En una medida extraordinaria, un palestino fue sentenciado por un tribunal de Cisjordania a un año de prisión por publicar en la red social Facebook una imagen del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, vistiendo el uniforme del equipo de fútbol Real Madrid y pateando una pelota.
La condena es uno de los varios ejemplos de la persecución que sufren los medios de comunicación en los territorios palestinos.
Anas Saad Awad, de 26 años y habitante de la norteña aldea cisjordana de Awarta, fue sentenciado por el tribunal de la cercana localidad de Naplusa por "criticar al gobierno".
Awad no pudo dirigirse a los magistrados dado que la condena se emitió cuando él se encontraba en otra parte de la sede judicial.
La abogada de Awad, Rima Al Sayed, dijo que su cliente había sido acusado de modificar digitalmente una imagen de Abbas que lo mostraba con la camiseta del Real Madrid y la leyenda: "Un nuevo delantero".
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Según Sayed, el tribunal palestino aplicó el artículo 195 del Código Penal de Jordania, que penaliza las críticas al rey jordano.
El uso del derecho jordano por parte de magistrados palestinos no es inusual. Además de la Ley Básica establecida en 2002, la legislación palestina es una amalgama de normas egipcias y jordanas y de los códigos remanentes de la era del Mandato Británico. Pero, con frecuencia, la aplicación de la ley jordana puede ser usada contra los palestinos en disputas laborales y delitos de "honor", entre otros.
"Mi hijo solo hizo un comentario en Facebook", dijo el consternado padre de Awad. "No quiso insultar al presidente. Le pido a él que intervenga personalmente para cancelar la decisión del tribunal", rogó.
IPS no logró hablar directamente con la familia, considerando la probabilidad de que las agencias palestinas de inteligencia estuvieran monitoreando sus teléfonos, lo que les habría creado más problemas.
Awad ya había tenido problemas con la inteligencia palestina por criticar a la ANP, por lo que fue arrestado y luego liberado bajo fianza.
"Esto no tiene precedentes. Es la primera vez que se impone esta clase de sentencia a un ciudadano común meramente por realizar un comentario sobre Abbas. Lo que publicó en Facebook no era ni grosero ni crítico", dijo Riham Abu Aita, del Centro Palestino para el Desarrollo y la Libertad de los Medios.
"El año pasado, 10 periodistas palestinos de Gaza y Cisjordania fueron arrestados e interrogados por criticar tanto al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás, por su acrónimo árabe) como a la ANP. La libertad de los medios en los territorios palestinos ya arrancó mal en 2013", dijo Abu Aita a IPS.
"Hamás arrestó a decenas de periodistas en Gaza, y las fuerzas israelíes de seguridad cada vez apuntan más a los medios palestinos y extranjeros, dado que han intentado cubrir las crecientes protestas en Cisjordania", agregó.
"Sin embargo, la ANP se ha vuelto demasiado sensible en los últimos meses. Esto se relaciona con la hipersensibilidad a las críticas internacionales tras haber obtenido en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el estatus de observador no miembro, y de la presión que organizaciones palestinas e internacionales de derechos humanos ejercen sobre ella", dijo Abu Aita.
Una de las estrategias de la ANP para alcanzar su objetivo de un estado palestino independiente es integrarse a la Corte Penal Internacional, como una manera de presionar a Israel, que en su trato a los palestinos viola varios tratados de derechos humanos e infringe el derecho internacional.
El estatus de la ANP en la ONU es solo de estado observador no miembro, pero aún así puede ratificar cruciales tratados de derechos humanos, incluido el artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que garantiza la libertad de expresión.
La ANP se comprometió a defender los derechos humanos y a ratificar varias convenciones, pero no lo ha hecho en varias áreas. Human Rights Watch señaló que "es elogiable que la dirigencia palestina esté estudiando los tratados; su demora en ratificarlos inspira poca confianza en su compromiso de defender los derechos y libertades fundamentales".
"Otro asunto es el temor de la ANP de que se produzca un levantamiento popular en Cisjordania tras la Primavera Árabe que arrasó la región, amenazando a dictaduras", dijo Abu Aita a IPS.
"Al gobierno de Abbas también le gustaría aparecer adoptando una postura más moralista en relación a Hamás, que en los últimos tiempos fue criticado en la prensa por su ofensiva contra los medios en Gaza", añadió.
Mientras el aparato de seguridad de Abbas ha logrado controlar, hasta cierto punto, a los periodistas y a las distintas publicaciones en Cisjordania, las redes sociales han demostrado ser mucho más difíciles de controlar pese a la intensiva vigilancia de que son objeto.
El año pasado, las fuerzas de seguridad palestinas encarcelaron a por lo menos tres personas acusadas en incidentes separados de criticar al gobierno en las redes sociales de Internet. Un conferencista universitario palestino fue uno de los detenidos por insultar a Abbas en Facebook.
Irónicamente, aunque la ANP alienta a los palestinos a informar sobre la corrupción, en abril de 2012 el bloguero Jamal Abu Rihan fue arrestado por lanzar una campaña en Facebook para reclamar el fin de la corrupción.
La agencia de noticias Maan reveló evidencias del bloqueo de ocho sitios web críticos de Abbas, mientras que el columnista Jihad Harb estuvo dos meses preso por cargos de difamación y calumnias, por plantear dudas sobre el amiguismo dentro de la oficina de Abbas.
"Sin embargo, los esfuerzos de la ANP por aplastar el disenso periodístico están saliendo mal", dijo Abu Aita. "Cuanto más se ataca y acosa a los periodistas palestinos, más partidarios se vuelven de la libertad de los medios y más determinados están a apoyarla".