Si todo sale bien, el periodista francés Roméo Langlois volverá a casa este miércoles 30, luego de pasar poco más de un mes en manos de las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Antes del mediodía de este lunes 28, el canal venezolano Telesur emitió una prueba de supervivencia de Langlois. En el vídeo se le ve de buen aspecto, aunque con cansancio en la mirada y tiene un brazo vendado. "Yo soy civil, periodista internacional, francés. El gobierno no me ha querido porque cubro la opinión de todos", dice Langlois a una guerrillera que lo graba.
Las FARC fijaron para este miércoles la liberación del corresponsal del canal galo France 24, radicado en Colombia hace 12 años y quien se entregó a la guerrilla en medio de un combate el 28 de abril.
Para liberar a Langlois, la guerrilla solicitó una misión humanitaria con la presencia de un delegado del presidente de Francia, François Hollande, y la exsenadora liberal Piedad Córdoba.
Córdoba lidera el grupo civil Colombianos y Colombianas por la Paz, que logró desde 2008 la liberación de 30 cautivos, entre civiles y uniformados, así como la renuncia de las FARC al secuestro extorsivo.
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El borrador del protocolo de liberación fue discutido el domingo 27 por el viceministro de Defensa, Jorge Enrique Bedoya, el embajador francés en este país, Pierre-Jean Vandoorne, y el jefe de la Delegación en Colombia del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Jordi Raich.
Tras consultarlo con dos delegados de Colombianos por la Paz, el texto fue publicado "para consideración de las FARC" a las 22:30 horas hora local del domingo (03:30 hora GMT de este lunes 28). Es decir que cabe esperar un visto bueno de la guerrilla para que la operación se adelante sin contratiempos.
"El día 29, sobre la una de la tarde (18:00 hora GMT) a más tardar debería comunicarse a la misión humanitaria el área aproximada del lugar de liberación", anunció Raich a través de los periodistas.
El área abarca una superficie de 20 kilómetros por 20 kilómetros, o bien un municipio completo.
Tan pronto las FARC lo informen, "se iniciaría, a partir del día (martes) 29 a las seis de la tarde (23:00 hora GMT) la suspensión de operaciones militares, que se prolongaría hasta el 31 a las seis de la mañana (11:00 hora GMT)", agregó Raich sobre los términos del acuerdo.
Indicó que "el segundo plazo importante es que a más tardar el día 30 a las siete de la mañana (12:00 hora GMT) debería comunicársenos el lugar preciso donde se producirá la liberación".
"El Ministerio de Defensa Nacional, a fin de garantizar la seguridad de todos los participantes en la liberación, suspenderá todo tipo de operaciones militares y policiales en el municipio o área comunicado", se lee en el borrador de protocolo de 11 puntos.
La suspensión incluye la movilización terrestre y fluvial de tropas y desembarcos aerotransportados. La policía podrá actuar en zonas urbanas solo para mantener el orden.
El protocolo dispone suspender "sobrevuelos de aeronaves militares y civiles en el área geográfica" de la entrega y se prohíben expresamente los "vuelos circulares".
La liberación será coordinada por el CICR y se llevará a cabo en transportes terrestre y fluvial de este organismo internacional y con sus emblemas.
Esta vez no se pide ayuda a Brasil, que en anteriores liberaciones prestó helicópteros militares y pilotos expertos. "No creemos que sea necesario, pues es una zona que como CICR visitamos con frecuencia, por tierra o por río", explicó Raich. "Además, ello demoraría muchísimo la operación", añadió.
El CICR indicó que "avanza en todos los pasos logísticos y trabaja con todas las partes para que la liberación de Langlois sea una realidad en la fecha anunciada".
Al segundo día de su mandato, Hollande nombró a su representante personal para recibir a Langlois. Su identidad no se conoce aún. "Llegará a tiempo", dijo a los periodistas el embajador Vandoorne la noche del domingo.
"Lo conozco personalmente. Es un perfecto hispanohablante y conoce el país", agregó.
No será Noël Saiz, confirmó el diplomático ante una pregunta de IPS sobre el enviado por París entre 2004 y 2008 en misión de facilitación, junto con el suizo Jean-Pierre Gontard, para buscar la libertad de la entonces candidata presidencial Ingrid Betancourt, de nacionalidad colombo-francesa.
Betancourt fue liberada en la operación Jaque del ejército en julio de 2008, una fingida misión humanitaria en la que el ejército usó ilegalmente emblemas del CICR y militares se disfrazaron de periodistas.
Durante otras operaciones de libertad, aviones de inteligencia sobrevolaron en círculos el lugar al cual las FARC conducían a sus rehenes.
No es usual que el CICR publique, como ahora, el texto del memorando de entendimiento sobre el "protocolo de seguridad y coordinación" de una liberación.
Esto "se ha hecho cuando hay una solicitud expresa, como en las dos últimas liberaciones", explicó María Cristina Rivera del CICR. "Y en este caso, porque los plazos son cortos", indicó a IPS. Las dos últimas liberaciones de las FARC se dieron del 11 al 16 de febrero de 2011 y el 2 de abril de 2012, todas con la intermediación de Colombianas y Colombianos por la Paz.
En esas instancias, recuperaron su libertad un legislador local, seis militares y ocho miembros de la Policía. Varios uniformados pasaron más de una década en las cárceles selváticas de las FARC.
El memorando de entendimiento, expuso Rivera, "es un acuerdo con el Ministerio de Defensa" y se hace público "porque trata de asuntos de seguridad que incumben a la otra parte" en procesos de liberación.
En este caso, es un acuerdo de las autoridades y de las fueras militares y policiales de Colombia con el gobierno francés y el CICR.
El reportero Langlois quedó en manos de las FARC el 28 de abril, cuando el helicóptero militar en el que viajaba en misión periodística fue atacado por la insurgencia en el departamento del Caquetá, al sur del país.
Langlois cubría una operación antinarcóticos y habría sido herido "levemente", según las FARC, que también indicaron que le hicieron curaciones.
A instancias del ejército, el periodista portaba un chaleco antibalas y un casco militar proporcionados por esa fuerza, lo que complicó su situación ante las FARC, que aparentemente pudieron confundirlo con un asesor militar estadounidense.
La unidad local de esa insurgencia, el Frente 15, en un principio lo declaró "prisionero de guerra".
Según militares que sobrevivieron al ataque, en medio del combate Langlois se despojó de ambas prendas, se identificó como periodista y se entregó a la guerrilla.