El cambio de plantas forrajeras y la búsqueda de nuevas fuentes de agua son acciones de adaptación climática implementadas por una iniciativa de ocho cooperativas ganaderas de Camagüey, a 534 kilómetros de la capital de Cuba. “Se introdujeron nuevos pastos, según las condiciones de cada terreno, como moringa y morera, y se identificaron lugares para cavar más pozos o se incluyeron otras fuentes naturales de agua, sin explotar hasta el momento”, dijo a Tierramérica Mayda Álvarez, referente de género del proyecto, que también busca equidad entre hombres y mujeres.
Así se intenta mantener la producción ganadera en “zonas de extrema sequía”, indicó la integrante de la Cátedra de la Mujer y la Familia de la Universidad de Camagüey. El campesinado local, de larga tradición en la cría de ganado vacuno, enfrenta la prolongación de los períodos secos.