En una resolución simultánea, Argentina, Brasil y Uruguay decidieron este viernes 29 suspender del Mercosur a Paraguay, hasta que este país celebre elecciones, y anunciar la incorporación de Venezuela como miembro pleno.
"No se aplicarán sanciones económicas" a Paraguay a fin de evitar daños al pueblo de ese país, anunció la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, anfitriona de la XLIII Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur (Mercado Común del Sur), que se celebró en la provincia occidental de Mendoza.
Una semana después de la destitución de Fernando Lugo como presidente de Paraguay, mediante un juicio político sumarísimo en el parlamento, los socios de ese país aplicaron la cláusula democrática del Mercosur, prevista para casos de "ruptura del orden constitucional" y suspendieron su participación en los órganos del bloque.
Según la resolución, "la suspensión cesará cuando se verifique el pleno restablecimiento del orden democrático" en Paraguay, lo que podría verificarse tras las elecciones de abril de 2013 hasta la investidura de un nuevo gobierno, en agosto de ese año.
La decisión fue adoptada por Fernández y sus pares Dilma Rousseff, de Brasil, y José Mujica, de Uruguay. Este último se había pronunciado en contra de castigar a Asunción con sanciones económicas, para las que tampoco existe mucho espacio institucional, pues el parlamento paraguayo se había negado a ratificar el Protocolo de Montevideo sobre Compromiso Democrático, que prevé una amplia gama de acciones punitivas.
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Lugo, que había perdido apoyo parlamentario, fue sustituido por su vicepresidente, Federico Franco, distanciado del mandatario y cuyo partido votó junto con la oposición por su destitución.
Al conocer la decisión del Mercosur, Franco sentenció que "se terminó el tutelaje de los países vecinos. Ahora Paraguay está liberado de tomar decisiones. Vamos a sopesar costos y beneficios. Vamos a hacer lo que más convenga a los intereses" nacionales, anunció en rueda de prensa.
Fernández consideró que el juicio político a Lugo fue "una parodia" y alertó sobre el riesgo de "golpes suaves" en la región que, "bajo la pátina de cierta institucionalidad", resquebrajen el orden democrático.
Si bien el Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso Democrático en el Mercosur, Bolivia y Chile, firmado por los seis países en 1998 en esa ciudad argentina, deja abierta la puerta a la suspensión de preferencias comerciales para el país que rompa con el orden institucional, se resolvió no tomar medidas en ese sentido.
Tampoco se suspenderán los desembolsos del Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur, creado en 2006 para reducir asimetrías. Por ese fondo, Argentina y Brasil financian proyectos de desarrollo en Uruguay y Paraguay, los socios más pequeños.
Además, Argentina, Brasil y Uruguay fijaron fecha para el ingreso formal de Venezuela, que había firmado su protocolo de adhesión en 2006, pero que estaba congelado en el Senado de Paraguay, que se negaba a ratificarlo.
Los presidentes entendieron que, con Paraguay suspendido, Venezuela queda habilitada a ingresar al bloque, paso que se hará oficial el 31 de julio en una cumbre en Río de Janeiro.
Brasil ejerce desde este viernes la presidencia semestral del Mercosur. Rousseff dijo que su país hará "los mayores esfuerzos" para garantizar que las elecciones paraguayas sean "democráticas, libres y justas".
En diálogo con IPS, el analista Atilio Borón, profesor de teoría política en la Universidad de Buenos Aires, estimó que la suspensión paraguaya "es lo mínimo que se podía hacer, porque las sanciones económicas hubieran perjudicado exclusivamente al pueblo" de ese país sudamericano.
"Me parece bien que quienes usurparon el poder no participen de un órgano colectivo que tiene una cláusula democrática", agregó.
Además, aseveró, "el Senado paraguayo es un instrumento de la política exterior de Estados Unidos en la subregión, que hizo del no ingreso de Venezuela al Mercosur su principal política dentro del bloque". La adhesión plena de ese país "es un castigo formidable" para el gobierno que depuso a Lugo, opinó.
Si bien la crisis institucional de Paraguay acaparó el debate, los socios discutieron otros temas, como la pretensión de elevar la protección a las industrias, manifestada bajo distintas propuestas por Argentina y Brasil.
Se decidió autorizar a que cada país eleve la protección nacional para una lista de hasta 200 productos importados de terceros mercados, que quedarían exceptuados del arancel externo común, sostuvo el titular de Integración y Mercosur del Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay, Álvaro Ons.
Los ministros de Economía acordaron asimismo que, ante los desafíos de la región a raíz del deterioro del escenario internacional, procurarán coordinar "medidas contracíclicas que contrarresten el impacto negativo de la crisis en nuestras economías", se informó mediante un comunicado.
Las autoridades de las carteras de Industria de Argentina y Brasil anunciaron que se reunirán en julio en Brasil para comenzar a trabajar en un nuevo régimen automotriz que reemplace al vigente, que vencerá en 2014.