Investigadores de la brasileña Universidad Federal de Pará almacenan material genético de primates del género Saimiri, conocidos como "macacos de cheiro" (monos de olor), para evitar la extinción de una subespecie endémica de la Amazonia. El macaco de cheiro de cabeza negra (Saimiri vanzolinii) está clasificado como vulnerable en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Vive en unos 870 kilómetros cuadrados de bosques, en el centro de la Amazonia, protegido por el Instituto Mamirauá, que estima existen cerca de 45.000 ejemplares. “Esos monos viven en áreas de vega, cerca de ríos, lo que los hace vulnerables al cambio climático", explicó a Tierramérica la bióloga Fernanda Pozzan Paim.
"Si hay crecida de esos cursos de agua, la población ya reducida puede desaparecer. Las muestras ayudarán a entender el ciclo reproductivo de este primate, definir estrategias de conservación y, en el futuro, hacer fertilización in Vitro", agregó.