía cientos de millones de moscas macho esterilizadas a la semana a los estados estadounidenses de California y Florida para proteger cultivos valiosos, como los cítricos. Al no poder reproducirse, es realmente el mejor control de la natalidad de los insectos.
4. Seguridad alimentaria
La seguridad alimentaria y los sistemas de control de calidad deben ser sólidos a escala nacional para facilitar el comercio de alimentos sanos y combatir el fraude alimentario, que le cuesta a la industria alimentaria más de 15.000 millones de dólares al año.
Las técnicas nucleares ayudan a las autoridades nacionales en más de 50 países a mejorar la seguridad alimentaria al atender el problema de residuos dañinos y contaminantes en los comestibles y mejorar los sistemas de trazabilidad con análisis de isótopos estables.
Por ejemplo, los programas científicos en Pakistán, Angola y Mozambique ahora permiten realizar análisis de residuos de fármacos veterinarios y contaminantes en productos animales.
Ya hay 50 instituciones pakistaníes de exportación y producción de alimentos que se benefician de las capacidades de los nuevos laboratorios, que ayudan a garantizar que cumplen con los estándares internacionales y mejoran la reputación del país en el comercio internacional de alimentos.[related_articles]
5. Respuesta de emergencia
La radiactividad está presente en todo lo que nos rodea, desde el sol hasta el cielo. Pero de haber un incidente nuclear o una emergencia, es fundamental comprender el movimiento de la radiactividad en el ambiente para prevenir o aliviar el impacto en los productos agrícolas.
Durante el accidente nuclear en Japón en 2011, la FAO y la AIEA crearon una extensa y fiable base de datos sobre alimentos contaminados con radioisótopos, que respaldó el intercambio de información y facilitó las acciones de seguimiento apropiadas para proteger a los consumidores, el sector agroalimentario y el mundo, en general.
6. Cambio climático
El sector agrícola usa tecnología nuclear y otras relacionadas para adaptarse al cambio climático aumentando la eficiencia en el uso de recursos y la productividad de forma sostenible.
El programa de cruza derivado de la tecnología nuclear en Burkina Faso es un gran ejemplo de la ayuda que ofrece a los ganaderos para realizar una cría más productiva y resiliente al cambio climático.
Está sustentado por evaluaciones genéticas en cuatro laboratorios con científicos capaces de usar tecnología asociada a una alimentación que ofrece al ganado más grande y productivo los nutrientes necesarios.
7. Hambruna estacional
Los programas de reproducción de cultivos usan tecnología nuclear para ayudar a los países vulnerables a garantizar la seguridad alimentaria, adaptarse al cambio climático e incluso hacer frente a la hambruna estacional.
Las nuevas variedad mutantes acortan el proceso de crecimiento, lo que permite a los agricultores plantar variedades adicionales durante la temporada de cultivo.
En los últimos años, los agricultores del norte de Bangladesh utilizan una variedad de arroz mutado de rápida maduración llamada Binadhan-7, que madura 30 días más rápido que el arroz normal, lo que le da tiempo a los agricultores de cosechar otros cultivos y verduras en la misma temporada.
Ahora que sabe que los alimentos fueron nuclearizados, ¡disfrute su comida!
Traducido por Verónica Firme