Agricultura del Caribe busca hacer frente al cambio climático

Campesinas dedicadas a la agricultura en el Caribe se dedican a la fabricación de productos derivados. Las comunidades agrícolas soportan la disminución de las cosechas debido a la prolongada sequía, causada por el cambio climático. Crédito: Kenroy Ambris/IPS.
Campesinas dedicadas a la agricultura en el Caribe se dedican a la fabricación de productos derivados. Las comunidades agrícolas soportan la disminución de las cosechas debido a la prolongada sequía, causada por el cambio climático. Crédito: Kenroy Ambris/IPS.

El cambio climático representa una clara y creciente amenaza para la seguridad alimentaria en el Caribe por la variabilidad que presenta, como lluvias cambiantes, escasez de agua, estrés por el calor, entre otros, que dificulta a los agricultores la tarea de cuidar de sus cultivos y de sus animales.

Casi todos los países del Caribe experimentan sequías prolongadas, un desafío para la producción de alimentos en una de las regiones más vulnerables al cambio climático.

“El año pasado, la sequía se prolongó por cinco meses y afectó a 18.000 agricultores, costándole al sector agrícola unos 1.000 millones de dólares jamaiquinos. El cambio climático expresado en la sequía supuso un gran desafío”, subrayó Norman Grant, presidente de la Sociedad Agrícola de Jamaica (JAS), a IPS.

“Debido a la sequía, la producción local de cultivos disminuyó. Por ejemplo, en 2014, cayó debajo de tres o cuatro por ciento y fue un problema para la factura de importación de alimentos”, explicó.

El Caribe importa 5.000 millones de dólares de alimentos al año.

Grant habló con IPS en un encuentro destinado a desarrollar un enfoque empresarial para el sector agroalimentario de esta región y otros pequeños estados insulares pertenecientes a los países ACP, excolonias europeas en el Caribe, África y el Pacífico.

El Foro Agroalimentario del Caribe y el Pacífico estuvo organizado por el Centro Técnico para la Cooperación Agrícola y Rural (CTA), en colaboración con la Sociedad Agrícola de Barbados y el Instituto Interamericano para la Cooperación y la Agricultura (IICA), con apoyo del Programa de Cooperación Agrícola Intra-ACP.

Jethro Greene, coordinador jefe de la Red de Agricultores del Caribe (CaFAN, en inglés), dijo que el cambio climático plantea “todo tipo de desafíos” para ellos en la región.

“Hay condiciones climáticas ad hoc, hay sequías que no esperamos, lluvias que no esperamos, inundaciones que no esperamos. No se puede distinguir entre la estación de lluvias y la seca”, explicó Greene a IPS.

“Tratamos de concentrar la atención de la gente en el hecho de que los pequeños agricultores son más vulnerables que la mayoría y de que algunas de nuestras prácticas, como la rotación de cultivos y los cultivos asociados son más favorables en términos ambientales”, detalló.

“Por eso debe prestársele atención para ayudarnos a cementar y mejorar esas prácticas y seguir a partir de ahí”, añadió Greene.

Creada en en 2002, la CaFAN reúne a agricultores en los 15 países de la Comunidad del Caribe (Caricom) con el fin de representar a sus miembros y desarrollar programas y proyectos destinados a mejorar la vida de las personas y colaborar con todos los actores para generar un beneficio estratégico para ellos.

El ministro de Agricultura, Alimentación, Pesca y Gestión de Recursos Hídricos de Barbados, Esworth Reid, dijo que los pequeños estados insulares sienten los efectos del cambio climático y que el fenómeno es perjudicial para el sector agrícola por los prolongados períodos de sequía.

“Respecto de la mitigación de los efectos del cambio climático, el Ministerio colabora y trabaja estrechamente con otros países del Caribe a través del Instituto Caribeño de Meteorología e Hidrología”, indicó Reid.

También coopera con “otras agencias internacionales y regionales en proyectos de adaptación, sistemas de alerta temprana para el desarrollo de la resiliencia y el fortalecimiento de la información sobre el clima”, acotó.

“Todo se hace para permitirnos a todos los países estar mejor preparados para lidiar con el surgimiento de problemas climáticos a corto plazo, como huracanes e inundaciones, y los efectos a largo plazo del cambio climático, como la elevación del nivel del mar y las sequías prolongadas”, añadió.

La representante del IICA en Barbados, Ena Harvey, dijo que las consecuencias del cambio climático representan uno de los mayores desafíos para la agricultura del Caribe.

“Hay sequías y escasez de agua que afectan a la producción de cultivos y de animales. De hecho, este año se murieron muchos de nuestros animales porque no tenían agua”, explicitó.

Pero Harvey, quien también coordina la administración para el Caribe, dijo que el IICA se concentra mucho en la innovación y la tecnología, no solo para aliviar los perjuicios del cambio climático, sino también para construir resiliencia.

“Trabajamos con los jóvenes y hasta con los agricultores más veteranos para introducir tecnología de invernadero y buscamos nuevos métodos de apicultura”, añadió.

Por su parte, JAS y el Ministerio de Agricultura de Jamaica implementaron medidas para reducir el impacto del recalentamiento planetario, como la distribución de agua entre los agricultores.

“Buscamos ampliar nuestro parque agrícola con infraestructura para la irrigación, y toda la cuestión de la cosecha de agua de lluvia y la construcción de minirepresas (hidroeléctricas) son algunas de las áreas que exploramos”, indicó Grant.[related_articles]

“Cada vez cultivamos más con tecnología de invernadero e hidroponia; son algunas de las estrategias que implementamos para atenuar el cambio climático, pero es una seria limitación que necesita acciones urgentes en la región”, remarcó.

La agricultura y el uso de la tierra tendrán un interés primordial en las negociaciones de la 21 Conferencia de las Partes (COP21) de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC), que se realizará desde el 30 de este mes al 11 de diciembre, en París.

“El gran desafío desde nuestra perspectiva es que muchos de los problemas de la agricultura no se reflejaron en el texto de las discusiones que hubo hasta ahora”, señaló el director del CTA, Michael Hailu, en diálogo con IPS.

“En las discusiones tratamos de llevar las preocupaciones de los agricultores y de la comunidad agrícola a las negociaciones de la COP21”, indicó Hailu, quien agregó que gran parte de las Contribuciones Previstas y Determinadas a nivel Nacional, en especial de los países africanos tienen un fuerte componente agrícola.

También indicó que el CTA tendrá representación en la COP21 y organizará foros paralelos con instituciones asociadas, a los que invitará a los negociadores para asegurarse de que estén al tanto de las preocupaciones de la comunidad agrícola y de que esos asuntos se pongan en la mesa para incluirlos en el acuerdo.

La agricultura climáticamente inteligente se considera importante para la seguridad alimentaria, la adaptación y la mitigación en el Caribe.

Y si bien la CMNUCC puede crear una política internacional sobre cómo incorporar la agricultura a los futuros acuerdos climáticos, la mayor parte de las políticas deben proceder del ámbito nacional, regional y continental.

La COP21 será una conferencia fundamental, pues deberá lograr un nuevo acuerdo internacional vinculante en materia climática, aplicable a todos los países, con el fin de mantener el aumento de la temperatura promedio del planeta por debajo de los dos grados centígrados.

Traducido por Verónica Firme

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