Los agricultores de Taiwán estarían abocados a la desaparición si el parlamento aprueba un proyecto de ley presentado por el gobierno para liberalizar el régimen arancelario de las importaciones agrícolas de China y de otros países, que se procesarían en zonas francas y luego se reexportarían como “made in Taiwan”.
El gobierno de Ma Ying-jeou, del Partido Nacionalista Chino (Kuomintang o KMT), creó en 2012 la Zona Franca Económica Piloto (ZFEP), con el objetivo de que los inversores taiwaneses en China reubiquen sus operaciones con valor agregado en este país, mediante incentivos impositivos, entre otros.[pullquote]3[/pullquote]
A principios de 2013, el gobierno reformó el plan para incluir componentes para promover los servicios médicos internacionales y la agricultura con valor agregado, entre otros. En diciembre, remitió el proyecto de ley especial para la ZFEP al parlamento, donde el KMT tiene mayoría.
Pero organizaciones de la sociedad civil alertaron de que el gobierno, afín a la República Popular de China, procura usar la ZFEP como puerta trasera para lograr la total desregulación del comercio binacional, después de que en marzo y abril manifestantes del movimiento Girasol hubieran tomado el parlamento en protesta contra un acuerdo de libre comercio de Taipei con Beijing.
El concepto central de las ZFEP es habilitar el ingreso libre de aranceles, de materias prima y productos de todos los países, a través de los seis principales puertos y grandes aeropuertos internacionales para mostrar el interés de Taiwán de participar en el Acuerdo de Asociación Transpacífica y otros tratados de libre comercio, dijo Lai Chung-chiang, encargado del Frente Democrático contra el Acuerdo de Libre Comercio de Servicios entre China y Taiwán.
Pero esa ley hipotecará el futuro económico de Taiwán, alertó Lai. “Nuestros grandes socios comerciales no tendrán motivo para negociar con nosotros la apertura de sus mercados, pues nuestro gobierno ya habrá entregado todos nuestros elementos de negociación, incluso antes de empezar a conversar”, explicó.
“La intención del gobierno de Ma de levantar la prohibición a los productos agrícolas de China mediante una ley especial de ZFEP viola sus propias promesas de campaña para las elecciones presidenciales de 2008 y 2012, pero coincide con el objetivo de Beijing de avanzar hacia una integración económica en el estrecho de Taiwán”, añadió Lai.
A pesar de una fuerte campaña, la población de Taiwán tampoco parece entusiasmada con el plan de la ZFEP. Casi 63 por ciento de los consultados para una encuesta realizada por el opositor Partido Democrático Progresista (PDP), en junio, dijo estar preocupado por el impacto del acuerdo en la economía nacional.[pullquote]1[/pullquote]
Las organizaciones de trabajadores temen una mayor liberalización del trabajo extranjero, incluidos los profesionales de China, mientras que las instituciones educativas y médicas cuestionan el plan de ofrecer programas de turismo educativo y salud que inciten a la mercantilización de los servicios públicos.
Negocio injusto para los agricultores locales
La parte más controvertida es la propuesta sobre el valor agregado.
“Taiwán podría convertirse en el primer productor de bienes agrícolas que permitirá que productos de todo el mundo, incluida China, se procesen en sus propias plantas sin pagar impuestos”, explicó Chen Chi-chung, profesor del Centro de Políticas Agrícolas, de la Universidad Nacional Chung Hsing.
El artículo 42 del proyecto de ley levantará totalmente la prohibición de importaciones chinas de 2.186 materias primas, entre ellas 830 productos agrícolas, mientras el artículo 38 exonerará a las empresas de las ZFEP de aranceles, impuestos de transporte, entre otros. Además, el artículo 41 librará a la mayoría de los bienes de inspecciones aduaneras y sanitarias.
Además, los fabricantes de productos agrícolas o alimentos exportados de las ZFEP podrán llevar la etiqueta “made in Taiwan”.
En vez de ayudar a los agricultores locales a lidiar con la competencia injusta de los productores chinos, debido a los subsidios estatales y al bajo costo ambiental y de mano de obra, el gobierno de Ma invita a la competencia injusta a nuestro mercado, se lamentó el director de la Granja Experimental de la Vida Rural, Liao Chih-heng, en diálogo con IPS.[related_articles]
“No habrá manera de garantizar la seguridad ni la calidad de la materia prima y la seguridad de los alimentos para sus consumidores”, comentó Tai Chen-yao, cultivador de calabazas y limones en Kaohsiung, al sur de Taiwán.
La agricultura representó 1,7 por ciento del producto interno bruto de Taiwán en 2013. Los trabajadores agrícolas, forestales, pescadores y ganaderos representaron casi cinco por ciento de los 10,97 millones de personas de la población económicamente activa, unas 544.000 en mayo de este año.
Según estadísticas del Consejo de Agricultura, el ingreso promedio anual de los hogares agrícolas en 2012 fue de unos 33.200 dólares, pero el ingreso neto que dejaron estas actividades fue de solo 7.200 dólares.
Al observar que las organizaciones de la sociedad civil y los partidos de oposición pidieron la eliminación de los artículos 38, 41 y 42, entre otras cláusulas perjudiciales para los intereses de los agricultores, trabajadores y servicios públicos taiwaneses, Lai dijo a IPS: “Si el KMT continúa adelante con el proyecto de ley, tendrá que hacer grandes concesiones en el texto final o atenerse a la reacción de la sociedad civil y de la opinión pública.
Editado por Kanya D’Almeida / Traducido por Verónica Firme