Investigadores de la Universidad de São Paulo desarrollaron una técnica para producir cemento bajando hasta la mitad las emisiones de dióxido de carbono. El nuevo sistema reduce el uso de clínquer, materia prima obtenida de una mezcla de arcilla y piedra caliza cocida en un horno a 1.400 grados centígrados, y aumenta la adición de filler, sustancia que agrega volumen y consistencia a la masa de cemento.
El estudio usó polvo calcáreo crudo superfino, que no necesita calcinación, tratamiento térmico que representa 80 por ciento del consumo energético y 90 por ciento de las emisiones de carbono en la producción.
“El porcentaje de filler usado actualmente está entre 10 y 30 por ciento. En laboratorio lo elevamos a 70 por ciento sin afectar la calidad. Resultó un cemento más maleable y un hormigón más resistente”, explicó a Tierramérica el profesor Vanderley John, uno de los coordinadores del proyecto.