Arquitectos de Argentina diseñaron ladrillos para la construcción de viviendas utilizando las abundantes cenizas caídas desde hace un año en el sur de este país por la erupción del complejo volcánico chileno Puyehue-Cordón Caulle. Los ladrillos se pueden emplear "para cerramientos, tabiques y, con algunas mejoras, soportar el peso de un techo”, dijo a Tierramérica una de sus inventoras, la arquitecta Marianela Romero, de la Universidad Nacional de Río Negro.
La fabricación es “eficiente”, dijo Romero, porque no requieren cocción a altas temperaturas, que es contaminante. Son además “buenos aislantes térmicos”, detalló.
Bariloche, en la provincia de Río Negro, y Villa La Angostura, en la vecina Neuquén, fueron las ciudades más afectadas por millones de toneladas de cenizas y arenas volcánicas de la erupción que comenzó el 4 de junio de 2011.