Tres palestinos resultaron heridos cuando fuerzas navales israelíes abrieron fuego contra barcos de pesca frente a las costas de Al Sudaniyya, en el norte de la Franja de Gaza, elevando a 15 el número de agricultores y pescadores baleados por la Armada de Israel.
Israel restringe el trabajo de los pescadores de Gaza a una zona de tres millas náuticas de la costa de Gaza. Sin embargo, incluso dentro de esa zona la Armada israelí hirió o mató a varios trabajadores, o destruyó o confiscó a sus barcos.[pullquote]3[/pullquote]
Como la mayoría de los bancos de pesca están mar adentro, la industria pesquera de Gaza ha sido diezmada y miles de gazatíes privados de los medios para mantener a sus familias.
Los agricultores que tratan de acceder a sus campos agrícolas dentro de la zona de separación de la frontera con Israel, que varía de los 500 metros a un kilómetro, también son blancos habituales de las fuerzas israelíes, que los hieren y, en ocasiones, hasta los matan.
Las limitaciones israelíes a las exportaciones gazatíes también perjudicaron a dos de los principales mercados de Gaza, la ocupada Cisjordania e Israel.
Los productos agrícolas y bienes manufacturados eran la base de la economía del territorio costero antes de que Israel y Egipto impusieran el bloqueo a Gaza.
Tras el conflicto armado en julio y agosto de 2014, entre el movimiento islámico Hamás e Israel, que supuso el bombardeo inclemente al territorio palestino por militares de Tel Aviv, una de las condiciones para el alto el fuego fue la flexibilización del bloqueo.
Aunque Israel permitió algunas exportaciones gazatíes, las mismas no alcanzan para revitalizar a la alicaída economía.
Analistas y comentaristas políticos advirtieron en repetidas ocasiones que el continuo asedio y las restricciones de Israel sobre Gaza podrían desestabilizar aún más a la región, lo que provocaría más violencia y, posiblemente, una nueva guerra.
Un informe sobre la situación realizado por el Comité Ad Hoc de Enlace de la Oficina del Representante del Cuarteto de Paz para Medio Oriente, integrado por Estados Unidos, Rusia, la Organización de las naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea, fue difundido tras una reunión celebrada en Bruselas el 27 de mayo.
«Más de un año después de la ruptura de las conversaciones entre Israel y los palestinos, aún no existe un horizonte político tangible a la vista», advirtió el informe.
«El último año nos recordó en varias ocasiones no solo dónde persisten los focos de tensión y las dificultades, sino también que, en ausencia de un horizonte político, el vacío se llena rápidamente de animosidad y violencia», añadió.
El informe describió de qué manera la eliminación o reducción de las restricciones israelíes al movimiento, el comercio y el acceso de los palestinos es esencial para garantizar el crecimiento económico.
«Las restricciones al movimiento y el acceso, tanto físicas como normativas, obstaculizan el desarrollo económico en Cisjordania y la Franja de Gaza y afectan a casi todos los aspectos de la vida palestina», aseguró.
Israel ayudaría al empleo y la economía de Gaza si alivia el bloqueo, lo cual fortalecería al sector privado. Esto, a su vez, reduciría las tensiones y contribuiría con las necesidades de seguridad israelíes.
La falta de acuerdo entre Hamás e Israel se ve agravada por el estancamiento dentro del gobierno de unidad palestino debido a que no existe consenso entre Hamás y Fatah para gobernar de manera conjunta en Gaza y Cisjordania.
La rivalidad entre ambos grupos retrasó la ayuda internacional, sin la cual no será posible la reconstrucción, la remodelación y el crecimiento económico en Gaza.
La Oficina del Representante del Cuarteto distinguió cinco áreas de desarrollo que deben recibir atención para mejorar la situación, un gobierno palestino eficaz, movimiento y comercio, infraestructura confiable, la inversión y el uso sostenible de la tierra.
Mientras tanto, el gobierno israelí continúa con el plan de reubicar a miles de beduinos en Cisjordania e Israel, luego de que recibiera la aprobación de la Corte Suprema.
Aproximadamente 7.000 beduinos del centro de Cisjordania, en su mayoría residentes al este de Jerusalén, y 450 más en el sur de Hebrón serán «reubicados» por la fuerza.[related_articles]
Los traslados forzosos vienen acompañados de otras medidas coercitivas, como la demolición de viviendas y obras de infraestructura con el argumento de que fueron construidas sin permiso, según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
Sin embargo, en la zona C de Cisjordania, que comprende 60 por ciento del territorio, muy pocos permisos fueron emitidos por la Administración Civil de Israel, que controla Cisjordania, porque la mayor parte de la tierra ha sido apropiada para la expansión de los asentamientos israelíes.
«Los beduinos y pastores corren riesgo de traslado forzoso, en una grave violación del Cuarto Convenio de Ginebra (relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra), así como múltiples violaciones de los derechos humanos», declaró el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon.
Los beduinos del asentamiento no reconocido de Umm al Hiran, en el desierto de Néguev, en Israel, también pueden ser reubicados por la fuerza después de que la Corte Suprema rechazó su apelación para que se les permitiera quedarse.
«Este tribunal no es la dirección para crear el caos», afirmó el juez Elyakim Rubinstein recientemente al rechazar la apelación de los residentes beduinos del asentamiento, informó el diario israelí Haaretz.
En el fallo, Rubinstein señaló que los residentes, que serán desalojados y sus casas demolidas para dar paso a la construcción de la ciudad judía de Hiran, viven en el lugar desde hace 60 años, tras mudarse a la zona de Nahal Yatir en 1956 por orden del gobernador militar, y que el desalojo y la demolición de las aproximadamente 50 estructuras que construyeron afectará la vida de cientos de personas.
No obstante, el juez añadió que cree que el desalojo es razonable y proporcional, debido a que la tierra en cuestión era propiedad del Estado y que los edificios fueron construidos sin permisos.
Sin embargo, los residentes de Umm al Hiran argumentan que son víctimas de discriminación y que se están violando sus derechos de propiedad.
Ciudadanos judíos consiguieron los derechos de propiedad sobre la tierra donde se habían establecido, pero los derechos de los beduinos a sus tierras nunca fueron formalizados.
Editado por Phil Harris / Traducido por Álvaro Queiruga