El reto de Venezuela es profundizar la democracia y el de su flamante presidente, Nicolás Maduro, sortear un potencial referendo revocatorio y responder a los intereses de su fuerza política, dijo a IPS el brasileño Marcelo Serpa, de la Asociación Latinoamericana de Investigadores de Campañas Electorales.
El chavismo, "movimiento político que despertó a Venezuela", seguirá vigente por muchos años, aunque "no gobernará eternamente", advirtió Serpa, economista y doctor en comunicación por la Universidad Federal de Río de Janeiro. "Pero no será posible otro tipo de gobierno que no preste atención a los sectores más pobres", opinó.
Maduro fue elegido el 14 de este mes como candidato del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), fundado por Hugo Chávez (1954-2013), quien gobernó desde 1999 y falleció el 5 de marzo.
El mandatario tiene el desafío de consolidarse como gobernante y afrontar riesgos como la aparición de una disidencia del chavismo dentro de la izquierda bolivariana, dijo Serpa, que ha trabajado en varios procesos electorales en ese país y acaba de publicar en Brasil el libro "Eleições Espetaculares Como Hugo Chávez conquistou a Venezuela" (Elecciones espectaculares Cómo Hugo Chávez conquistó a Venezuela).
IPS. ¿Cómo consiguió Chávez conquistar a Venezuela y el cariño que tantas personas le profesan incluso después de muerto? MARCELO SERPA: Lo intentó por dos vías: por el viejo estilo latinoamericano del golpe de Estado (en 1992) y, después de ir preso, fue amnistiado y convirtió su Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 en un partido para llegar al poder por el camino democrático y casi como un salvador de la patria.
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IPS: ¿Cuál era el contexto venezolano cuando Chávez emergió en el escenario político?
MS: Además del de Chávez, hubo varios intentos de golpe. Lo que marca la historia reciente de Venezuela es la inestabilidad política.
El perfil sociodemográfico cuando Chávez llegó al gobierno se conformaba así: las clases A, B y C juntas constituían cuatro por ciento de la población, y el resto pertenecían a las clases D y E, en una economía que vivía solo del petróleo.
IPS: ¿Por qué fue capaz de atraer a tantos seguidores?
MS: En los dos años en que estuvo preso redactó un plan de gobierno y varias propuestas, entre ellas una reforma del sistema que diera cuenta de los privilegios rentistas.
El modelo económico del país se centraba entonces en el petróleo en manos de una pequeña elite. Chávez quiso acabar con la economía rentista y sostuvo que todo el lucro de las operaciones de PDVSA (la empresa estatal petrolera) debía destinarse a inversiones en el propio país para terminar con la pobreza.
Con la Constitución de 1999, Chávez se apropió de esos recursos para los programas sociales y consiguió, por ejemplo, erradicar el analfabetismo.
IPS: Se especuló mucho sobre la poca transparencia con que se manejó la información de la enfermedad y la muerte del líder. ¿Cómo analiza usted ese proceso de comunicación?
MS: Yo estuve varias veces en Venezuela, actué en sus elecciones como profesional de la comunicación, y en mi opinión el flujo de información siempre llegó muy bien.
Chávez tenía un problema con los medios internacionales, en especial, y luego con el cierre de la televisora RCTV, la principal emisora venezolana.
Eso fue polémico, pero nunca vi más libertad de prensa que en Venezuela. Decir que allí no hay libertad de prensa no es verdad. Chávez recibía a todos los periodistas y daba conferencias de prensa todos los domingos. Fue muy incomprendido por los medios internacionales.
IPS: ¿Qué legado le dejó a su sucesor político?
MS: Antes de Chávez, Venezuela estaba empobrecida, prosperaba el rentismo del petróleo, pero nada se dirigía a las clases necesitadas. Hoy Venezuela continúa con muchos problemas, pero estas clases están de algún modo atendidas. Reciben una enorme asistencia del Estado en función de los recursos petroleros.
La iniciativa privada retrocedió, lo que obligó al Estado a asumir determinadas funciones y compromisos, más allá de sus posibilidades.
IPS: ¿Cómo valoró las elecciones presidenciales del 14 de abril?
MS: El triunfo chavista se dio montado en un discurso espectacularizado, de franco predominio de la emoción sobre la razón. Cuando Chávez comunicó que debía ausentarse por una nueva cirugía y que, en caso de verse impedido de gobernar, el pueblo debía elegir a Maduro, las encuestas indicaban que 35 por ciento de los venezolanos no sabían quién era Maduro.
En octubre de 2012, Chávez venció (al candidato opositor Henrique) Capriles con una diferencia de 10 por ciento. Pero en esta elección, difícilmente todo el prestigio de Chávez se iba a transferir a Maduro. Yo ya apostaba a una diferencia de dos por ciento entre los dos postulantes.
IPS: ¿Cómo ve el papel de la oposición en este proceso?
MS: La oposición cometió el mismo error que Chávez: intentó llegar al poder primero por la fuerza y después en forma democrática.
La política venezolana es agresiva. La oposición nunca estuvo silenciada. El propio Capriles fue preso y amnistiado por Chávez. Pero la oposición estuvo ausente por mucho tiempo y ahora intenta reconstruirse y está pagando un alto precio por ello, que posibilitó la victoria de Maduro.
IPS: ¿Qué prevé para el futuro?
MS: Empieza una nueva era, la del chavismo sin Chávez. El camino de Venezuela es fortalecer la democracia. El chavismo no permanecerá eternamente en el gobierno. Con tantos años de gestión, hay un problema de desgaste de imagen.
Pero no será posible otro tipo de gobierno que no preste atención a los sectores más pobres. Hay una serie de programas instalados que han de mantenerse. El chavismo dejó su marca y seguirá presente por muchos años. En definitiva fue el chavismo el que despertó a Venezuela.
El período presidencial es de seis años, y hay un dispositivo constitucional que permite plantear un referendo revocatorio a partir de la mitad del mandato, si se dan ciertas condiciones. Es probable que la oposición intente el referendo contra Maduro.
Lo que está en juego es si Maduro será capaz de sustentarse, tanto para mantener su mandato como para responder a los intereses de su partido. Podría haber inclusive una disidencia del chavismo dentro del pensamiento de izquierda del socialismo bolivariano.