Organizaciones no gubernamentales y apicultores de los sureños estados mexicanos de Yucatán y Chiapas solicitaron el amparo de la justicia federal contra la autorización gubernamental a la siembra comercial de soja genéticamente modificada en unas 253.500 hectáreas. Esa superficie potencial se reparte en siete estados de México.
Además, “por los graves riesgos ambientales, económicos y para la salud que representan los transgénicos, llamamos a que estas áreas del país se decreten libres de transgénicos y se prohíba definitivamente su siembra en la región”, dijo a Tierramérica Albert Chan, del Consejo Regional Indígena y Popular de Xpujil, en el sureño estado de Campeche.
En mayo, la Secretaría (ministerio) de Agricultura autorizó a la transnacional estadounidense Monsanto la plantación comercial de soja transgénica, la segunda luego del algodón.
Ambientalistas y científicos consideran que esa siembra amenaza la producción de miel. Según la Asociación Mexicana de Exportadores de Miel, en Yucatán hay unos 16.000 apicultores que producen unas 10.000 toneladas.