La violencia de género en India se hace más frecuente y más brutal. No obstante, cada vez más mujeres se animan a denunciarla.
El 6 de este mes, una adolescente de 14 años de la aldea de Sacha Khera, en el distrito de Jind, en el norteño estado de Haryana, se inmoló luego de haber sido víctima de una violación grupal.
En su declaración ante la policía, afirmó que dos hombres jóvenes la habían llevado a rastras hasta una casa, donde la violaron mientras la cuñada de uno de ellos hacia guardia en la terraza de la vivienda.
La adolescente se prendió fuego con queroseno poco después de denunciar el ataque. Fue llevada de urgencia al hospital pero finalmente murió debido a sus heridas.
En septiembre, según el sitio web de noticias OneIndia News, se reportaron 17 violaciones en Haryana, un estado tristemente célebre por los llamados "asesinatos de honor".
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Mujeres o niñas que han sido violadas muchas veces son asesinadas por sus propios parientes o conocidos, porque consideran que la agresión sexual supone un deshonor para la familia o la comunidad.
La presidenta de la coalición gobernante Alianza Progresista Unida, Sonia Gandhi, se reunió con la familia de la adolescente fallecida y dijo a periodistas en Jind el 9 de este mes que los responsables debían ser severamente castigados.
Las tendencias a nivel nacional indican que el incidente en Haryana, que impactó a todo el país, no es aislado.
El informe anual de la Oficina Nacional de Registro de Delitos, con sede en Nueva Delhi, concluyó que "un total de 228.650 casos de agresiones contra las mujeres fueron denunciados en el país en 2011, contra 213.585 en 2010, lo que significa un incremento de 7,1 por ciento".
La escalada del problema también llamó la atención de funcionarios de gobierno. El ministro del Interior, Sushil Kumar Shinde, reconoció en una conferencia de directores de policía e inspectores el 6 de este mes en Nueva Delhi que los crímenes contra las mujeres estaban aumentando, y subrayó la necesidad de adoptar métodos adecuados para detener a los responsables.
Analistas coinciden que en India, el segundo país más poblado del mundo, con 1.200 millones de habitantes, cada vez hay más casos de violación y otras formas de agresión sexual, secuestro, acoso y maltrato contra las mujeres.
Sreelekha Nair, investigadora del Centro de Estudios para el Desarrollo de las Mujeres, con sede en Nueva Delhi, dijo a IPS que según estadísticas del periodo 2007-2011, el maltrato que sufren las indias por parte de sus esposos se ubicó en el tope de la lista de casos de violencia de género, con 99.135 denuncias el año pasado.
Ese mismo año, se registraron 42.968 casos de abuso sexual, lo que lo convirtió en el segundo delito de violencia machista más denunciado. Las estaciones de policía también registraron 35.565 denuncias de secuestro.
Mujeres activistas y lideresas políticas afirman que la mala gobernanza, la falta de conciencia pública sobre el problema y la lentitud de acción de la policía agravan la situación.
La parlamentaria y presidenta del Partido Comunista de India, T. N. Seema, dijo IPS que tanto las instituciones judiciales como las administrativas debían adoptar políticas de género para contener la ola de violencia contra las mujeres.
"El número de crímenes violentos crece cada año, mientras que disminuye el de condenados por esos delitos. Cuando se analizan los registros, podemos ver que solo una cuarta parte del total de los acusados" recibieron algún tipo de castigo, indicó.
Para Seema, "hay que cambiar la mentalidad de la sociedad para que las mujeres asuman un papel más importante en la vida pública".
En los centros urbanos es donde más se concentra la creciente violencia de género. El gobierno registró "un total de 33.789 casos de violencia contra las mujeres en 53 ciudades durante 2011, contra 24.335 en 2010", detalló la legisladora.
Archana Rajeev, periodista de la sureña ciudad de Thiruvananthapuram, cree que el fenómeno puede atribuirse a la presencia en las urbes de una gran población flotante, conformada sobre todo de inmigrantes hombres, en metrópolis como Nueva Delhi.
Sin embargo, los delitos contra las mujeres por razón de su género no deben ser vistos exclusivamente como un problema de "ley y orden", dicen los expertos.
La principal causa es la mentalidad medieval y patriarcal predominante en India, que se niega a ver a las mujeres como personas humanas iguales, independientes y autónomas.
La mejora de las políticas represivas de la policía y la justicia debe ir acompañada de una campaña sociocultural para proteger los derechos de las mujeres, aducen.
Mientras, el aumento en el número de mujeres en cargos dentro de administraciones locales está permitiendo una mejor toma de conciencia entre la población sobre el problema. A la vez, el aumento en el número de denuncias recibidas en las estaciones de policía sugiere que las propias víctimas se animan más a hablar de lo que les ocurre.
Un estudio realizado por expertos del Fondo Monetario Internacional y de las universidades de Harvard (Estados Unidos) y Warrick (Gran Bretaña), trazó un vínculo entre el aumento de las denuncias de violencia de género y el impacto de las reformas que en 1992 introdujeron un sistema de cuotas para permitir una mayor representación femenina en los gobiernos locales.
Según los investigadores, la participación de mujeres en cargos públicos promueve políticas más sensibles a la violencia de género.
Además, las víctimas se sienten más confiadas a hacer denuncias sabiendo que hay mujeres en cargos de poder.
Los sociólogos creen que la violencia de género debe combatirse proveyendo a las mujeres de un mejor acceso a la propiedad, educación y empleo.
Durga Lakshmi, investigador independiente en Kollam, una ciudad costera del sureño estado de Kerala, dijo a IPS: "La educación y el empleo han ido mejorando el estatus de la mujer, ayudándola a encontrar una solución en situaciones complejas".