Asia Pacífico busca atraer jóvenes a la agricultura con tecnología

El presidente del Banco de Desarrollo Asiático, Takehiko Nakao, en el Foro de Seguridad Alimentaria en Manila. Crédito: Diana G. Mendoza/IPS.
El presidente del Banco de Desarrollo Asiático, Takehiko Nakao, en el Foro de Seguridad Alimentaria en Manila. Crédito: Diana G. Mendoza/IPS.

El problema de la falta de interés de los jóvenes en la agricultura es cada vez más preocupante. Pero numerosos especialistas coincidieron en Asia Pacífico que si estos pudieran sentir la emoción de cuidar plantas para producir alimentos y tuvieran sus aplicaciones y sus programas informáticos les resultaría más atractivo y sería más fácil garantizar la seguridad alimentaria.

La posibilidad de atraer jóvenes y de utilizar la tecnología fue planteada por Hoonae Kim, director para Asia Pacífico del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (Fida), y Nichola Dyer, responsable del Programa Global de Agricultura y Seguridad Alimentaria (GAFSP), dos de los panelistas que participaron en el Foro de Seguridad Alimentaria, organizado por el Banco de Desarrollo Asiático (BDA).

El foro, realizado del 22 al 24 de este mes en la sede de esa institución en esta capital de Filipinas, reunió a 250 representantes de gobierno y organismos intergubernamentales como instituciones de desarrollo bilateral y multilateral, sector privado, centros de investigación y desarrollo y organizaciones de la sociedad civil.

“Hay 700 millones de jóvenes en Asia Pacífico. Si les damos poder, voz y acceso al crédito, se interesarán en todas las áreas relacionadas con la agricultura”, aseguró Kim en el foro donde se compartieron ideas sobre cómo alimentar a 3.740 millones de personas en esta región a la vez que se cuida del ambiente.

La directora general de IPS, Farhana Haque Rahman, moderó la mesa redonda de líderes dedicada al futuro de la alimentación. Crédito: Banco de Desarrollo Asiático.
La directora general de IPS, Farhana Haque Rahman, moderó la mesa redonda de líderes dedicada al futuro de la alimentación. Crédito: Banco de Desarrollo Asiático.

Dyer señaló, en base a datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que se pierden 1.300 millones de toneladas de alimentos al año en el mundo, por lo que “tenemos que estudiar cómo incluir al sector privado y a la sociedad civil para asegurarnos de que la falta de políticas reciba la mejor tecnología que se pueda aplicar”.

“Hay una gran necesidad de apoyar a los países que promueven la agricultura climáticamente inteligente, tanto desde el punto de vista económico como técnico como una forma de introducir las nuevas tecnologías”, explicó.

La Comisión Económica y Social de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Asia Pacífico estimó en 2014 que la región tenía 750 millones de jóvenes entre 15 y 24 años, 60 por ciento de los que hay en todo el mundo.

Una gran proporción de ellos viven en áreas desarrolladas desde el punto de vista social y económico, 78 por ciento concluyen la educación secundaria y 40 por ciento llegan a la terciaria.

Directora general de IPS, Farhana Haque Rahman. Crédito: Banco de Desarrollo Asiático.
Directora general de IPS, Farhana Haque Rahman. Crédito: Banco de Desarrollo Asiático.

“Muchos jóvenes asiáticos optan por emigrar en busca de una vida mejor y son renuentes a dedicarse a la agricultura porque prefieren las ciudades donde la vida es más conveniente”, señala un informe elaborado en 2015 por la Asociación de Agricultores Asiáticos para el Desarrollo Rural Sostenible (AFA, en inglés).

“En Filipinas, la mayoría de las familias rurales quieren que sus hijos tengan empleos mejor remunerados en las ciudades o en el extranjero, pues la agricultura está más asociada a la pobreza”, explica el informe “Un futuro viable: atrayendo a los jóvenes hacia la agricultura”.

El foro del BDA también se concentró en la difícil situación que atraviesan los agricultores, la mayoría son personas mayores y cada vez hay menos y con pocas esperanzas de encontrar un reemplazo entre las generaciones más jóvenes, incluso entre sus propios hijos.

Los agricultores, y en especial los que no son propietarios, son pequeños cultivadores que están entre los sectores más marginados de las sociedades.

Estrella Penunia, secretaria general de AFA, dijo que es fundamental “considerar a los pequeños agricultores como verdaderos socios en lo que respecta a las tecnologías sostenibles. Deben recibir incentivos y mejores condiciones de arrendamiento”.

El profesor David Morrison, de la Universidad de Murdoch, en Perth, Australia, subrayó que es hora de concentrarse en el aporte que pueden hacer la tecnología y los datos a la agricultura.

“La tecnología se utiliza para desarrollar datos y estos son una forma importante de cambiar comportamientos. Los datos necesitan ser analizados”, remarcó, antes de explicar que los gobernantes también deben comprenderlos para diseñar políticas basadas en la evidencia y pensadas en los agricultores y en los consumidores.

El presidente del BDA, Takehiko Nakao. Crédito: Banco de Desarrollo Asiático.
El presidente del BDA, Takehiko Nakao. Crédito: Banco de Desarrollo Asiático.

El presidente del BDA, Takehiko Nakao, remarcó que la agricultura necesita mejoras urgentes, como tecnología para la detección remota, diversificación de fertilizantes e insecticidas de origen orgánico o sustancias naturales.

También recordó que el banco comenzó a otorgar préstamos y asistencia al sector apenas dos años después de su fundación en 1966.

El BDA, que celebrará su 50 aniversario en diciembre de este año, es propiedad de 67 personas, 48 de ellas originarias de esta región. En 2015, la asistencia otorgada por el banco ascendió a 27.200 millones de dólares, incluida la financiación conjunta por unos 10.700 millones de dólares.

Su último acuerdo de asociación fue con el Instituto Internacional de Investigación del Arroz (IRRI, en inglés), con sede en Los Banos, en la localidad filipina de Laguna.

Nakao y el director general del IRRI, Matthew Morell, suscribieron un acuerdo durante el foro de este mes que se propone fomentar la seguridad alimentaria en Asia Pacífico aumentando la colaboración en la difusión de investigaciones y otros conocimientos sobre el papel de las tecnologías que contribuyen a la producción de alimentos para todos.[related_articles]

El acuerdo obliga a ambas instituciones a realizar consultas anuales para revisar y asegurar la correspondencia entre las actividades de colaboración, así como a desarrollar un programa de trabajo conjunto que difundirá el uso de la agricultura climáticamente inteligente y las tecnologías que permiten el ahorro de agua a fin de aumentar la productividad e impulsar la resiliencia de los sistemas de cultivo de arroz, además de minimizar la huella de carbono en su producción.

Otro acuerdo importante del BDA en materia agrícola fue con Camboya, en 2013, y fue una iniciativa de agricultura climáticamente inteligente llamada Programa de Comercialización de Arroz Resistente al Clima, que incluye la generación de semillas mejor adaptadas al clima de ese país.

El BDA comprometió 2.000 millones de dólares al año para cubrir la demanda de alimentos nutritivos, seguros y a un precio accesible en Asia Pacífico, con la perspectiva de un futuro apoyo a los recursos agrícolas y naturales con el fin de apoyar la inversión en tecnologías innovadoras de alto nivel.

Para 2025, la institución observa que en Asia Pacífico vivirán 4.400 millones de personas, que, como el resto de Asia, también registrará un aumento de población y de migraciones del campo hacia las ciudades, y que la tendencia llevará a la mejora de las opciones nutritivas y de alimentación, a la vez que se hará frente a un ambiente cambiante de temperaturas más elevadas y más desastres naturales que perjudicarán la producción agrícola.

Nakao también dijo que Asia sufrirá el impacto del cambio climático y el riesgo de desastres naturales en su esfuerzo por concretar los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

Por último, la institución indicó que las pérdidas de cultivos han representado 30 por ciento de la cosecha en Asia Pacífico; se pierden 42 por ciento de frutas y verduras y hasta 30 por ciento en granos entre el campo y el mercado por la falta de infraestructura adecuada, desde caminos, agua, energía, almacenes en el mercado y sistemas de transporte.

Traducido por Verónica Firme

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