El emblemático año del movimiento mundial cooperativo está por terminar, ante lo cual sus dirigentes lanzan un último mensaje resonante: las cooperativas son capaces de promover una transición hacia una economía socialmente más responsable.
Este concepto será central en la Cumbre Internacional de Cooperativas (http://www.2012intlsummit.coop/site/home), que reunirá a más de 2.000 personas en la ciudad canadiense de Quebec desde este lunes 8 al viernes 12.
En el marco del Año Internacional de las Cooperativas (http://social.un.org/coopsyear/), proclamado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Monique Leroux, directora ejecutiva de Desjardins, el mayor grupo financiero cooperativo de Canadá, pensó que era hora de cumplir su sueño de organizar un gran encuentro.
"Queremos aprovechar la cumbre para asegurarnos de que el mundo en general, y los gobiernos, en particular, comprenden mejor el movimiento cooperativo", explicó Leroux. "Debemos hacer un mejor trabajo para difundir quiénes somos", apuntó.
Desjardins se asoció con la no gubernamental Alianza Internacional de Cooperativas (AIC) para crear un marco en el que se puedan forjar nuevas redes y soluciones para impulsar el movimiento.
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El cambio hacia un nuevo paradigma económico está en marcha, y es hora de que las cooperativas demuestren su valor porque hay una ola de desencantamiento con el sistema económico actual, observó Charles Gould, director ejecutivo de AIC.
Las cooperativas tienden a surgir en respuesta a una necesidad desatendida en una comunidad. Algunos valores centrales en los que se basa el modelo cooperativo son: autoayuda, democracia, equidad, igualdad y solidaridad. Estos pautan la forma en que se toman las decisiones.
Estos valores implican que los intereses de las comunidades serán tenidos en cuenta en cualquier cálculo empresarial.
Frente a la crisis financiera, el modelo cooperativo probó su resiliencia gracias a que los directivos son responsables frente a sus miembros, indicó Leroux. La regla de que un miembro es igual a un voto significa que los intereses de la mayoría no perjudican al resto.
"Es un modelo más sostenible, no corre riesgos desconocidos porque no trata de maximizar sus beneficios", explicó Gould
"Creemos que es factible pensar que en 2020 el modelo cooperativo será la estructura empresarial de mayor crecimiento en el mundo", dijo a IPS. "Hemos preguntado a las cooperativas y a sus miembros qué tendría que cambiar para que pase eso", apuntó.
Gould identificó varias áreas que ayudarán a impulsar el movimiento y promover su perfil como alternativa viable a la clásica estructura corporativa.
Las cooperativas necesitan nuevas formas de reunir capital que estén alineadas con sus valores.
La cumbre es una oportunidad para que Desjardins y sus socios compartan sus novedades sobre la creación de productos financieros, servicios de crédito pensados para reflejar el contexto de una comunidad, indicó France Michaud, supervisora de comunicaciones de Developpement International Desjardins (DID).
Además de reunir capital, las cooperativas también deben trabajar mejor para promover y mencionar su identidad, dando a conocer el modelo y sus valores al público en general, apuntó Gould.
Marcas como Ocean Spray y Sunkist son conocidas pero no siempre definidas como ejemplos de cooperativas.
Hay varias concepciones erróneas sobre las cooperativas que les restan importancia en la economía, indicó Stephanie Guico, coordinadora del Programa Futuros Líderes de la cumbre.
El alivio a la pobreza es central en el mandato de muchas cooperativas, pero mucha gente suele no darse cuenta de que son empresas implicadas en su sostenibilidad, añadió Guico.
Para que prospere el modelo cooperativo, el marco legislativo y normativo debe ajustarse.
"Hay muchos países donde el régimen empresarial gira en torno a las empresas porque ha sido el modelo dominante", dijo Gould a IPS. "Debemos asegurarnos de no estar sujetos a restricciones que fueron impuestas para evitar problemas que sufren otras estructuras", añadió.
Gould señaló que los gobiernos de China e Irán están interesados en el modelo cooperativo, y que esos países están en su lista de países para observar su crecimiento.
"Algunos de ellos reconocen la necesidad de opciones a las empresas estatales y de observar cuánto ha cambiado la economía global", indicó. "Pero no quieren caer en modelos capitalistas y se preguntan si una cooperativa puede ser una forma de que la gente apunte hacia la autoayuda", añadió.
En Quebec, el trabajo preliminar hacia una economía alternativa se gesta con una variedad de pequeños esfuerzos encabezados por miembros del movimiento cooperativo global, indicó la socióloga Laure Waridel, invitada a participar en la cumbre.
También mencionó, como ejemplo, una granja orgánica local que optó por subsistir con ayuda de los clientes dispuestos a pagar por adelantado por su parte de la cosecha.
Waridel, también reconocida como pionera del comercio justo, estudia los esfuerzos de agricultores de Quebec para crear un ingreso sustentable.
"Me interesa encontrar los puntos de conexión entre las muchas iniciativas de Quebec que son consideradas marginales", dijo a IPS. "Si las juntas ves que constituyen una propuesta para otra economía", añadió.