Mujeres y empresas, clave del crecimiento africano

La crisis financiera y económica internacional desatada a fines de la década de 2000, y que golpeó en especial al Norte rico con las consiguientes consecuencias para el resto del mundo, propició el interés en dos actores cruciales del crecimiento económico: las mujeres y las empresas.

Uno de los ejes centrales del Foro de Mujeres para la Economía y la Sociedad, cuya octava edición se realizó este mes en esta ciudad del noroeste de Francia, fue cómo promover un desarrollo social y económico sostenible en la segunda región de mayor crecimiento del mundo: África.

Una investigación realizada por el Instituto Global McKinsey muestra que los recursos naturales son responsables de alrededor de un tercio del crecimiento económico africano. El resto obedece a cambios estructurales que estimularon las economías locales. Las telecomunicaciones, la banca y el sector minorista florecen, mientras la construcción está en auge.

El comercio entre África y el resto del mundo aumentó 200 por ciento desde 2000, y se incrementa el acceso del continente a capitales internacionales.

El flujo de las inversiones extranjeras directas creció de 9.000 millones de dólares, ese año, a 62.000 millones de dólares, en 2008.
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La población africana se duplicará para 2050, pasando de 1.000 millones a 2.000 millones de personas. El potencial del continente es enorme si es capaz de crear condiciones para un desarrollo sostenible encabezado por mujeres como, por ejemplo, abrir la economía formal a las empresarias.

Capital humano e innovación

Las 40 integrantes de la delegación africana que participaron en el Foro de Mujeres, celebrado entre los días 10 y 12, coincidieron en que África debe aprender a aprovechar su potencial humano para promover un tipo de desarrollo económico que beneficie a la mayor parte de la sociedad.

En especial, es necesario un cambio radical de actitud hacia el sector empresarial.

"Muchos africanos todavía aspiran a ser médicos o abogados, pero empresarios solo si no consiguen trabajo", indicó la ghanesa Anne Amuzu. "Debe cambiar rápido la mentalidad. Los jóvenes no saben qué es ser emprendedor. Tenemos que demostrarles que es una opción real", remarcó esta empresaria.

Son importantes los modelos de exitosos empresarios africanos, pues sirven de inspiración.

Mujeres como Bethlehem Tilahun, fundadora de SoleRebels, una de las marcas de calzado más conocidas de África y quien figura en el ranking de la revista Forbes de las "100 mujeres a observar en 2012", son ejemplos del impacto que la población femenina puede tener en el concierto global.

Las africanas también representan un vasto sector con potencial para propiciar un crecimiento dinámico y sostenible en África.

El Banco Mundial estima que dos tercios de las africanas integran la población económicamente activa del continente y que la proporción de empresarias es mayor en África que en cualquiera otra parte del mundo.

Muchas de ellas son muy activas en la economía informal de sus países.

El mensaje de que las mujeres son capaces de marcar una verdadera diferencia en el futuro del continente se propagó más allá de las costas africanas.

"Las mujeres del sector privado son una fuente poderosa de oportunidades y de crecimiento económico", indicó Marcelo Giugale, director de gestión económica y reducción de la pobreza para África del Banco Mundial.

La Comisión Europea, órgano ejecutivo de la Unión Europea (UE), también reconoció que las mujeres son poderosas conductoras del desarrollo sostenible.

En el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la Organización de las Naciones Unidas (ODM), la UE apoyó la incorporación de unas 85.000 adolescentes en la enseñanza secundaria en 10 países de África subsahariana en los últimos cinco años.

"Alentar a las empresarias puede ayudar al crecimiento", dijo a los participantes del Foro Nigest Haile, directora ejecutiva del Centro para el Empoderamiento Económico de las Mujeres Africanas.

"Pero dependerá de la capacitación y de las oportunidades que haya para las jóvenes. La educación permite logar esto, pero también necesitamos modelos inspiradores", apuntó esta Haile, de origen etíope.

Un mejor acceso a los mercados financieros podría contribuir a que las empresarias formalizaran su actividad y, por ende, ampliar su actividad.

La capacitación y otras formas de educación que se concentren en mejorar los negocios y otras capacidades económicas también estimularán el crecimiento.

Muchos gobernantes creen que la capacitación empresarial debería comenzar en la escuela, si se quiere que los y las jóvenes adquieran competencias económicas y realmente consideren la posibilidad de abrir un negocio, como opción viable para forjarse un futuro seguro.

Una investigación de Ernst & Young concluye que la formación dirigida en ese sentido mejora en forma drástica la disposición de los estudiantes de hacer carrera como empresarios.

El último impulso al crecimiento en África ya hizo la vida de muchas personas más gratificante. Abundan las oportunidades de negocios, y los gobiernos muestran una creciente disposición a no ponerles trabas.

Según la clasificación anual sobre prácticas comerciales del Banco Mundial, 36 de los 46 gobiernos africanos facilitaron la concreción de negocios en 2011, indicó The Economist.

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