La producción ganadera en la región amazónica de Brasil puede ampliarse y suplir la demanda de carne vacuna prevista para 2022 sin expandir el área deforestada, según un estudio del Instituto del Hombre y el Medio Ambiente de la Amazonia (Imazon). La producción local se limita a un promedio de 80 kilogramos de carne por hectárea al año, pero puede alcanzar hasta 300 kilos.
Es posible atender la demanda proyectada para 2022 elevando la productividad de 6,7 millones de hectáreas ya deforestadas, equivalentes a 24 por ciento de las zonas de pasturas con potencial agronómico bueno y regular que existían en 2007 y que se encuentran fuera de las áreas protegidas de la Amazonia.
“El modelo actual exigiría deforestar 12,7 millones de hectáreas adicionales para atender la demanda, impidiendo al gobierno alcanzar las metas de reducción de la deforestación", señaló el investigador de Imazon, Daniel Silva, a Tierramérica.
"Los recursos para cambiar el modelo existen, pero los bajos niveles educativos de los productores y la ineficiencia de las políticas agrarias frenan el proceso”, añadió.