Nueva Zelanda se convirtió en el país número 13 del mundo y el primero de la región de Asia Pacífico en instaurar el matrimonio entre personas del mismo sexo.
El parlamento neozelandés aprobó el miércoles 17 por la noche, por 77 votos a favor y 44 en contra, el respectivo proyecto de ley en su tercera y última revisión.
Inmediatamente después de sancionarse la norma, las personas que colmaban las gradas del Congreso y algunos legisladores entonaron la canción tradicional de amor neozelandesa «Pokarekare Ana», en la lengua aborigen maorí.
«Ahora podemos sentirnos igual que cualquiera», dijo Tania Penafiel Bermudez, una cajera bancaria que ya tiene intenciones de casarse con su pareja, Sonja Fry. «Esto significa que podemos sentirnos seguras y con el derecho a llamarnos mutuamente esposas», añadió.
En uno de los varios discursos que terminaron con una ovación de pie, la promotora del proyecto de ley, Louisa Wall, dijo a sus pares que la aprobación significaba un «camino hacia la curación».
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«En nuestra sociedad, el significado del matrimonio es universal. Es una declaración de amor y un compromiso con una persona especial», afirmó.
«Nada puede hacerme sentir más orgullosa de ser neozelandesa que aprobar este proyecto», agregó.
Los líderes de los principales partidos recomendaron a sus legisladores que votaran de acuerdo con lo que les dictara su conciencia, en vez de establecer pautas políticas.
Aunque Wall es legisladora del opositor Partido Laborista, el proyecto también fue respaldado por el primer ministro John Key, del gobernante y conservador Partido Nacional de Nueva Zelanda.
«En mi opinión, el matrimonio es una cosa muy personal entre dos individuos», afirmó Key. «Y, al final de cuentas, esto es parte de la igualdad en la Nueva Zelanda moderna».
En 2005, este país aprobó una ley de uniones civiles, que le confiere muchos derechos jurídicos a las parejas homosexuales.
Pero la nueva legislación le permitirá además a las parejas del mismo sexo adoptar hijos en conjunto, y sus matrimonios serán reconocidos en otros países. Esto entrará en vigor en agosto.
«Es algo realmente muy grande», dijo Jills Angus Burney, abogada que manejó 90 minutos hasta el parlamento con su pareja, Deborah Hambly, para presenciar la votación. «Es verdaderamente importante para mí. Es increíble».
Burney, una cristiana presbiteriana, dijo que quería celebrar con Hambly una gran boda lo antes posible.
Presión a los vecinos
El cambio en Nueva Zelanda podría ejercer presión en algunos de sus vecinos para que también modifiquen sus respectivas legislaciones.
En Australia hay poco impulso político para la legalización del matrimonio gay a nivel federal, y la primera ministra Julia Gillard directamente se expresó en contra de esa idea.
Sin embargo, algunos estados australianos están considerando legislaciones propias para permitir el casamiento entre parejas homosexuales.
Rodney Croome, director nacional del grupo de presión Australian Marriage Equality, informó que, desde el viernes 12, unos 1.000 australianos participaron de una consulta en Internet afirmando estar dispuestos a viajar a Nueva Zelanda para casarse.
«Realmente hay una gran demanda para esto en Australia», explicó Croome. «Nueva Zelanda está a apenas tres horas de viaje en avión, y muchas parejas irán allí para casarse. Están cansadas y hartas de esperar que el gobierno actúe. Creo que esto va a generar un gran auge turístico».
Oposición
Sin embargo, muchas personas en Nueva Zelanda permanecen vehementemente opuestas al matrimonio gay. El grupo de presión Family First presentó el año pasado una petición al parlamento, firmada por 50.000 personas, rechazando el proyecto de ley.
Desde entonces, otros 25.000 neozelandeses añadieron sus firmas a esa petición.
«Históricamente y culturalmente, el matrimonio se celebra entre un hombre y una mujer, y no eso se debe cambiar, no es necesario», sostuvo el fundador de Family First, Bob McCoskrie.
Además, sostuvo que una ley así debía ser sometida a un referendo.
De todas formas, eso no cambiaría las cosas: encuestas indican que alrededor de dos tercios de los 4,3 millones de neozelandeses están a favor del matrimonio gay.
La campaña en Nueva Zelanda por el casamiento entre homosexuales ganó impulso desde que, en mayo de 2012, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se manifestó a favor de ese tipo de uniones.
Eso llevó al primer ministro Key a romper su silencio y afirmar que no estaba «personalmente opuesto» a la idea. Luego de eso, Wall presentó el proyecto de ley, que ya venía elaborando.
El matrimonio gay ya está vigente en Argentina https://ipsnoticias.net/print.asp?idnews=95921, Bélgica, Canadá, Dinamarca, España, Holanda, Islandia, Noruega, Portugal, Sudáfrica y Suecia.
El parlamento de Uruguay https://ipsnoticias.net/nota.asp? idnews=102667 aprobó también la semana pasada una ley que permite el casamiento entre homosexuales, y se espera la promulgación del presidente izquierdista José Mujica.
En Estados Unidos, nueve estados reconocen ese tipo de uniones, aunque aún no hay una ley federal.
El matrimonio gay es además reconocido en la capital de México, en el sudoriental estado mexicano de Quintana Roo y en algunos estados de Brasil. Asimismo, se discuten proyectos similares en Colombia y Francia.
* Publicado en acuerdo con Al Jazeera.