Tres comunidades campesinas del departamento de Choluteca, en el sur de Honduras, se destacan por las buenas prácticas que adoptaron, en un programa promovido por la FAO, para resistir la sequía y adaptarse al cambio climático. Los habitantes de El Obrajito, Caulote y San Juan Bosco, en el municipio de San Isidro, trabajan, con orientación, en manejo y conservación de aguas y suelos, cultivo de granos básicos, desarrollo de un banco de semillas y tiendas de consumo.
Gracias a esas prácticas, la sequía por el prolongado verano de este año no impidió las cosechas de papa, yuca, camote, cebolla, chile y otras legumbres, dijo a Tierramérica una de las beneficiarias del proyecto, Suyapa Baquedano.
Ahora los campesinos registran en un libro los días de lluvia y las cantidades de agua para prevenir y almacenar el líquido en grandes depósitos, agregó.
El programa de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) tiene como objetivo la seguridad alimentaria y funciona desde hace tres años.