Investigadores de la brasileña Universidad de São Paulo desarrollaron un biofiltro que utiliza una bacteria para reducir el volumen de gases contaminantes que despiden los rellenos sanitarios. Utilizados como destino final de 30 por ciento de los residuos en Brasil, los rellenos son lugares proyectados para minimizar los impactos de la basura en el ambiente, pero sus suelos liberan gases como el metano, producidos por la fermentación del material enterrado, que se filtran al aire a través de grietas en la superficie.
El sistema desarrollado consiste en inducir la multiplicación de un tipo de bacteria capaz de consumir el metano. Esa bacteria se mezcla con material retirado del propio suelo y colocado nuevamente enseguida para que forme una capa que cubra la superficie del relleno.
"Algunos rellenos transforman el metano emitido en energía, pero esa opción no es económicamente ventajosa. El nuevo método conlleva ganancias ambientales sin generar grandes costos", explicó a Tierramérica el ingeniero coordinador de la investigación, Fernando Marinho.