Investigadores de la venezolana Universidad de Los Andes solicitaron al gobierno un plan de manejo para las 7.000 hectáreas de la Estación Experimental Caparo, remanente de lo que hace menos de un siglo era un bosque de millones de hectáreas en las llanuras del oeste. "Solicitamos que se declare Parque Nacional a este relicto y disponer un plan de manejo de la reserva forestal dentro de la cual se encuentra –decretada en 1961 con 175.000 hectáreas– pero diezmada por empresas madereras hasta el año 2000", dijo a Tierramérica el académico responsable de la estación, Wilfredo Franco.
El deterioro también se debe a "unas 10.000 personas que la han ocupado para realizar actividades agrícolas y ganaderas, con quema, tala y pastizales", agregó.
Todavía existen en la estación 16 comunidades boscosas, con 191 especies arbóreas, 61 de mamíferos, 248 de aves, 30 de anfibios, siete de serpientes, numerosas de peces e insectos y un potencial de vida microbiana por establecer. Es lo que queda de lo que alguna vez fueron siete millones de hectáreas de bosques en el sudoeste venezolano y otros tantos en el oriente de Colombia. (Fin)