Recolectores de residuos, embajadores contra el cambio climático

A Tomson Chikowero le avergonzaba su trabajo. No quería que nadie supiera lo que hacía para ganarse la vida, así que se levantaba muy temprano y partía de su casa en Hatfield, un barrio residencial de la capital de Zimbabwe, ocultándose en la oscuridad.

Volvía después de la puesta del sol, cuando nadie podía verlo cargar los sacos de botellas de plástico que durante el día había recogido de los basureros.

Al principio, para Chikowero, un hombre de clase media que antes estuvo empleado en la construcción pero perdió su trabajo en 2010, recolectar plásticos y cajas de cartón de la basura de otras personas para poder revender era una tarea penosa. Pero ahora se ha convertido en uno de varios inesperados embajadores en Harare contra el cambio climático.

El recalentamiento planetario ya impactó en el país. El Departamento del Servicio Meteorológico confirmó que las lluvias se redujeron, mientras que las temperaturas aumentaron en los últimos años.

Según un estudio divulgado en marzo y titulado "Strengthening national capacity for climate change programme in Zimbabwe" (Fortaleciendo la capacidad nacional para el programa de cambio climático en Zimbabwe), este fenómeno pondrá en riesgo la seguridad alimentaria y el crecimiento económico del país.
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Sin embargo, la basura tiene un rol que desempeñar en la mitigación del cambio climático en esta nación de África austral.

Una publicación de 2010 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, titulada "Waste and Climate Change" (Deshechos y cambio climático), señaló que el reciclaje de residuos era más beneficioso en la mitigación de este fenómeno que otras técnicas.

Barnabas Mawire, director para Zimbabwe en la organización ambientalista Environment Africa, sostuvo que el reciclaje es importante para el país.

"Ayuda mucho en la (mitigación) del cambio climático… Si las industrias reciclan botellas de plástico y chatarra, no usarán la misma cantidad de energía que emplearían si estuvieran fabricando plástico o metal de cero. Si reciclan, usarán menos materias primas y energía, y se ha demostrado que esto reduce la huella de carbono", dijo a IPS.

Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, "el reciclaje de plástico usa aproximadamente 10 por ciento de la energía que insume fabricar una libra (medio kilogramo) de plástico a partir de materiales vírgenes".

Aunque no hay estimaciones de cuánto ahorraría Zimbabwe en emisiones de gases de efecto invernadero, el reciclaje que se realiza en Gran Bretaña sirve para ahorrar más de 18 millones de toneladas de dióxido de carbono al año, equivalentes a las emisiones anuales de 177.879 vehículos de pasajeros.

Pero muchos zimbabwenses no son conscientes del cambio climático o de los esfuerzos por mitigarlo.

Este país no tiene ninguna política sobre el cambio climático, aunque está en proceso de formular una con la Alianza Clima y Desarrollo (CDKN).

Así que, cuando Chikowero empezó a recoger basura, tanto él como otros cientos simplemente lo hacían para ganarse la vida en un país con un desempleo de 70 por ciento. Un kilogramo de plástico puede venderse a entre siete y 10 dólares.

Aunque no hay cifras oficiales sobre cuántas personas viven de esto, es común ver a muchas recogiendo residuos en los suburbios de Harare. En el mercado capitalino de Mbare Musika, compradores de plástico dijeron a IPS que tratan con unos 200 recolectores cada día.

El mercado es el mayor de la ciudad, y tiene un área organizada para los compradores de materiales reciclables.

Además, Mukundi Plastics, una empresa de embalajes y reciclaje ubicada en el área industrial de Harare, dijo recibir entregas de unas 100 personas por día.

La reutilización es importante para el país. Según la gubernamental Autoridad de Manejo Ambiental, Zimbabwe se está quedando sin vertederos de residuos.

Además, el Journal of Sustainable Development in Africa 2011 señaló que los hogares de Zimbabwe generan 2,7 kilogramos de desechos sólidos por día, de los cuales 47 por ciento es biodegradable. A menudo las autoridades recurrena la quema de basura como manera de eliminarla, pero esta práctica se considera nociva para el ambiente.

El reaprovechamiento de residuos es una buena manera de combatir esto.

"Cuando empezamos hacíamos esto solo por dinero, y yo me preguntaba por qué a la gente le interesaba comprar botellas de plástico y cajas de cartón, hasta que nos dijeron qué ocurría con el plástico que nos compraban", relató Chikowero.

Es reciclado tanto por empresas locales como internacionales, para la manufactura de botellas de gaseosas y cajas de cereales.

Chikowero tampoco se había dado cuenta de que, al alentar a las trabajadoras domésticas que le entregaban la basura a separar papeles de plásticos, estaba ayudando a Zimbabwe a mitigar el cambio climático.

Actualmente, Chikowero recolecta plástico de 50 bloques de edificios residenciales en el centro de Harare y en las áreas periféricas de Eastlea.

Por ejemplo, las mucamas Idah Ndadziyira y Tatenda Munjoma, que trabajan en los Edificios St. Tropez Flats de Eastlea, dijeron a IPS que por allí pasaban con regularidad otros tres recolectores de plásticos. Y también que ellos, como Chikowero, les enseñaron sobre el recalentamiento planetario y la importancia del reciclaje.

Chikowero ha logrado que una de cada tres casas del suburbio de Easlea recicle sus plásticos, y otros hogares empiezan a seguir su ejemplo. "Ahora es un modo de vida", explicó.

Incluso el coordinador del Comité Nacional de Cambio Climático, Toddy Ngara, reconoció los esfuerzos de recolectores de residuos como Chikowero.

"Su trabajo es loable, nos han ayudado mucho a limpiar nuestras ciudades y ahora nos ayudan a limpiar el ambiente con su contribución a la industria del reciclaje", dijo Ngara a IPS.

El comité gubernamental de adaptación al cambio climático prometió consultarlos y usarlos como embajadores en el desarrollo de una estrategia nacional sobre este fenómeno.

El director de Ambiente en el Ministerio de Ambiente, Irvin Kunene, dijo a comienzos de mayo en Harare que todos los actores, incluidos los recolectores de residuos, serían consultados a la hora de elaborar esa política.

Y esto hizo que Chikowero esté orgulloso de su trabajo.

"Ahora ya no siento vergüenza", dijo a IPS.

* Este artículo es parte de una serie apoyada por la Alianza Clima y Desarrollo (CDKN).

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