Cuando ya pasó un año de la creación de un programa para fomentar una maternidad segura en Laos, la iniciativa no logra llegar a las comunidades rurales más alejadas.
Una madre, de 30 años, de la minoría étnica akha dijo a Mona Girgis, directora de la oficina local de Plan International que nunca oyó hablar del National Skilled Birth Attendance (programa nacional de parteras calificadas).
Noi vive con sus tres hijos en la aldea de Baan Monlem, en la norteña provincia de Bokeo.
Pero Girgis dijo a IPS que a Noi le pareció buena idea que parteras capacitadas llegaran hasta su aldea para ayudar a las mujeres durante el embarazo y el parto.
La comunidad de Noi, compuesta de 60 familias que viven del cultivo de arroz en las laderas de Bokeo, depende de las ancianas de la aldea, y no de parteras calificadas.
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La situación de las mujeres embarazadas en Baan Monlem se repite en buena parte de las comunidades rurales de Laos.
La mayoría de los 6,5 millones de habitantes de este país viven en comunidades rurales en regiones montañosas, y 80 por ciento de las mujeres paren en su casa, según estudios realizados por el Fondo de las Naciones Unidas para la Población (UNFPA).
Las comunidades montañosas están compuestas por 100 minorías étnicas, que representan un cuarto de los habitantes de este país y son responsables de la alta tasa de mortalidad materna: 470 muertes cada 100.000 nacidos vivos.
Laos tiene el peor registro de Asia, incluso peor que el atribulado Afganistán, con 460 muertes cada 100.000 nacidos vivos, según el estudio "Tendencias de la mortalidad materna: 1990-2010", del Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud y el UNFPA, divulgado este año.
"Las familias de comunidades étnicas remotas suelen ser pobres y no tienen los recursos económicos para pagar el transporte ni el costo de los servicios de salud", explicó Girgis.
"Escuché a varias mujeres decir eso en diferentes partes de Laos", dijo Girgis. "Sabemos que hay otros obstáculos, como el estado de las rutas, las barreras idiomáticas y la consciencia sobre la necesidad de buscar atención médica", añadió.
La falta de asistencia profesional es responsable de la muerte de dos mujeres al día en Laos por complicaciones vinculadas al embarazo y al parto, según un informe de UNFPA. "Por cada una que muere, muchas más sufren enfermedades e invalidez", añade el documento.
Para que Laos dejara de ser conocido como el lugar más peligroso de Asia para parir, Vientián impulsó medidas para promover una maternidad segura.
En junio se graduaron 80 parteras de un programa especial creado por el Ministerio de Salud, donantes internacionales y el UNFPA, que comenzó el año pasado, cuando egresaron 140 profesionales.
El programa recibió un impulso adicional con la decisión del gobierno de declarar a junio como el "mes de las parteras", en vez de solo conmemorar el Día Internacional de las Parteras el 5 de mayo.
"Cada comunidad debe contar con sus propias parteras profesionales para trabajar con los líderes comunitarios, las familias, las mujeres y las adolescentes, a fin de mejorar el conocimiento sobre un embarazo seguro y la atención de madres y bebés recién nacidos", dijo Som Ock Kingsada, viceministro de Salud, al conmemorar el mes especial.
El programa de capacitación es el primero de este tipo después de dos años en que no se formó ninguna partera.
"Tuvimos que cubrir muchos temas con trabajo de laboratorio pues las estudiantes tenían pocos casos para hacer práctica dada la baja concurrencia a centros de salud", relató Della Sherratt, coordinadora internacional de parteras capacitadas de la oficina del UNFPA en Laos.
"Tienen que hacer mucha práctica y tener sus propios casos, como se requiere en otros países, y tuvimos que mandarlas a áreas clínicas para que primero tuvieran cierta exposición", explicó Sherrat.
A medida que el programa de capacitación sigue adelante, el interés se concentra en una atención más profesional en las comunidades aisladas de las zonas montañosas y las tierras bajas. "Este año nos concentramos en áreas donde no hay trabajadores de la salud", dijo a IPS.
Estos esfuerzos ayudarán a Laos a alcanzar uno de los ocho Objetivos de las Naciones Unidas para el Milenio, el de reducir la mortalidad materna en 75 por ciento entre 1990 y 2015.
Según el Banco Mundial, las mujeres que mueren en el parto son una "determinante de la pobreza así como una limitante para superar" la misma.
También "se necesitan intervenciones mayores que mejoren el ambiente macroeconómico y socioeconómico en el país", dijo Ajay Tandon, economista jefe del Banco Mundial en Laos
"Muchos de los factores determinantes de la alta mortalidad materna obedecen a cuestiones externas al sistema de salud, como el mal estado de las rutas, el mal estado de la enseñanza y las inadecuadas instalaciones de saneamiento y salud, así como los bajos niveles de ingresos", añadió.