Sierra Leona lejos de controlar brote de ébola

Preocupa a la población de Sierra Leona y a su sociedad civil cómo el gobierno está manejando el brote de ébola. Crédito: Marc-André Boisvert/IPS

La mortal epidemia de ébola, que viene haciendo estragos en África occidental, tiene abrumado al gobierno de Sierra Leona y a su sistema de salud, según reconoció a IPS su ministro de Salud y Saneamiento, Abubakar Fofana.

“No estábamos preparados para este flagelo del ébola. Nos tomó por sorpresa, y con nuestro débil sistema de salud solo podemos depender del apoyo que nos brinden nuestros socios internacionales”, señaló.

Según un informe publicado la última semana de octubre por la organización británica Save the Children, cada hora se infectan cinco personas en Freetown, y la situación es preocupante.

Sin embargo, el gobierno le ha restado importancia a esa conclusión, afirmando que el estudio exagera y que la situación está mejorando en algunas partes del país.

Preocupa a la sociedad civil y a la población cómo el gobierno está manejando el brote.

“Las autoridades deberían ser más proactivas. Deberían pagar razonablemente bien a los trabajadores de la salud, que son los soldados en la primera línea de esta lucha, y asegurarse de que se les suministre adecuados equipos de protección personal”, planteó a IPS el director del Movimiento Antiviolencia, Bernard Conteh.

“Esto no está ocurriendo. Incluso la implementación de la cuarentena en presuntos infectados con ébola no se está haciendo de modo efectivo”, denunció.

En tan solo un día, el 2 de este mes, se reportaron 61 nuevos casos en el país, llevando el total nacional a 4.059 personas infectadas con el virus. De este modo, Sierra Leona supera a la vecina Liberia, que hasta hace un mes era el país más afectado.

Liberia lleva registrados 2.515 casos, mientras que Guinea, donde empezó la epidemia, lleva 1.409.

Desde el estallido de la epidemia en abril, en Sierra Leona perdieron la vida cinco médicos y más de 60 enfermeros y auxiliares de la salud a causa del ébola. Y las cifras van en aumento.

La Iniciativa para la Gobernanza Africana también retrata un panorama funesto del brote en Sierra Leona, señalando que el virus se propaga nueve veces más rápido que hace dos meses.

De los 12 distritos del país y la capital, Freetown, solo Koinadugu, en el norte, estaba libre de ébola… hasta hace poco. Ahora ya tiene por lo menos seis casos confirmados. Es decir que, actualmente, no hay ninguna región del país libre del flagelo.

Una nota positiva es que la comunidad internacional ha ayudado al gobierno sierraleonés. Gran Bretaña envió equipamiento médico y trabajadores de la salud, y construyó centros de análisis y tratamiento en varias partes de la capital. China también mandó asistencia médica, mientras que Cuba desplegó decenas de médicos en el terreno.

De todos modos, todavía quedan muchos desafíos por abordar. Según la organización Médicos Sin Fronteras (MSF), el brote dista de terminar y se requiere desesperadamente más ayuda.

[related_articles]“Hay una enorme brecha en todos los aspectos de la respuesta, incluyendo atención médica, capacitación del personal de la salud, control de infecciones, rastreo de contactos, vigilancia epidemiológica, sistemas de alerta y envío (a hospitales), educación comunitaria y movilización”, según MSF.

Mientras se desarrolla el difícil combate a la mortal epidemia, con el virus propagándose rápidamente, Freetown acaba de implementar un estado de emergencia de un año.

Las autoridades adoptaron esta medida dos días después de finalizado un estado de emergencia anteriormente dispuesto, de 90 días, que se inició en julio en respuesta al brote.

El fiscal general y ministro de Justicia, Frank Kargbo, dijo a IPS que la extensión del período de emergencia es necesaria para ayudar a controlar el avance del virus.

“Nadie sabe cuándo terminará la epidemia del ébola. Creemos que en este período y trabajando duramente, podremos contener la enfermedad”, agregó.

Muchos atribuyen la veloz propagación del virus a las actitudes de la población y, como dice MSF, a una falta de suficiente educación y movilización comunitaria. Las prácticas culturales y las creencias tradicionales también están dificultando mucho la lucha contra el ébola.

“Nuestra gente todavía continúa tocando, lavando y enterrando a sus muertos. Así es fácil infectarse, aunque les hayan dicho reiteradamente que no lo hagan”, planteó a IPS el presidente del Comité Nacional de Respuesta al Ébola, Alfred Palor Conteh.

La población también se rehúsa a reportarse a los hospitales cuando se enferma, por temor a que sus familias y comunidades los estigmaticen. Muchos creen que el ébola es fatal y que ir a centros de tratamiento no ayudará. Los sobrevivientes del ébola y los pacientes dados de alta también son estigmatizados.

Sin embargo, el ministro Fofana aseguró que tiene esperanzas de que, con la ayuda internacional, la situación pronto quede bajo control.

 

Editado por Nalisha Adams

 

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