Un grupo de expresos políticos cubanos y familiares acogidos en España se concentraron este martes 10 en la céntrica Puerta del Sol de Madrid y ante el Ministerio de Relaciones Exteriores para protestar por la interrupción «por sorpresa» de las ayudas que recibían del Gobierno.
Entre julio de 2010 y abril de 2011, España acogió a 115 excarcelados políticos y a 647 familiares, según un acuerdo entre los gobiernos de Cuba, presidido por Raúl Castro, y de España, a cuyo frente estaba el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
Zapatero estableció para esos asilados un plan de asistencia por un año para vivienda, alimentación, sanidad, transporte, material escolar y formación laboral.
Ese programa se prorrogó por seis meses, cumpliéndose el plazo en enero de este año, cuando ya gobernaba el país el derechista Mariano Rajoy, en el poder desde diciembre.
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"Nos hemos esforzado buscando trabajo y no encontramos. No sé a dónde voy a ir", dijo a IPS la cubana Yanelkys Ordóñez, familiar de un expreso político mientras arropaba a su bebé en una concentración la semana pasada en la sureña ciudad de Málaga, frente a la sede del gobernante Partido Popular (PP).
España soporta el mayor desempleo de todos los países de la Unión Europea y sufre como estos los embates de una severa crisis económica y financiera que ha obligado al Poder Ejecutivo a hacer recortes drásticos en todos los sectores.
Las subvenciones destinadas a este colectivo rondaban los 1.000 euros (1.330 dólares) por familia, dependiendo del tipo y número de miembros, y se canalizaban a través de organizaciones no gubernamentales como la Cruz Roja Española, la Asociación Comisión Católica Española de Migraciones y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado.
"Vamos a hacer un esfuerzo para tratar de lograr su inserción en la sociedad española", declaró este martes en la ciudad sureña de Cádiz el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Jesús Gracia.
El 4 de este mes, el cubano Albert Du Bouchet, exdirector de la agencia de noticias Habana Press, se quitó la vida en la ciudad española de Las Palmas de Gran Canaria, frente a la costa noroccidental de África. Madrid lamentó el hecho, pero lo desvinculó de su decisión de suprimir las ayudas.
"Estamos muy agradecidos al gobierno español por acogernos, pero nosotros vinimos bajo un acuerdo que se ha incumplido", dijo a IPS el disidente cubano José Luis Rodríguez Chaves, que llegó a este país el 8 de abril de 2011 junto a otros 36 expresos políticos.
El gobierno de Rajoy aprobó el 30 de diciembre una nueva prórroga de las subvenciones, en las cuales se prevé que las entidades encargadas de la acogida perciban el equivalente a 17 millones de dólares, para programas de atención a solicitantes de asilo, refugiados, personas con estatutos de protección internacional e inmigrantes en situación de vulnerabilidad.
Rodríguez Chaves, Julio César Gálvez y otros cubanos dialogaron este martes en Madrid con el diputado del PP, Teófilo de Luis, en busca de "una salida al problema".
"El diputado nos dijo que iba a reunirse para ver la respuesta del gobierno y nos conminó a disolver la manifestación y esperar", dijo Bermúdez. La situación es "caótica" para "más de 80 familias en total desamparo", sostuvo.
"La espera desespera, cuando hay niños y enfermos que se van a ir a la calle", agregó.
En un comunicado presentado en la sede del PP en Málaga, los excarcelados pidieron "a todos los países miembros de la Unión Europea que intercedan ante las autoridades españolas para que se permita su traslado a otros países".
"Si no hay posibilidad de trabajo aquí, que nos manden a otro país", dijo a IPS la cubana María Isabel García Reyes. Todos sus compatriotas tienen que dejar los apartamentos en los que viven de alquiler e "irse a dormir debajo de un puente", aseveró.
Los afectados denuncian que, de un año a esta parte, los gobiernos de Zapatero y de Rajoy fueron recortando las subvenciones para compra de ropa, medicinas, transporte y ayuda escolar, y que éstas fueron suspendidas "sorpresivamente sin dar tiempo a que se fueran preparando para enfrentar esta penosa situación", según el comunicado.
Randol Roca, otro cubano que vive en Málaga, relató a IPS en marzo que le habían suprimido parte de la asistencia económica que recibía y que se veía obligado a mendigar por las calles ante la falta de trabajo.
"No hay empleo para nadie", dijo Rodríguez Chaves. Son muchos los disidentes cubanos que no han podido homologar sus títulos profesionales en España, añadió.
El cubano afirmó que se vio obligado a trasladarse a España bajo "las amenazas de más años de privación de libertad o que en cualquier momento iba a aparecer en una cuneta con la boca llena de hormigas".
"Nos han dejado en la calle. No vamos a poder mandar a los niños al colegio porque no tenemos dinero para el transporte", sostuvo Bermúdez.
Una vez concluido el programa de ayudas, los cubanos se encuentran en las mismas condiciones que el resto de los españoles o inmigrantes en España, sostuvo el secretario Gracia en declaraciones a la televisión estatal. Se estudiarán sus "necesidades individuales", agregó.
