Gobierno y empresarios coinciden en España en buscar soluciones a través de recortes presupuestales y amnistías fiscales, contra la opinión de las organizaciones sociales, mientras los indicadores socioeconómicos siguen en franco deterioro, al igual que en varios de sus socios de la Unión Europea.
En el marco de ese debate, la Coordinadora de Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo (CONGD) señala que, si se luchase con eficacia contra la evasión de impuestos y los paraísos fiscales, el Estado español podría recaudar 90.000 millones de euros (112.000 millones de dólares) más.
Para impulsar esa postura, organizó una manifestación frente al Parlamento, entregando allí un llamado "mapa del tesoro", en el que se muestra donde se encuentra ese dinero, según la red.
Pero desde el gobierno se apuesta en el sentido contrario, impulsando un proyecto legislativo para aprobar la amnistía fiscal que se adelanta en los Presupuestos Generales, elaborados el 30 de marzo y que están todavía en debate.
En caso de aprobarse, toda aquella persona física o jurídica que tenga dinero sin registrar legalmente solo les bastará con ingresarlo en una cuenta bancaria sin necesidad de aportar pruebas de su origen, dando vía libre hasta el mismo lavado de activos, según expertos.
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Con esta estrategia en marcha por parte del gobierno centroderechista de Mariano Rajoy, portavoces de las empresas más poderosas se declaran optimistas.
Es el caso del informe divulgado esta semana por el Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), integrado por las 17 empresas españolas más grandes, en el que se sostiene que la crisis "tocará fondo" a fines de este año, para comenzar en 2013 una recuperación "relativamente rápida".
El presidente del CEC, César Alierta, aseguró que España ya está "muchísimo mejor" de lo que dicen foros ajenos al país.
Este "es un país muy solvente tanto en el sector privado como en el público y, además, muy competitivo", añadió el también titular de Telefónica, una de las empresas transnacionales de origen español con mayor fuerza en América Latina.
Sin embargo, las noticias que llegan desde la Unión Europea (UE) no parecen coincidir con ese optimismo. Los líderes del bloque reunidos esta semana en Bruselas no pudieron ponerse de acuerdo, mostrando una fuerte división sobre los caminos a abordar para revertir la crisis económico-financiera.
La propuesta de Francia, con apoyo de Italia, de emitir bonos de deuda en conjunto en la UE para estabilizar la economía de la eurozona, no pudo vencer la cerrada oposición del grupo liderado por Alemania, que integra España y que insiste en profundizar los programas de reforma y austeridad fiscal.
La crisis hace blanco en la infancia
Mientras empresarios y bancos parecen eludir la crisis con la asistencia oficial, los niños españoles pasaron a ser el colectivo más afectado. Así lo asegura el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que indica que casi 2,2 millones de menores de 18 años viven debajo del umbral de pobreza, lo cual equivale a 26 por ciento del total, cinco puntos porcentuales por encima de la media nacional.
El informe divulgado esta semana por Unicef puntualiza que en solo dos años hay casi 205.000 niñas y niños más que viven en hogares pobres.
El responsable de políticas de infancia de Unicef, Gabriel González Bueno, dijo a IPS que el gobierno debería adoptar un plan nacional contra la pobreza infantil y ponerlo en práctica de inmediato.
"Es importante que al tomar decisiones políticas se piense en los niños y se defiendan sus derechos, en vez de dejarlos que sigan bajo conceptos generalistas", expresó.
Por su parte, el sacerdote católico Ángel García, fundador y presidente de la Asociación Mensajeros de la Paz y popularmente conocido como "padre Ángel", señaló a IPS que, si bien los niños son los más impactados, "la crisis económica está afectando a todos los sectores de la sociedad".
"Cada vez son más los que sufren dificultades para llegar a fin de mes, y los que no ven cubiertas sus necesidades más básicas, como el alojamiento, la ropa y, sobre todo, la comida", detalló. Al respecto, indicó que últimamente sus comedores y bancos de alimentos están desbordados pese a recibir muchas donaciones.
"Afortunadamente, también son muchos los ciudadanos e instituciones que aportan su granito de arena para paliar esta difícil situación", aseguró.
Es precisamente "en momentos de mayor dificultad cuando tenemos que sacar lo mejor de nosotros y compartir lo poco o mucho que tengamos, para que los que más sufren puedan comer cada día y conservar la dignidad", destacó García.
"Esta maldita crisis nos ha demostrado que nadie está libre de sufrir necesidades, pero también que los españoles somos especialmente solidarios, que sabemos ayudarnos los unos a los otros", agregó.
"Como siempre ocurre en los momentos difíciles, quienes sufren sus más duras consecuencias son los más desfavorecidos: los niños y los ancianos. Pero este país ha demostrado salir de otras graves crisis y yo tengo esperanza".
Mensajeros de la Paz, también presente en muchos países en desarrollo, está preparando la puesta en marcha del Banco Solidario, un instrumento que estará en funciones el 12 de junio para transportar la solidaridad de los españoles hacia otros que necesitan ayuda.