La declaración pública de apoyo del presidente estadounidense Barack Obama al matrimonio entre personas del mismo sexo provocó olas en la región del Caribe, donde la homosexualidad es castigada en algunos países con hasta 25 años de prisión.
Que se desatara la polémica también en los países caribeños no fue ninguna sorpresa ya que, como lo dice una frase popular, "cuando Estados Unidos estornuda, el Caribe se resfría".
Desde Trinidad y Tobago en el sur de la región hasta Jamaica en el norte, líderes religiosos, funcionarios de gobierno, políticos y analistas se sumaron al debate.
Incluso la portavoz del Partido Laborista de Gran Bretaña sobre salud pública, Diane Abbott, intervino en el tema a través de una columna publicada el fin de semana por un periódico jamaiquino.
Abbott señaló que, aunque Jamaica "tiene derecho a contar con sus propias leyes y costumbres
en el siglo XXI, la abierta hostilidad hacia la igualdad gay va a ser más difícil de mantener".
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Jamaica, "el país más homofóbico de la Tierra" según la organización no gubernamental Human Rights Watch, tiene una larga historia de intolerancia hacia la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGBT).
En la campaña electoral de diciembre pasado, la hoy primera ministra jamaiquina Portia Simpson Miller sugirió que "las leyes de sodomía debían ser revisadas", pero ningún otro político se ha atrevido a generar una discusión desapasionada sobre el tema, "muchos menos hablar sobre los derechos y las libertades de todos los ciudadanos", dijeron analistas.
El ex primer ministro Bruce Golding (2005-2011) dijo durante su administración que no se avergonzaba de "afirmar clara y enfáticamente que el gobierno de Jamaica permanece irrevocablemente opuesto al reconocimiento, la legitimación o aceptación de los matrimonios o de las uniones entre personas del mismo sexo".
Golding, quien entonces debatía una enmienda a la Constitución para definir el alcance de los derechos y las libertades de los jamaiquinos, subrayó que no aceptaría que "la homosexualidad sea reconocida como una forma legítima de comportamiento o equivalente al matrimonio".
En su informe de 2009 sobre Jamaica, el Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos señaló que los homosexuales no denunciaban casos de abusos por temor a sufrir represalias. Las lesbianas son por lo general víctimas de ataques sexuales y violencia física.
El año pasado, el Foro de Jamaica para Lesbianas, Pansexuales y Gays destacó que el Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas había pedido al gobierno de esa isla que tomara acciones específicas para proteger y promover los derechos de la comunidad homosexual e informar este año los pasos dados.
"El Comité había solicitado al gobierno que tomara medidas para enmendar la ley de sodomía y proveer protección a las personas LGBT y a defensores de los derechos humanos", indicó el Foro en una declaración.
"Específicamente, recomendó que la Carta de Libertades y Derechos Fundamentales sea revisada para prohibir la discriminación por motivo de sexo, orientación sexual o identidad de género, y proveer un informe actualizado en un año", añadió.
Mientras, el arzobispo católico de Kingston, Donald Reece, y el obispo anglicano de Jamaica y de las Islas Caimán, Howard Gregory, dijeron que la postura de Obama habría sido más ampliamente aceptada si hubiera apoyado solo las uniones civiles entre personas del mismo sexo, pero no el matrimonio.
Gregory dijo que, aunque Obama fue aplaudido por grupos defensores de los derechos homosexuales, el mandatario solo podía hablar como un líder político, y no tenía autoridad moral o religiosa para hablar en nombre de la iglesia.
"En lo que tiene que ver con su pronunciamiento igualando las uniones entre personas del mismo género con el matrimonio, eso está descartado para mí y sin duda para la mayoría de los cristianos, porque es una posición indefendible", afirmó.
En tanto, el gobierno de Trinidad y Tobago señaló que todavía no ha adoptado una posición sobre el asunto. "Es un tema que está siendo discutido por el gobierno en este momento, y estoy seguro de que tarde o temprano se les informará la decisión política sobre estos asuntos", dijo a periodistas el canciller Suruj Rambachan, al término de la reunión del gabinete.
Pero la Coalición en Defensa de la Inclusión de la Orientación Sexual (CAISO, por sus siglas en inglés), que libró una dura batalla para que las autoridades reconocieran a la comunidad de gays y lesbianas en los alcances de la Ley de Iguales Oportunidades, celebró la declaración de Obama.
"Aplaudo al presidente Obama por lo que dijo, pues lo enmarcó en un contexto de igualdad, y lo que es fascinante para mí es que, aunque el matrimonio no está en la agenda de la CAISO, parece que líderes en nuestro hemisferio, y especialmente la primera ministra jamaiquina Portia Simpson Miller, están dando pasos apropiados a nivel local por la igualdad de gays y lesbianas", afirmó el director ejecutivo de la organización, Colin Robinson.
"Esperamos que nuestra primera ministra (de Trinidad y Tobago), Kamla Persad-Bissessar, dé pasos apropiados también", añadió.
Mientras, autoridades religiosas en Barbados se opusieron públicamente a la postura de Obama. El pastor bautista Vincent Wood dijo estar "totalmente impactado y sorprendido".
Analistas señalaron que, desde 1866, la ley barbadense define al matrimonio como "la unión voluntaria y por vida de un hombre y una mujer".
Pero el asesor político y director de los Servicios de Investigación sobre Desarrollo del Caribe, Peter Wickham, dijo que los habitantes de Barbados han sido liderados por religiosos como Wood por tantos años que impera la idea de que la última palabra sobre el matrimonio la tienen las iglesias cristianas.
Pero "Barbados es un país secular, y nuestra Constitución garantiza la libertad religiosa. Ninguna persona que quiera casarse necesita convencer a ninguna iglesia de que él o ella cree. Nuestra Ley de de Familia reconoce otras uniones además del matrimonio y les da igual estatus", escribió en una columna.
"Creemos que las uniones entre personas pueden y deben existir fuera de lo que es definido por la iglesia", añadió.