En el marco de las medidas destinadas a generar confianza para minimizar las tensiones entre India y Pakistán, surgidas en gran parte por el control de Cachemira, ambos países decidieron hacer de este territorio un puente económico, y no la manzana de la discordia.
Pero los pequeños comerciantes que trabajan desde hace tiempo en la Línea de Control (LoC), que separa el estado indio de Jammu y Cachemira de la Cachemira Administrada por Pakistán (PAK, por sus siglas en inglés), temen que los esfuerzos para normalizar las relaciones sean contraproducentes para ellos, pues quedarán afuera de los beneficios del comercio bilateral.
Tras el inicio del diálogo en 2004, luego del conflicto bélico de 2001 y 2002, ambos países reabrieron la ruta Srinagar-Muzaffarabad en abril de 2005 para que pudieran reunirse las familias separadas por la LoC.
Pero los comerciantes lamentan la falta de infraestructura adecuada, pues, según ellos, limita lo que podría ser un lucrativo flujo de bienes.
Estos dos países, con tecnología nuclear, mantuvieron tres guerras por el control de este territorio. Además, el enfrentamiento entre la insurgencia y contrainsurgencia en la Cachemira india, que comenzó en 1989, le costó la vida a 47.000 personas, según estadísticas oficiales.
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La insurgencia avivó la hostilidad entre ambos países, pero la relación cambió en los últimos años, en especial tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
En octubre de 2008, las medidas tendientes a favorecer la confianza, en el marco de las cuales se reanudó el comercio a través de la LoC, permitieron eliminar restricciones al flujo de productos agrícolas como arroz, maíz, frutas y verduras, pero también de muebles de madera, hierbas medicinales, artesanías, colchones, almohadas y almohadones.
A fines de 2011, el intercambio comercial ascendió a unos 37 millones de dólares
Cuando se anunció la reanudación del comercio entre ambos países, la prensa internacional lo comparó con la caída del muro de Berlín, recordó Rashid Wani, quien practica el trueque enviando artesanías de madera a la PAK a cambio de colchones, almohadones y almohadas.
"Pero no ocurrió gran cosa. No tiene sentido hacer negocios sin infraestructura básica en el siglo XXI", dijo a IPS.
"Nuestros comerciantes ni siquiera pueden hacer una llamada a sus socios de la PAK, pues el gobierno de India todavía debe levantar la prohibición impuesta a las comunicaciones telefónicas con Pakistán", explicó Mubeen Shah, presidente de la Cámara Conjunta de Industria y Comercio (JCCI, por sus siglas en inglés), con miembros de ambos países.
"Tampoco podemos hacer transacciones bancarias", apuntó.
Comerciantes en riesgo
Pakistán aplicó a India la norma de nación más favorecida principio que garantiza que cada país trate de igual forma a los demás miembros de la Organización Mundial del Comercio) a fines del año pasado, lo que generó reacciones encontradas entre los residentes del valle de Cachemira.
"Es la primera vez desde 1965, cuando India y Pakistán se enfrentaron por segunda vez, que los vínculos comerciales parecen mejorar", dijo a IPS el profesor de comercio Khursheed Mahajan, de la Universidad de Cachemira.
A principios de este año, los dos países decidieron eliminar gradualmente el régimen comercial de lista negativa, que incluía miles de productos, y dejar solo 1.200 productos restringidos.
La iniciativa apuntó a normalizar las relaciones comerciales entre ambos lados, pero causó consternación entre comerciantes de Cachemira, pues temen que la competencia de las grandes industrias ponga en peligro el comercio trasfronterizo.
A principios de este mes, Zulfikar Abbassi, expresidente de la JCCI, encabezó una delegación de la PAK a Srinagar, donde participó en una conferencia de dos días sobre la futura estrategia comercial.
"Los principios que se aplican al comercio bilateral deben trasladarse al intercambio trasfronterizo", opinó.
"Crearon un comercio bilateral que dejó muy pocos productos en la lista negativa. Esperamos que se aplique la misma política a nuestro intercambio", dijo Abbassi a IPS.
El conflicto de Cachemira, de dos décadas, convirtió a este paraíso terrenal, según Abbassi, en un infierno de extrema pobreza.
Según el censo de 2011, 3,2 millones de personas, 21 por ciento de los habitantes de este territorio, son pobres, mientras que el desempleo afecta a 11 por ciento de la población económicamente activa.
"Los gobiernos de India y de Pakistán deben fomentar el comercio a través de la LoC. Eso permitiría que la población de Cachemira superara una privación económica de décadas", indicó Abbassi.
"Los comerciantes de Jammu y Cachemira no pueden visitar la PAK. Solo habrá un verdadero comercio si ambas partes pueden interactuar y conocerse", dijo Mubeen Shah, presidente de la JCCI.
El comercio a través de la LoC está basado en el trueque. Pero el intercambio es rehén de las restricciones impuestas a la libertad de movimiento, pues es un sistema que requiere de un mercado físico.
Solo las 10.000 familias "rotas", con miembros a ambos lados de la LoC, logran practicar el trueque de forma regular.
Tras la conferencia de este mes, los comerciantes de ambos países prepararon una lista de recomendaciones para la reunión el 19 de julio en Islamabad del grupo especial que elabora medidas para fomentar la confianza bilateral.
La declaración final del grupo de trabajo reza: "Ambas partes revisaron los avances desde la anterior reunión y discutieron modalidades para fortalecer y hacer más eficientes los arreglos de viaje y el comercio existentes de un lado a otro de la LoC".
Pero los comerciantes de este territorio sostienen que ya han escuchado ese tipo de declaraciones, pero sin que se dispusieran medidas positivas.
"Todavía esperamos que surja algo positivo. Veamos qué pasa", dijo Shah a IPS.