Voces especializadas y civiles coinciden en que la reforma económica encauzada por el gobierno de Cuba tendrá que analizar la ventana de oportunidades ofrecidas por Internet, una plataforma clave del modelo económico dominante en el planeta.
"No es una opción para nuestro desarrollo futuro, es un imperativo de estos tiempos", dijo a IPS el economista Ricardo Torres. "No existen posibilidades contemporáneas de desarrollo sin la aplicación masiva en los procesos productivos y la vida social de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC)", abundó.
En tanto, personas que participaron en la sección interactiva Café 108 del sitio web de la Oficina de IPS en Cuba opinaron que el acceso masivo a la red de redes en el país significaría "aterrizar por fin en el siglo XXI", en primer lugar, y más posibilidades de empleo junto a la expansión de las empresas estatales y la microempresa privada.
Sin embargo, el tema de las NTIC, en especial Internet, está atravesado en este país por cuestiones financieras y políticas, sobre todo por el conflicto de más de 50 años entre La Habana y Washington.
La expansión de este medio acaeció en los años 90, cuando Cuba entró en la crisis económica que perdura hasta hoy, tras la desaparición de la Unión Soviética y del bloque socialista europeo, sus principales socios comerciales.
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Según Torres, la situación "socioeconómica y geopolítica singular" cubana implicó que "no se hayan destinado suficientes recursos para el desarrollo y el uso de estas tecnologías". Estados Unidos ha realizado acciones encubiertas de entrega de teléfonos móviles, ordenadores y conexiones a Internet, consideradas por Cuba de injerencistas.
En 2011 tocó costas cubanas un cable submarino de fibra óptica, gracias a un proyecto entre La Habana y Caracas para una mayor independencia en las comunicaciones del Caribe y América Central. En mayo de 2012, el ministro venezolano de Ciencia, Tecnología e Innovación, Jorge Arreaza declaró a la prensa que el cable se encontraba operativo.
Pero las autoridades cubanas permanecen en absoluto silencio al respecto y no se observan mejoras en la conectividad local.
Cuba dispone hoy de un ancho de banda mínimo de 323 megabits por segundo, la capacidad permitida por la vía satelital. Según fuentes oficiales, el cable de fibra óptica multiplicará por 3.000 las velocidades actuales de transmisión y abaratará los costos de operación en 25 por ciento, aunque no cesarán los servicios satelitales.
El Ministerio de la Informática y las Comunicaciones indicó que potenciará el llamado uso social de las NTICS, no el comercial. En su comparecencia este mes ante el parlamento, el titular de esa cartera, Maimir Mesa, dijo que se prioriza el acceso a Internet en lugares vinculados al desarrollo social y comunitario, como escuelas.
También informó que están en marcha proyectos para abaratar los costos de la telefonía móvil. En la actualidad, pocas personas disponen de conexiones o correo electrónico en sus casas, la mayoría "dial up" (tecnología que permite el acceso a través de una línea telefónica analógica) y contadas inalámbricas. Algunas pagan los elevados precios de los cibercafés, sobre todo en hoteles.
En tanto, las oportunidades en el trabajo privado abiertas por el proceso de actualización del modelo económico cubano pudieran expandirse más con un servicio de Internet asequible para emprendedores y cooperativas.
Sin poder aprovechar todas las posibilidades que brinda la web actual, ya algunas iniciativas independientes exploran tímidamente la promoción de servicios vía correo electrónico, en sitios web, redes sociales como Facebook o Twitter o por mensajes a celulares. Entre ellos, figura el proyecto Alamesa de "difusión sobre gastronomía en Cuba".
Este grupo, que también gestiona servicios asociados a los gastronómicos a través de la red de redes, tiene como herramienta principal un directorio web sobre restaurantes nacionales y un boletín electrónico. El restaurante habanero Chaplins Café y las lámparas artesanales LampArte tienen perfiles en Facebook.
El restaurante La Casa está presente en Facebook, Twitter, WordPress, Flickr y YouTube, a la vez que interactúa constantemente con los usuarios del asesor internacional de viajes TripAdvisor e integra MallHabana, la exclusiva tienda de envíos a Cuba en Internet. Estas iniciativas buscan atraer sobre todo al visitante internacional.
Muchos emprendimientos familiares trazan alternativas para colocar sus ofertas en línea, ante las dificultades nacionales. La talabartería de bolsos exclusivos en Piel Zulu, de la cubana Hilda M. Zulueta, dispone de un sitio propio gestionado por una de las hijas de la artesana, que vive en España, contó esta cuentapropista a IPS.
En 2011, solo 1,3 millones de los 11,2 millones de habitantes de la isla tenían líneas de celulares, según la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información. También registró 2,6 millones usuarios en línea, un dato que une cuentas de Internet y la intranet cubana, que ofrece acceso a algunos sitios web internacionales y locales.
Antes de pensar en divulgar su producción musical, el destacado sonidista Maykel Bárzaga sueña con una conexión propia para actualizar y activar fácilmente los programas informáticos imprescindibles para su estudio casero de grabaciones. Hace cinco años, se acogió a esa opción para creadores asociados a la no gubernamental Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
"Cuando se adquiere un equipo o un programa de edición musical obligatoriamente hay que activarlo y actualizarlo colocando una clave en la página del proveedor", explicó a IPS.
Amplió que "Internet es una fuente de trabajo impresionante, pues permite realizar proyectos internacionales sin moverse cada músico de su país". La consultora Boston Consulting Group (BCG) estimó en 2012 que la economía de Internet crecerá en los próximos años a más de 16 por ciento anual en los mercados en desarrollo del orbe.
La ampliación de los canales de ventas es una de las múltiples oportunidades económicas que traería el acceso sin restricciones a Internet que identificaron los participantes del Café 108.
A su juicio, muchas personas encontrarían sustento con nuevas profesiones, Cuba podría exportar servicios a través de la web, la industria turística tendría más independencia al tener sitios totalmente propios y mejor posicionados, y surgirían empresas y cooperativas con profesionales de todo el país y el mundo, entre otras.