Científicos reunidos en esta ciudad alertaron a los países pesqueros, y en particular del Caribe, donde la pesca es una importante fuente de ingresos, que deben prestar atención a un nuevo informe internacional sobre la acidificación de los océanos.
El estudio, publicado por la secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), coincide con la reunión número 12 de la Conferencia de las Partes del CDB (COP 12), que comenzó el lunes 6 y se desarrolla hasta el 17 de este mes en esta ciudad surcoreana.[pullquote]3[/pullquote]
“La acidificación oceánica puede tener impactos muy específicos sobre determinados tipos de pesca, por lo que… es especialmente importante para los pequeños estados insulares en desarrollo y las personas que dependen de un tipo específico de pesca u… organismo”, dijo S. J. Hennige, el editor principal del informe, en diálogo con IPS.
«La reacción de los organismos con respecto a la acidificación oceánica es variable, pero en aquellos que se ven perjudicados, si usted depende de ese tipo de pez, entonces podría tener consecuencias muy grandes y es posible que deba cambiar a otro organismo diferente”, destacó.
En la región de la Comunidad del Caribe, la población es muy dependiente de la pesca para su desarrollo socioeconómico, que contribuye en gran medida a la seguridad alimentaria, la mitigación de la pobreza, el empleo, los ingresos en divisas, la estabilidad de las comunidades rurales y costeras, la cultura, la recreación y el turismo.
El subsector emplea directamente a más de 120.000 personas y a miles más, especialmente a las mujeres, de manera indirecta en los sectores de procesamiento, comercialización, construcción de barcos, confección de redes y demás.
Un equipo internacional de 30 expertos, liderado por científicos de Gran Bretaña, concluyó en el informe que la acidificación de los océanos ya está en marcha y su agravamiento es casi inevitable, causando perjuicios generalizados a organismos y ecosistemas marinos y a los productos y servicios que proporcionan.
David Obura, director de Investigación y Desarrollo de la Costa Oceánica en el Océano Índico, dijo que la seguridad alimentaria está bajo amenaza en el Caribe y otras regiones con una fuerte dependencia pesquera.
“La acidificación oceánica altera la química del agua marina, lo que… afecta al crecimiento de los peces, por lo general negativamente. Así que la productividad bajará”, aseguró Obura.
Hace 10 años, solo un puñado de científicos investigaban los efectos biológicos de la acidificación de los océanos. Aunque sus resultados fueron preocupantes, se necesitaban más mediciones y experimentos.
Desde entonces se publicaron más de mil estudios más y se estableció que muchas especies marinas sufrirán las consecuencias en un mundo con alta concentración de dióxido de carbono (CO2), con repercusiones para la humanidad.
Hennige dijo que en Estados Unidos ya hay ejemplos del mercado de las ostras afectado por la acidificación oceánica. Explicó que la causa subyacente del problema es el CO2.
«Cuanto más CO2 se libere de los combustibles fósiles a la atmósfera, más se disolverá en el océano», precisó.
«Hay prácticas que se pueden aplicar para compensarlo de manera temporal, pero el problema de fondo es que se libera cada vez más CO2 a la atmósfera, y el problema solo empeorará si seguimos así”, advirtió.
«No es un problema que el Caribe provoque, sino que es mundial, y se necesita una solución mundial”, añadió Hennige.
Susan Singh-Renton, subdirectora ejecutiva del Mecanismo Regional de Pesquerías del Caribe, dijo a IPS que todo lo que señala el informe se puede aplicar a la situación caribeña.
«La acidificación oceánica es un fenómeno preocupante porque significa que el agua marina, como un medio de apoyo para la vida, está cambiando de una manera muy fundamental”, explicó.
Además, “dado que el ecosistema oceánico es tan complejo, no es posible prever las consecuencias con certeza, pero es seguro que serán importantes para las islas tropicales, especialmente para aquellas cuyas economías se basan en la salud y la belleza de sus arrecifes de corales”, dijo.
«La degradación de los arrecifes de coral afectará” a muchos peces tradicionales del mercado caribeño, como “el pargo, el mero, el pez loro”, entre otros que dependen de esos ecosistemas para sobrevivir, observó la funcionaria.
También mermarán “la salud y la supervivencia de los animales que crecen conchas de carbonato, como el caracol reina, que sostienen importantes pesquerías comerciales, generadoras de millones de dólares en el Caribe. Con un cambio tan fundamental en la química del agua marina, es posible que otras formas de vida marina… se vean afectadas de forma irreversible”, vaticinó Singh-Renton.
Los autores del informe dijeron que la magnitud exacta de los costos ecológicos y financieros aún es incierta, debido a las complejas interacciones con otras alteraciones ambientales provocadas por la actividad humana.
El CDB destaca el riesgo para los arrecifes de coral porque estos ecosistemas son un sostén clave de los medios de vida de 400 millones de personas, añadieron.[related_articles]
Para finales de este siglo, la acidificación de los océanos causará una pérdida económica de “un billón (millón de millones) de dólares», sostuvo Hennige.
Carol Turley, coautora del informe, dijo que la espiral descendente puede revertirse pero se necesitan medidas y fondos urgentes.
«¿Quién puede medir la acidificación? En realidad, solo los países industrializados pueden hacerlo, así que debemos comenzar a exportar ese conocimiento a países como los caribeños,… como los pequeños estados insulares en desarrollo”, dijo a IPS.
«Me preocupa nuestra lentitud. Estamos en un mundo donde el océano se acidifica muy rápidamente por lo que tenemos que actuar muy rápidamente”, subrayó.
En 2013, los científicos advirtieron que la acidez de los océanos podría aumentar 170 por ciento para finales del siglo, provocando pérdidas económicas significativas. El problema probablemente altere los ecosistemas marinos y la biodiversidad oceánicas, con consecuencias de largo alcance para los seres humanos.
También alertaron entonces que las pérdidas económicas por la disminución de la acuicultura de moluscos y la degradación de los arrecifes de coral tropicales pueden ser considerables debido a la sensibilidad de estos organismos a la acidificación oceánica.
Editado por Kitty Stapp / Traducido por Álvaro Queiruga