Los reporteros de Midia Ninja, a la vez narradores y protagonistas de las manifestaciones callejeras que estallaron este año en Brasil, crearon una modalidad de información alternativa: un periodismo que se enorgullece de ser parcial.
Cuando faltaba poco para que comenzara una de esas protestas, el viernes 20, al “ninja” Cazú Barros le preocupaba tener repuesto para la batería de su teléfono móvil, pues debía transmitir en tiempo real muchas horas de un debate frente a la sede de la Cámara Legislativa de Río de Janeiro.
Su equipo contrasta con los que llevan colegas de grandes empresas de radio y televisión, esta vez ausentes por falta de interés de esos medios en este tipo de información. Barros cuenta apenas con una camarita en su tableta con conexión 3G. Una aplicación del sistema Android le permite transmitir en vivo.
“Lo que más me impresiona de Midia Ninja es el modo en que nos busca la gente por la credibilidad que tenemos. No confía más en esos noticieros tradicionales, porque se cansó de ser manipulada”, dijo Barros a IPS.
Ninja, siglas en portugués de Narraciones Independientes, Periodismo y Acción, surgió hace dos años en la sureña ciudad de São Paulo como iniciativa de la red de productores culturales Fora do Eixo (fuera del eje), pero adquirió una repercusión inédita con el despertar en junio de las protestas populares contra debilidades del sistema político, la corrupción y los problemas de educación, salud, transporte y empleo.
[related_articles]Sus reporteros no dudan en seguir, para denunciarlo, a un presunto agente infiltrado o provocador entre los manifestantes.
Mediante “streaming” (transmisión en tiempo real por Internet), estos periodistas-activistas consiguieron liberar a un manifestante arrestado injustamente por haber arrojado una bomba Molotov. Sus imágenes demostraron su inocencia.
El trabajo de Midia Ninja cohíbe a veces la represión policial. Sus “ojos”, que están en todas partes, muestran a la policía golpeando manifestantes indefensos.
“Esa fue siempre nuestra preocupación. Hacer una narrativa específica de cómo estamos sintiendo las calles en tanto reporteros», explicó Felipe Peçanha, uno de los fundadores de Midia Ninja, detenido por supuesta “incitación a la violencia” y luego liberado por falta de pruebas.
Pero los 200 periodistas voluntarios de Midia Ninja, desplegados en las ciudades más importantes de Brasil, no están solos. Cuentan con apoyo de sus seguidores en la red social Twitter, quienes citando la cuenta @MidiaNINJA hacen comentarios, advirtiendo por ejemplo cuando se acerca un batallón de choque.
En el momento más caliente de las manifestaciones, en junio y julio, sus transmisiones alcanzaron una audiencia de unas 180.000 personas. Los “me gusta” de internautas en su página de Facebook superan los 212.000.
“Es un medio que tiene más libertad de abordar temas de una manera más integral. No muestra solo un lado como una verdad absoluta, sino todos los hechos, y deja que el telespectador arme su propia realidad a partir de las imágenes”, dijo a IPS uno de sus seguidores, el estudiante Thiago Cavalcante.
Las masivas movilizaciones también han expresado descontento con los medios de comunicación tradicionales, en particular las cadenas de televisión.
Además de oficinas bancarias, algunos manifestantes atacaron a pedradas la sede de la televisora Rede Globo, la más importante de Brasil y una de las mayores de América Latina, y abuchearon a sus periodistas. También incendiaron vehículos de transmisión de otras dos cadenas, SBT y Rede Record.
“Hay una parcialidad de la prensa que ha sido puesta en jaque, pues la sociedad brasileña a través de las manifestaciones percibió de la forma más evidente el juego de intereses de esos consorcios mediáticos”, reflexionó Peçanha.
Esto se hizo visible por las transmisiones alternativas, pero también por la propia constatación de cada manifestante, según Peçanha.
“Después de volver de una protesta, muchos encendían la televisión en sus casas y veían una historia muy diferente de la que habían presenciado. Y ahí comenzaron a convencerse: “hay algo que está mal”, ilustró.
Para Midia Ninja, como para otros medios alternativos que se expanden vertiginosamente desde este particular modelo de transmisión, la neutralidad periodística “es una gran mentira”.
Peçanha no esconde que su objetivo es estar junto a los movimientos sociales, que tradicionalmente no tienen voz en buena parte de los medios convencionales. Tampoco estos son “imparciales” y responden a intereses propios y del poder económico que representan, aunque de una forma menos transparente, alegó.
“Nuestro trabajo pone en relieve que sí hay parcialidad en la prensa», lo cual «debe ser cada vez más evidente para que la población tenga un contacto más honesto con las informaciones”, añadió.
Encuestas elaboradas para el sitio de Internet Oops indican que entre el 31 de agosto de 2012 y la misma fecha de este año, la audiencia de Rede TVNews cayó 41 por ciento, las de Jornal Nacional de Globo y Jornal da Band del grupo Bandeirantes, 12 por ciento, la de Brasil Urgente, del mismo grupo, 18 por ciento y la de Jornal do SBT mermó seis por ciento.
Esta pérdida de audiencia de los noticieros de televisión de Brasil es atribuida por analistas a la multiplicación del espacio virtual y la explosión del uso de Internet, junto con la caída de credibilidad de sus mensajes.
“Pierden credibilidad y audiencia y, por ende, publicidad, incluso dentro de los horarios de los noticieros. Ante ello, el impacto en la opinión pública es importante, porque el usuario de Internet también es formador de opinión”, dijo a IPS la especialista en comunicación Rachel Boechat, colaboradora de Midia Ninja.
Boechat considera que los nuevos medios contribuyen “de una manera crucial a la democratización de la información”. Su presencia quiebra el discurso único de los medios de Brasil, que se han convertido en entidades concentradas “de intereses políticos, partidarios y económicos”, apuntó.
Para el consultor de redes del capítulo brasileño de la alemana Fundación Konrad Adenauer, Vinicius Braz, esto forma parte de otros cambios en evolución. «Ese mundo viejo, definido por un Estado y un sistema de comunicaciones, se está fragmentando de a poco”, dijo a IPS.
En ese aspecto, reflexionó Braz, «lo relevante» de Midia Ninja es haber puesto en evidencia un fenómeno mayor: «las personas se están dando cuenta de que pueden hacer sus propias narraciones y compartirlas en tiempo real, para lo cual no se necesita ser periodista».