El patrocinio de una empresa transnacional de pesticidas a la escuela de samba Vila Isabel, ganadora del principal concurso de carnaval de Brasil, puso en cuestión los mecanismos de financiamiento del «espectáculo más grande del mundo», como lo definen en este país.
El aporte de la firma de origen alemán BASF de unos cinco millones de dólares, que ayudó a lograr el triunfo del Grêmio Recreativo Escola de Samba Unidos de Vila Isabel, había sido cuestionado antes del desfile por el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), entre otras organizaciones sociales que integran la Campaña Nacional contra los Agrotóxicos.
"Lamentamos profundamente el oportunismo que BASF hizo a la escuela Vila Isabel para promoverse", dijo a IPS uno de los dirigentes históricos del MST, João Pedro Stédile.
Rosa Magalhães, creadora del "samba-enredo" (tema musical alegórico) de Vila Isabel, trató de minimizar las críticas señalando que la polémica creció solo porque la comparsa fue elegida por un jurado como la mejor de las 12 que desfilaron en el sambódromo Marquês de Sapucaí, el estadio construido especialmente en Río de Janeiro para los desfiles de carnaval.
La comparsa del barrio carioca Vila Isabel fue elogiada como la más creativa, organizada y rítmica, portadora de los mejores disfraces y la que ofreció la música más calificada en la edición de la tradicional fiesta que transcurrió del 10 al 12 de este mes.
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Sus responsables aseguran que ya dejaron atrás la polémica por el patrocinio, que los complicó en los días previos al desfile.
"BASF unió los mayores espectáculos de la Tierra: el carnaval y la agricultura", celebró esta empresa en un comunicado al referirse al samba triunfador titulado "La Villa canta a Brasil, el mayor semillero del mundo – agua en el frijol que llegó uno más", en el que se expuso la vida y el trabajo en las áreas rurales de este país.
"Nada de esto sería posible sin la asociación con BASF que, así como nosotros, creyó en la idea desde el principio y no midió esfuerzos para contribuir a la construcción de un carnaval victorioso", destacó el presidente de Vila Isabel, Wilson da Silva, más conocido como Moisés.
La División de Protección de Cultivos de BASF definió a la firma, según un comunicado enviado a IPS, como una "líder en defensa de la agricultura y fuerte aliada de la agroindustria para ofrecer fungicidas, insecticidas y herbicidas altamente establecidos e innovadores".
Pero portavoces de la Campaña prefieren calificarla como "la tercera mayor empresa que más agrotóxicos vendió en nuestro país en los últimos cinco años".
Los productos químicos tóxicos usados en la agricultura causan la muerte de 10.000 brasileños por año y envenenan a por lo menos 25.000 campesinos, señala la Campaña citando datos del Ministerio de Salud.
La información del triunfo de Vila Isabel coincidió con la del Tribunal Superior de Trabajo, sobre la falta de acuerdo entre BASF y la firma petrolera anglo-holandesa Shell con las víctimas de contaminación de una fábrica de pesticidas, ocurrida en 2002 en Paulínia, un municipio del interior del sureño estado de São Paulo.
Según el informe toxicológico presentado en el caso, los pesticidas contaminaron las aguas subterráneas y el suelo en toda la región afectando a más de 1.000 personas, 62 de las cuales murieron por esta causa.
"Felizmente nos salvó la genialidad de Martinho da Vila (uno de los compositores de la música de este año de Vila Isabel), quien hizo un samba espectacular con enfoque en las diversas actividades agrícolas, y con eso evitó una elegía al agronegocio", amenizó Stédile.
"El samba quedó muy bonito y la coreografía también ( ) y además la empresa BASF no pudo sacar provecho de su propaganda subliminar porque el pueblo del sambódromo y el que lo vio por televisión no tuvo cómo vincular el desfile con el agronegocio y mucho menos con los venenos", agregó.
El polvo del veneno no quedó en el aire del sambódromo, pero sí una discusión que se renueva cada año sobre el financiamiento del lujoso carnaval carioca, que exige una inversión de por lo menos cinco millones de dólares de parte de cada una de las escuelas de samba concursantes, que con ello pelean por no bajar a la "segunda división" del certamen.
Una parte de este espectáculo, que los brasileños ubican como el "mais grande do mundo", es financiado por los derechos de transmisión de televisión, la venta de boletos para ingresar al estadio y un porcentaje entregado por la alcaldía de Río de Janeiro. Pero los recursos de un carnaval que hoy se define como "profesional" nunca alanzan.
Cuando faltan inversiones entra lo que uno de los impulsores del llamado "marketing del carnaval", el publicitario Carlos Perrone, llama "el carnaval corporativo", o sea apoyado por empresas.
Un informe de la emisora estatal TV Brasil indica que solo este año recibieron este tipo de auspicios ocho de las 12 escuelas de samba que participaron en el Grupo Especial.
Entre los patrocinadores se cuentan una revista de celebridades, alcaldías del interior del país, empresas de Alemania y Corea del Sur y hasta de una asociación de criadores de caballos, además de BASF.
"El problema del auspicio es que uno tiene que decir que todo (lo del patrocinador) es maravilloso y la realidad a veces es mala o es buena", dijo en entrevista otorgada a TV Brasil el creativo de espectáculos carnavalescos Milton Cunha.
El diputado Marcelo Freixo, del izquierdista Partido del Socialismo y Libertad, conquistó la enemistad de las escuelas de samba por cuestionar ese financiamiento.
En entrevista con IPS, el también frustrado candidato a la alcaldía carioca aclaró que no está en contra del patrocinio del carnaval, pero defiende que las alcaldías financien temas con "contrapartida cultural", lo "cual no impide el patrocinio privado de cada escuela".
Freixo quiere abrir un "buen debate público" sobre estas intocables representantes de la cultura carioca más famosa en el mundo, y aplaudió en ese aspecto la solución encontrada por la escuela de samba patrocinada por la BASF.
"Los compositores tuvieron la habilidad de no hacer propaganda del agronegocio y mucho menos de agrotóxicos. Eso con seguridad no debe haber sido fácil para ellos, pero como son artistas excelentes consiguieron andar por otros caminos. La Vila hizo un desfile bellísimo ", aclaró.
Hasta hace casi dos décadas, el desfile era financiado casi por completo por las mafias del ilegal "jogo do bicho" (lotería de animales). La historia carnavalesca registra casos de "bicheiros" (jefes de esas mafias) arrestados en plena pasarela del sambódromo.
Por eso, muchos ven el financiamiento privado y público como una solución para combatir a esa especie de mecenas del Carnaval.
"El financiamiento ilegal no debe ni siquiera ser discutido. Si es ilegal es ilegal y punto", sentenció el diputado Freixo.
Terminó un carnaval y comienza a prepararse el del año que viene. Mientras tanto los patrocinadores ya comenzaron a apostar a sus escuelas de samba en busca del ansiado galardón del Marquês de Sapucaí.