Mientras Malasia se prepara para las elecciones generales dentro de seis meses, analistas debaten si se repetirá el «tsunami» de votos que debilitó al gobernante Frente Nacional (FN) en 2008.
En aquella oportunidad, y por primera vez desde la independencia (1957), el FN perdió la mayoría de dos tercios en el parlamento y cinco estados. El resultado inesperado obedeció al uso de redes sociales como herramienta de campaña, principalmente en manos de la oposición.
"En 2008, ni el gobierno ni la oposición esperaban los resultados que obtuvieron", dijo Ramanathan Sankaran, autor de "Media, Democracy and Civil Society" (Medios, Democracia y Sociedad Civil).
La proliferación de sitios web y de blogs independientes, como Malaysia Today y Malaysiakini, restaron efectividad a la maquinaria propagandística de la coalición gobernante durante la campaña.
"Seis o siete blogueros, desconocidos para la mayoría de los integrantes de la coalición gobernante, llegaron al parlamento", precisó Sankaran a IPS. Tres de ellos se volvieron luego conocidas figuras de la oposición en Malasia.
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La ambientalista y activista de derechos humanos Elizabeth Wong es ahora ministra de Turismo, Asuntos de Consumo y Ambiente del estado de Selangor, gobernado por la oposición y donde se encuentra Kuala Lumpur.
Tony Pua, quien le ganó a un secretario parlamentario del FN en el distrito electoral de Petaling Jaya, en el estado de Selangor, ahora es el "ministro en las sombras" de Educación Superior del parlamento federal.
Jeff Ooi, quien obtuvo un escaño en la asamblea estadual de Penang, en el noroeste de la península de Malaca, fue otro gran triunfo de la oposición en 2008. Ahora es asesor del ministro jefe.
"Una de las primeras cosas que dijo (el entonces primer ministro Abdullah Ahmad) Badawi tras conocer los resultados fue perdimos la guerra de Internet. No nos dimos cuenta de que era importante. Confiamos demasiado en los medios tradicionales", recordó Steven Gan, editor del sitio de noticias alternativo Malaysiakini.
"Cuando (el actual primer ministro) Najib Razak llegó al gobierno en 2009 hubo un interés sustancial por Internet. Creó su propia cuenta de Facebook, al igual que otros dirigentes, y también comenzó a tuitear" (hacer comentarios en Twitter), apuntó.
También tiene un sitio web llamado "1 Malaysia", que se actualiza a diario. Según Sankaran, Razak instruyó a sus ministros y a otros altos funcionarios a que usaran las herramientas de Internet y respondieran los correos electrónicos en 48 horas.
Lim Kit Siang, el histórico miembro de la oposición en el parlamento federal, tiene su propio blog, desde el cual hace meses que ataca de forma implacable al gobierno con denuncias de corrupción.
Siang ingresó al parlamento en 1969 y es el jefe del grupo de legisladores del Partido de Acción Democrática, de mayoría china.
Impactado por el resultado de los comicios de 2008, "el FN hizo una movida concertada para movilizar a su propio ejército cibernético", dijo Gan a IPS.
La determinación del FN de aprender de sus errores pasados se refleja en su decisión de incorporar a Kamalananthan Panchanathen, de 40 años y hábil con la tecnología, para un asiento por Hulu Selangor, un electorado de mayoría india, según Sankaran.
El analista político Chandra Muzzafar, ex aliado del dirigente opositor Anwar Ibrahim, coincidió en que Internet desempeñará un papel clave en las próximas elecciones. "Desempeñará un papel importante en algunos distritos y será difícil de controlar", dijo a IPS.
La censura asoma
Además de las medidas para servirse de las nuevas tecnologías y con la llegada de las elecciones, el gobierno se dispone a restringir las libertades de usuarios y organizaciones que las utilizan para difundir su mensaje a la sociedad civil.
El independiente diario Star informó el 13 de septiembre que la conocida organización de derechos humanos Suaram estaba siendo investigada por el Ministerio del Interior y otras cinco agencias del gobierno supuestamente por recibir fondos de la Open Society Foundation, cuyo presidente es el especulador financiero George Soros.
Entre los miembros de Suaram hay legisladores de la oposición vinculados a la agrupación de Anwar Ibrahim, Partido por la Justicia del Pueblo. La organización de derechos humanos lanzó una cruzada contra la corrupción.
"La sociedad civil figura en los medios como un enemigo que busca derrocar al gobierno a instancias de las potencias extranjeras", indicó Ambiga Sreenevasan, presidenta Berish (coalición para elecciones libres y justas), según un artículo publicado la semana pasada por Malaysian Insider.
"Esas acusaciones también fueron lanzadas contra Berish, intensificándose en julio del año pasado, cuando reunimos 50.000 personas en las calles de Kuala Lumpur para reclamar elecciones libres y justas", añadió.
Otro medio alternativo acusado de recibir fondos de Soros es Malaysiakini.
"No tenemos afiliación partidaria, pero eso no quiere decir que seamos apolíticos. Somos muy políticos. Cubrimos temas que nos son preciados como la corrupción, la libertad de prensa y los derechos humanos", dijo Gan, editor de Malaysiakini, a IPS.
El peso de la economía
Los ciberciudadanos lograron romper el "monopolio de la verdad" del gobierno, y el movimiento Reformasi, integrado por una base malaya y enfocado a denunciar la corrupción y el abuso de poder, crece, pero el analista Muzzafar cree que el FN obtendrá una clara victoria en los próximos comicios.
La economía será el elemento clave, pues actualmente está fuerte y estable.
El desempleo afectaba a 2,7 por ciento de la población económicamente activa en agosto, el producto interno bruto fue de 5,6 por ciento en el segundo trimestre de este año y la producción industrial, de 4,9 por ciento en septiembre, según el Departamento de Estadísticas.
Malasia goza de una sólida red de medios alternativos, de un activo sector de organizaciones no gubernamentales y de una fuerte oposición. Sin embargo, Gan cree que el FN ganará gracias a su enorme maquinaria propagandística y a los fondos estatales.
Las redes de radio y televisión estatales, además de los principales diarios controlados por el gobierno, tienen una enorme influencia en los sectores rurales malayos, que conforman el grueso del electorado.
La oposición apuntó a los más jóvenes, aunque, según las últimas elecciones universitarias, sin éxito.
Según Star, Pro-Aspirasi, un grupo favorable al gobierno, obtuvo un gran triunfo en los comicios del 25 de septiembre, consiguiendo ganar en ocho de las 15 universidades públicas.