El Metrobús, un sistema de autobuses de tránsito rápido con estaciones y carriles exclusivos que lo emparentan con el tren, recorrerá la famosa avenida 9 de Julio de Buenos Aires, la segunda más ancha del mundo.Los autobuses de tránsito rápido circulan ya en más de 150 urbes del mundo, según la Subsecretaría de Transporte de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En la capital argentina, el sistema comenzó a funcionar en 2011 en la avenida Juan B. Justo, con 12 kilómetros de recorrido entre los barrios de Liniers y Pacífico, dos puntos neurálgicos de la ciudad. Hacer ese trayecto en Metrobús redujo en 40 por ciento el tiempo insumido por los «colectivos» (ómnibus) tradicionales.
En 2012 se iniciaron las obras del Metrobús Corredor Sur, que une la estación terminal de trenes de Constitución con Puente La Noria, en el extremo sur de la ciudad, un tramo que es el doble de largo. Se estima que el tiempo de recorrido se reducirá de los actuales 45 minutos a media hora.
Pero la que concita mayor atención es la obra en la céntrica 9 de Julio, la avenida que tiene una anchura de 140 metros la segunda más ancha del mundo después del Eje Monumental de Brasilia, con plazoletas y siete carriles en cada dirección y donde se erige el Obelisco.
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Las seis líneas de colectivo que hoy disputan el tránsito con automóviles particulares y taxis, y otras cuatro que se aprietan en dos angostas calles del centro, tendrán vías exclusivas en el centro de la avenida y transportarán en conjunto unos 200.000 pasajeros por día.
Se estima que el recorrido en cualquiera de esas 10 líneas, que unirán las estaciones de trenes de Retiro (norte) y Constitución (sur), será de 15 minutos. Hoy ese trayecto demora 45 minutos o incluso más en las horas pico.
Los trabajos comenzaron en enero, bajo críticas de organizaciones de vecinos y académicos que cuestionaron ante la justicia la pérdida de espacios verdes de la avenida y el traslado de árboles. Pero, mientras los recursos judiciales siguen su curso, la obra continúa y sería inaugurada en julio.
«El Metrobús es un sistema muy reconocido porque imita la eficiencia del sistema de riel a un costo mucho más bajo que el de construir líneas de subte (tren subterráneo) o de trenes», dijo a IPS la arquitecta y especialista en planificación urbana Clara Rasore.
América Latina fue pionera en implantar estos sistemas, que empezaron en la sureña ciudad brasileña de Curitiba y luego en Bogotá, para ir extendiéndose por otras urbes de la región y de los demás continentes.
Rasore trabaja para el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP por sus siglas en inglés), que presta asesoría técnica al gobierno de Buenos Aires para la concepción de este y otros programas, como el de bicicletas y ciclovías.
El Metrobús «prioriza el transporte público sobre el privado y lo jerarquiza, beneficia a mayor cantidad de gente, mejora el uso del espacio en un tramo muy conflictivo para el tránsito y no compite con el subte, como algunos dicen», observó.
Los críticos del proyecto del centroderechista jefe de gobierno de la capital, Mauricio Macri, señalan que este se justifica cuando no hay vías rápidas alternativas, como el subte que ya une Retiro y Constitución y pasa por debajo de 9 de Julio.
Pero la Subsecretaría de Transporte y el ITDP argumentan que quienes viajan en subte no son los mismos que se trasladan en colectivos, y por eso el Metrobús no competirá con el tren subterráneo, sino que una alternativa más eficiente y menos contaminante que la actual oferta de autobuses.
Una Encuesta de Movilidad Domiciliaria realizada por la Secretaría de Transporte de la Nación indica que 89 por ciento de quienes se movilizan en el área metropolitana lo hacen en un solo tramo, sin trasbordo.
El sondeo señala además que casi 65 por ciento de los hogares de la ciudad y los partidos (municipios) de sus alrededores no tienen automóvil. El colectivo es la modalidad más elegida.
«Para estos pasajeros que vienen al centro en colectivo, se reduce el tiempo de viaje en el tramo que ahora es más lento y sin tener que hacer trasbordo, que sería más costoso», explicó Rasore.
El sistema de colectivos de Buenos Aires «es muy bueno», tiene muchas líneas y recorridos y buena frecuencia. «El Metrobús lo hace más competitivo, o sea que mejora lo que ya es bueno», subrayó.
Lo malo es que el Metrobús no incluirá en su etapa inicial información sobre frecuencias o sistema de prepago en las estaciones, que ayudaría a agilizar aún más el movimiento de los autobuses, señaló Rasore.
También queda pendiente mejorar la integración con otros medios, inclusive con las bicicletas, cuyo uso se multiplicó por cinco en los últimos tres años, gracias a una amplia red de ciclovías.
El gobierno asegura que los carriles exclusivos reducen las aceleraciones y frenadas de vehículos y por tanto la quema de combustible fósil, responsable de emisiones que causan el cambio climático. Y el traslado de cuatro líneas a los carriles del Metrobús liberará dos calles del centro que pasarán a ser peatonales.
Las estaciones estarán equipadas con cámaras de seguridad, pantallas con información en tiempo real y Wi-Fi (Internet inalámbrico).
Según la Subsecretaría de Transporte, de los 1.440 ejemplares de árboles que tenía la 9 de Julio, 277 debían transplantarse a otros lugares de la misma vía o a diferentes parques y 28, que estaban en mal estado, debieron cortarse.
Unos 200 ejemplares han sido ya retirados, pero el método empleado equivale a talarlos. IPS intentó sin éxito durante varios días obtener respuestas del gobierno capitalino sobre estas denuncias.
El ITPD «no está a favor» de talar árboles, dijo Rasore. «Se podrían haber sacado carriles para autos particulares, en lugar de plazoletas, y hacer el trasplante de la manera correcta, para evitar la pérdida de ejemplares», señaló.
Sin embargo, observó, las plazoletas de la avenida no eran utilizadas como espacio público por la población, que en cambio se beneficiará con un transporte más ágil y menos contaminante.