América Latina y el Caribe solo es superada por África en términos de producción y uso por persona de capital vegetal, según un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El documento de la FAO, titulado La transición del carbón, destaca que la región produjo cerca de 8,9 millones de toneladas de carbón en 2015, solo por detrás de África, que produjo 32 millones de toneladas, 62 por ciento del total.
Brasil no solo es el mayor productor en la región, sino el país que produce más carbón vegetal en todo el mundo: generó 6,2 millones de toneladas en 2015, 12 por ciento de la producción global.
Más de 90 por ciento del carbón derivado de la madera en Brasil es utilizado por el sector industrial, con la metalurgia utilizando 80 por ciento del total.
En otros países de la región, en cambio, el carbón se utiliza sobre todo en la industria de los alimentos y en los hogares.
Carbón y emisiones de gases de efecto invernadero
Según el informe de la FAO, en 2010, cerca de siete por ciento de las necesidades energéticas primarias de América Latina fueron cubiertas con energía proveniente de la madera.
En 2010, América Latina y el Caribe emitió 371 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono (Mt CO2), por el uso de madera y carbón. De ese total, 297 millones de toneladas provinieron de la madera y 74 millones de toneladas de CO2 por el uso y producción de carbón.
La FAO llamó a los gobiernos a crear un entorno político propicio y un clima de inversión atractivo para la transición a un sector más ecológico del carbón vegetal.
Según el estudio La transición del carbón, a nivel global, un cambio de estufas u hornos tradicionales a hornos modernos y eficientes para la producción de carbón podría reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en 80 por ciento.
La transición desde cocinas tradicionales a otras mejoradas de última generación podría reducir las emisiones en alrededor de 60 por ciento a nivel global.
«Es importante asegurar que la fuente de madera para producción de carbón, sea sostenible, lo que implica dejar de talar bosques nativos para producir energía», explicó Jorge Meza, oficial Forestal de la FAO.
Bosques en América Central, importante fuente energética
Cerca de la mitad de la población en América Central, aproximadamente 22,5 millones de personas, dependen de la leña y el carbón para satisfacer sus necesidades energéticas básicas. De acuerdo a la FAO, el consumo de leña en América Central en 2013 fue de 42,5 millones de metros cúbicos.
El mayor porcentaje del consumo de leña es para cocinar los alimentos y en menor proporción se utiliza como calefacción y en la pequeña industria.
La leña es la fuente primaria de energía para las familias rurales de Guatemala, Honduras y Nicaragua, con aproximadamente 18 millones de habitantes dependiendo de este recurso.
Según el Perfil Ambiental y Sistema de Cuentas Ambientales de Guatemala, 95 por ciento de la madera consumida en dicho país se extrae de forma no controlada. De este volumen, 76 por ciento se usa para leña y 24 por ciento para otros usos.
El gobierno de Guatemala ha desarrollado planes de uso sostenible de leña y una estrategia y política nacional para el uso sostenible de este recurso energético, a cargo del Instituto Nacional de Bosques.
En Honduras, el consumo de leña cubrió 43 por ciento de la matriz energética del país en el periodo 2005-2011.
El Gobierno de dicho país impulsa el programa social “Vida Mejor” que fomenta el uso de ecofogones, destinando 20 millones de dólares anuales para proveer de fogones limpios a 800.000 familias pobres hasta 2018, para reducir los impactos negativos del uso no eficiente de leña en la salud humana y al medioambiente.
Estado de los recursos forestales en la región
Según la FAO, América Latina y el Caribe tiene 935,5 millones de hectáreas de bosques, el 23,4 por ciento de la superficie boscosa del mundo, lo que representa 36 por ciento de las reservas globales de carbono en biomasa viva (107 gigatoneladas)
Cincuenta por ciento de estos recursos son bosques primarios, 48 por ciento son bosques regenerados de manera natural y dos por ciento son plantaciones.
El panorama es muy diferente a nivel subregional, mientras que 45 por ciento de los bosques de Mesoamérica son primarios y 54 por ciento de la Amazonia, solo tres por ciento de los bosques del Caribe son bosques primarios, porcentaje que alcanza 15 por ciento en América del Sur.
La mayor parte de los bosques en el Caribe y la Amazonia son de propiedad pública, mientras que en Mesoamérica y el Cono Sur prima la propiedad privada. Según la FAO, solo 15 por ciento de los bosques de la región tienen plan de manejo.
Este artículo fue publicado originalmente por la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe. IPS lo distribuye por un acuerdo especial de difusión con esta oficina regional de la FAO.
Revisado por Estrella Gutérrez